Quiero ser tu compañía (omegaverse)

VIII

CUAUHTÉMOC

Guarde la pizza, lave los platos y acomode todo en su respectivo lugar, en mi pecho se mantenía una presión que dolía, yo no quiero que le quite el apellido, debo admitir que al inicio lo hice un tanto forzado porque debíamos viajar pero conforme pasaba el tiempo eso me hacía feliz, me hacía feliz saber que tienen algo mío, que al menos legalmente soy papá de ese lindo pequeñito y que a diferencia de su padre biológico yo nunca lo abandonaré, si necesitan algo yo siempre estaré para ellos sin importar el tipo de relación que exista con Ari.

Pensé en volver a mi habitación pero está puede ser mi única oportunidad de estar solo con el así que fui a su habitación, su aroma no era dulce como siempre, era diferente, me acerque a la puerta y pude escuchar su llanto, eso solo me hizo querer tirar esa puerta y abrazarlo, pero no debo hacer eso así que solo la golpee un par de veces y espere pacientemente hasta que abrió, sus ojos estaban un poco rojos al igual que su nariz y mejillas, en sus brazos sostenía a su cachorro que solo se aferraba a la sudadera de Ari, se veían tan indefensos y frágiles que de nuevo un sentimiento de protección invadió mi cuerpo.

Cuauhtémoc: Solo venía a hablar contigo porque quiero conocerte más, quiero que me des esa oportunidad pero los escuché, Ari, nadie merece tus lágrimas
Aristóteles: Si no tienes nada más que decir vete por favor, yo me quedaré aquí con mi hijo y no te molestaremos, (deja al niño en la cama) tengo una mejor idea, lo llevaré al parque, así no hará ruido y no te vamos a molestar
Cuauhtémoc: (lo abraza) No lo hacen, realmente disfruto hasta escucharlo gritar cuando juega.

De nuevo Ari rompió en llanto, yo no dije nada, solamente lo tuve abrazado y sobe levemente su espalda tratando de calmarlo, podrá haber cambiado su pensamiento y aspecto físico pero el sigue siendo ese chico con actitud de cachorro que encontré aterrado tratando de huir de su padre con su pequeño hijo en brazos, ese chico inocente al que la suerte y su familia le dieron la espalda que con valentía ha salido adelante por el y por su hijo; el pequeño no dejaba de golpear mi pierna para que soltara a su papá pero no lo haría.

Un tierno puchero se formó en los labios de ese pequeño alfa y como magia empezó a llorar también, niño manipulador, no hice el intento de cargarlo porque estoy seguro me volvería a morder pero hice lo que quería, rompí el abrazo con Ari, el de inmediato abrazo al pequeño roba omegas y poco a poco dejo de llorar, cuando lo hizo por completo se mantuvo descansando en el pecho de Ari, sus manitas hechas puño sostenían la sudadera que Ari traía, los dos estaban rojos por el llanto haciéndolos ver muy tiernos.

Cuauhtémoc: ¿Te sientes mejor?
Aristóteles: Lo siento... Extraño a mi familia...
Cuauhtémoc: Es normal, son dos años sin verlos
Aristóteles: Ni siquiera puedo volver porque papá los convenció de actuar como si yo hubiera muerto o no existiera...
Cuauhtémoc: Hijo de...
Aristóteles: (comienza a llorar) Extraño a mi mamá, no la deja viajar sola para volver a vernos
Xabiani: Papá llora (hace puchero)
Cuauhtémoc: (lo abraza) Tranquilo, prometí que volveremos a Oaxaca para que veas a tu familia y cumpliré
Xabiani: ¡NO, VETE!
Aristóteles: Quiero trabajar, nos iremos de aquí y antes de irnos definitivamente haremos una parada en Oaxaca para que conozca a su abuela
Cuauhtémoc: No necesitas irte
Aristóteles: No quiero ser un estorbo para ustedes, cuando nos vallamos pueden hacer igual que mi familia
Cuauhtémoc: No, yo no me arrepiento de que estén aquí y jamás haría algo tan estúpido como que hizo tu papá, actuar como si no existieras es la peor tontería, eres su único hijo
Aristóteles: Un inútil hijo omega, todo sería diferente si fuera alfa...
Cuauhtémoc: No digas eso de ti, tu papá es un idiota
Xabiani: Papá no es idiota
Cuauhtémoc: Hablo de tu abuelo chiquito
Xabiani: ¿Abuelo pancho?
Aristóteles: No bebé, tu abuelo se llama Audifaz, el también es alfa, pero es malo...
Xabiani: Papá no llora
Cuauhtémoc: (limpia las lágrimas de Ari) Yo prometí cuidarlos y lo cumpliré (los abraza)
Xabiani: ¡Nooo! (Empieza a llorar)
Cuauhtémoc: A este niño le sobra agua jajajaja
Aristóteles: (sonríe) ¡Oye!
Cuauhtémoc: Llora en segundos
Aristóteles: Es un bebé (abraza a su hijo)
Cuauhtémoc: ¿Lo puedo cargar?
Aristóteles: No, si el no quiere no te dejará agarrarlo
Cuauhtémoc: Pero si fuera ese que no tiene casa no actuaría igual
Aristóteles: También lo hace, son alfas, el no está acostumbrado a convivir con otros de su casta
Cuauhtémoc: ¿Y que hará en la escuela con los demás niños?
Aristóteles: No lo sé
Cuauhtémoc: Si me dejaras convivir más con ustedes puede acostumbrarse
Aristóteles: No, eso no
Cuauhtémoc: ¿Por qué?
Aristóteles: No será así
Cuauhtémoc: Acabamos de comprobar que podemos platicar sin problema, no les haré daño, solo quiero poder pasar tiempo con ustedes
Aristóteles: No, todo está bien cómo era antes, no debemos cambiar eso
Cuauhtémoc: Solo respóndeme una cosa
Aristóteles: Si quiero no lo haré
Cuauhtémoc: ¿Mi papá te pidió alejarte de mi a cambio de tus estudios?, Prometo que si me lo dices el no se enterará, puedes confiar en mí
Aristóteles: Llevaré a Xabiani al parque
Cuauhtémoc: Solo responde eso, no le tengas miedo, el no va a enterarse y nos les hará nada
Aristóteles: Si tú familia vuelve, puedes decirles dónde estaremos.