H A T E - 嫌い

8

—Solo por que Orochimaru este muerto no significa que te dejaremos hacer lo que sea—siseo Karin una vez qe derribó al hombre de gran tamaño.

Yuichiro rió.

—Estas mejorando, tus golpes son más fuertes que antes.

—Graci-

Se quedó callada, la azabache inclino la cabeza algo confundida.

Karin comenzó a caminar hacia una habitación algo oscura.

—Puedo sentir... Un olor exquisito—luego hizo una mueca—Y uno desagradable.

La Uchiha sólo se dedico a seguir a Karin hasta se escucho un ruido en las celdas más refundidas.

—Yo voy, tu ve a esperar a quienes vienen.

—Bien.

Hanako camino y observo los criminales que acababan de escapar.

—Eh, de vuelta a la celda.

Le miraron divertidos.

—¿Nos estas dando órdenes? Una Uchiha débil no puede-

La garganta del hombre explotó asustando a los demás.

El mangekyo sharingan de Yuichiro estaba activo.

—Ahora, si robaron las llaves, las devolverán o se mueren.

—¿Por qué deberíamos de-?

Otra garganta reventada.

—¿Otra cosa? —miró al suelo—Ew, mancharon mis zapatos.

—¡Tu!

Antes de que la tocará de nuevo, su cabeza desapareció.

—¿Sigues tu?

El castaño dejó las llaves en el piso, se encerró por si solo. La Uchiha soltó un bufido, guardo las llaves en su bolsillo y tomó un pie de cada prisionero.

Los arrastró con facilidad.

—¡Karin! ¡Hay tres idiotas más que-!

Observo estática a Sasuke.

—Yuichiro.

—Sasuke...

—Suigetsu, libera a todos los que han sido aprisionados aquí.

—¿¡Que!?—chillo Karin.

—Ah... Siempre andas dando órdenes—comentó Suigetsu.

—No pueden llegar aquí y hacer lo que se les de la gana—mascullo Yuichiro aún con el mangekyo activo.

—¡No saben lo que nos ha costado mantener en orden las cosas aquí!—se quejo la Uzumaki.

—Sin prisioneros, no habrá la necesidad de guardianes.

La azabache se cruzó de brazos.

—Lo diré una vez más, ven conmigo, Karin... Va lo mismo para ti, Yuichiro.

El silencio invadió el espacio por unos segundos.

—¿Que harán?