H A T E - 嫌い

2

Yuichiro siempre esta a disposición de Sasuke, después de todo, para ella no había mucho que hacer y Orochimaru le habia colocado como su médico personal.

Por sus entrenamientos ha estado encargada de curar, suturar y cuidar sus heridas.

Pero aunque no fuera así, ya le había tomado cariño a Sasuke por lo que ella lo haría independientemente de si se lo ordenaban.

En ese momento se dirigía en busca de Sasuke, sabía que recién acababa el entrenamiento.

Así que antes de seguir su búsqueda tomó algunas vendas y las guardo en su portarmas.

Pudo verlo a unos metros frente a él, lucia como si algo le molestara.

Lo tomó por la mano y sonrió, Sasuke le miró con su típica indiferencia, pero bastó sólo unos segundos para que esbozara una pequeña sonrisa.

—Yu.

—Sasuke ¿Necesitas que te cure?

El azabache negó.

—Estoy bien, solo necesito relajarme un poco.

Detectó el brillo que aparecía en los ojos de Sasuke, aquel que no había parado de aparecer desde que le había quitado eso tan importante.

Yuichiro rió mientras movía la cabeza en negación.

—Vamos, te ayudaré con eso.

Entraron a la habitación del azabache y este la tomó por la muñeca, pero Yuichiro se libero con sutileza y tomó el compuesto de plantas hecho por ella, una especie de aceite curativo que también servía para relajar los músculos tensos.

—Sientate.

El Uchiha obedeció, la chica se sentó cerca de las rodillas de Sasuke, sobre su regazo colocando ambas piernas a cada lado de su cintura.

Percibió como el chico colocaba su mano sobre sus muslos.

—Tengo un presentimiento desde la mañana.

Bajó la parte superior del traje de Sasuke.

—¿Bueno o malo?

—No lo sé.

La fémina pasó su mano llena de aceite por el abdomen del azabache, este soltó un suspiro algo satisfecho.

—¿No lo sabes?

—No—murmuró el chico.

Las manos de Yuichiro se movieron hacia los hombros del chico que jadeo ante el placer que le brindaban aquellas pequeñas manos, hecho la cabeza hacia atrás demostrándolo.

—Hmmm... ¿Sasuke?

—¿Hmh?

—Orochimaru-sama ha pensado en transferirme a la guarida del sur.

—Ire contigo.

Yuichiro negó.

—Ha dicho que sólo yo, te necesita aquí.

—Entonces te quedaras aquí.

Sonrió y miró como la nuez de adán se movía cuando él chico hablaba.

—Seguiré las órdenes de-

—No, quiero que te quedes conmigo.

La Uchiha sonrió y deposito un beso sobre el cuello ajeno provocando que el propietario volviera su vista a los orbes onix de la fémina, suavemente esta movió sus manos hacia las clavículas de Sasuke, acarició unos segundos ese lugar para pasar a masajear el cuello del chico.

—Todo depende de Orochimaru-sama.

—Sabe que no le conviene alejarme de ti.

La risilla de Yuichiro se escucho, Sasuke la atrajo más hacia él obligándola a quedar pegada a él, sus pechos rozaron.

—¿Te estás riendo?

La azabache le dedico una sonrisa dócil y movió la cabeza en negación.

—No.

—Hmp.

Sasuke recargo su cabeza del hombro de la chica soltando un suspiro.

Ambos tardaron en esa posición unos minutos, el chico levantó su cabeza y miró fijamente a Yuichiro.

—¿Sabes? Creo que es hora de un corte de cabello, tal vez lo deje hasta mis hombros.

El labio superior de Sasuke se alzó ligeramente.

—¿Te gusta más largo?

—Me gusta tu cabello tal y como esta.

—Hmm, tal vez considere dejarlo así.

Sasuke sonrió y acarició el cabello de la chica con suavidad, volvió a recargar su frente del hombro ajeno.

La presencia de Yuichiro le brindaba una paz inexplicable.

Y esperaba que eso jamás cambiara.