XXV

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NATALIA

Además de la cama en la esquina no había nada fuera de su lugar y no podía esperar menos de el ya que parece alguien que le gusta tener todo en orden, soltó mi mano y corrió a la cama de la esquina, yo no me moví solo lo observaba, se quitó los tenis y se sentó en medio del desorden que tenía en la cama, sus ojos adquirieron un muy sutil aro azul.

Aristóteles: Ven alfa
Natalia: ¿Necesitas que te ayude a mover eso?
Aristóteles: No es "eso", es mi nido, (hace puchero) ¿No te gusta?
Natalia: No, no vallas a llorar (se arrodilla frente a el) es muy lindo
Aristóteles: (sonríe) Ven
Natalia: (se sienta a lado de el cuidando no mover nada) Listo
Aristóteles: (la abraza) ¿Verdad que es muy cómodo?
Natalia: Si, ¿Por qué lo hiciste aquí?
Aristóteles: Desde afuera no se ve
Natalia: ¿Y no quieres que nadie lo vea?
Aristóteles: No, solo mi alfa y eres tú
Natalia: ¿Es cierto que habías encontrado a tu destinado?
Aristóteles: Si, pero el no me quiso... Pero la diosa Luna lo cambio y ahora tu lo eres
Natalia: No los cambia, siempre estamos destinados desde que nacemos hasta nuestra muerte, parece ser que la diosa Luna te quiere mucho porque parece que tú tienes dos
Aristóteles: ¿Tu si me vas a querer o tambien me vas a rechazar?
Natalia: Yo ya te quiero
Aristóteles: Espera

Sinceramente nunca había conocido uno hasta este momento, realmente solo parecía una cama desordenada pero a Ari así le gusta, se siente cómodo y feliz aquí así que no hay absolutamente nada que yo pueda opinar; Ari fue a cerrar la puerta y volvió al nido con dulces, los acomodó en un espacio y se sentó frente a mi, no entendía mucho pero solo lo dejaría hacer lo que decidiera, quiero conocer cada detalle de el y para eso es necesario dejarlo desenvolverse a su antojo.

Aristóteles: Ya sabes cosas de mi pero no todo, eso te diré (le da los dulces)
Natalia: Te escucho
Aristóteles: Mi bebé es la razón por la que estoy fuera de mi casa, sabes cómo es mi familia, ellos me trataron muy mal cuando el nació porque no sé quién es su padre, no hay nada que me recuerde quien es, ahora se cómo sucedió pero en ese momento ni siquiera sabía cómo era posible tener un bebé si no estaba casado y estúpidamente por culpa de mi abuela creía que a mí bebé me lo entregaría alguien, no sabía todo el proceso que implica y estuve aterrado cuando el nació porque estaba completamente solo en casa, el era muy chiquito y realmente no tenía mucha esperanza para vivir y mi papá deseaba que muriera mi bebé así que escape, ahí conocí a Temo, el nos ayudó a escapar de ahí, el y su alfa nos prometieron muchas cosas que no cumplió, me mintió diciendo tenía novia y era una beta pero cuando llegamos aquí lo conocí, su pareja era un omega más lindo que yo en todos los aspectos, sentí celos pero no podía hacer o decir nada, para ese momento el ya me había rechazado así que decidí no volver a hablarle para que pudiera dejar de quererlo pero no pasó, el día que se fue de aquí le conté todo pero me llamo mentiroso... Todos los que me han conocido me llaman así y no me gusta, yo no miento pero no me creen... Recordando cómo me trató mi familia decidí no contar que tengo un hijo, en la escuela solo Mateo y las autoridades lo saben, hablan muy mal de quienes ya son padres y no quiero eso así que mi bebé es mi secreto. Este nido lo hice para sentirme bien cuando se fue, cuando vivía con el yo no lo necesitaba, ni siquiera cuando mi bebé era más chiquito, con el me sentía seguro pero cuando se fue eso cambio, te traje aquí porque tú eres mi alfa, soy un poco lento entendiendo pero lo hice y se que tu eres mi alfa igual que Temo, pero solo tu lo conocerás, también estás aquí porque mi omega quiere conocerte
Natalia: Yo estaré encantada de hacerlo
Aristóteles: Primero lo hago yo, soy Aristóteles Córcega Castañeda, soy de Oaxaca, tengo 21 años y un hijo alfa de casi 3 años.

Cubrió mis ojos con una cobija y espere pacientemente, un rato después algo húmedo tocó mi mano, descubrí mis ojos y frente a mí estaba un lindo lobo blanco de ojos azules, parecía muy tímido sin embargo se acercó a mi, su pelaje era muy suave, cuando oculto su rostro supe lo que quería, retire mi ropa y dejé a mi loba mostrarse como es, me acerque a él y sus ojitos tomaron un brillo único al verme.

Después de un rato en que nuestros lobos se conocieron volvimos a nuestra forma humana, Ari decidió únicamente usar mi sudadera además de su ropa interior, su pequeño hijo subió y terminaron dormidos en el nido, se veían realmente lindos, yo me quedé despierta un rato más hasta que el sueño me venció y me dormí con ellos.

Quiero ser tu compañía (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora