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CUAUHTÉMOC

Cuando noto mi presencia cerró el refrigerador y su vista se perdió en lo que había en la estufa, no hizo nada más, tuve que planear rápidamente lo que le iba a decir, hace tanto que no estoy solo con el y sinceramente estaba muy nervioso, solo hay dos opciones, me ignora o consigo hablar con el y en verdad rogaba por lograr lo segundo porque oportunidades así no se tienen siempre.

Temo: Tengo poco tiempo y no se por donde empezar, lo ideal sería el inicio pero mi cabeza es un lío (suspira) se que no me vas a decir nada pero necesito que me escuches y por un momento dejes de ignorar mi presencia en esta casa, no se que fue lo que hice que te tiene así, desde que llegamos aquí no hay forma humana de poder hablar contigo, me evitas, me ignoras y yo no sé que fue lo que te hice, igual por lo que sea te pido perdón, todos cometemos errores y si hice algo que no te agradó perdón. Hay algo que quiero que sepas pero ni siquiera sé cómo externarlo...

Mientras hablaba el vertió el contenido de la olla en el vaso de Xabiani, ahí me di cuenta que lo que calentaba era leche, le puso la tapa al vaso y caminó hasta la puerta, no lo iba a dejar salir sin decir nada, ya son dos años sin hablar y no dejaré que pase más tiempo.

Temo: Esa otra cosa ahora no importa, lo más importante es saber porque estás así, quiero saber que paso, quiero saber porque desde que llegamos simplemente me evitas, se que hablaste con mi familia para que no me dejen acercarme a ustedes y quiero que me digas el porque de esa decisión, solo eso te pido, solo responde esa pregunta (Ari saca su celular y busca el contacto de Mateo) Solo quiero hablar contigo, no te voy a hacer nada (le quita el celular) No necesitas hablarle, deja de hacer las cosas difíciles por favor (Ari intenta salir de la cocina) No soy un objeto, existo, tu lo sabes, deja de hacer como que no me escuchas, deja de fingir, Ari solo quiero hablar contigo, quiero que por lo menos me digas que es eso tan grave que te hice para que tengas esta actitud.
Aristóteles: Muévete
Temo: (emocionado) Hablaste
Aristóteles: Déjame pasar, mi hijo me espera
Temo: Solo respóndeme, ¿Que te hice para que actúes así?
Aristóteles: No quiero hablar contigo
Temo: Ya lo haces (sonríe)
Aristóteles: Déjame pasar
Temo: Responde y te dejo pasar
Aristóteles: ¡No lo sé! Ya no me acuerdo que fue lo que pasó, ¿Conforme?
Temo: No, estás mintiendo
Aristóteles: No lo hago, ya no recuerdo ni porque me enoje, ¿Ya puedo pasar?
Temo: ¿Puede cambiar esto?, Quiero estar cerca de ustedes
Aristóteles: No
Temo: ¿Por qué?
Mateo: Ari, está llorando y no se que hacer
Aristóteles: Ya voy, muévete (quita a Temo y se va)

ARISTÓTELES

Fui hasta mi habitacion y en efecto mi niño estaba llorando en la cama abrazando su león de peluche, suele llorar si no puede dormir o cuando quiere leche, deje el vaso en el buró y lo cargue para calmarlo y que dejara de llorar, Mateo apagó la luz, me dió una pequeña cobija de el, lo cubrí con ella y le di su leche, cuando llora no le gusta que lo deje en la cama así que lo cargué como cuando era más pequeño, mi bebé con un brazo rodeaba su peluche y detenía su vaso mientras con su mano libre sostuvo mi playera para que no lo dejara solo, por mi parte acomodaba su cabello mientras el tomaba su leche, poco a poco sus ojos se cerraron, le quite el vaso para dejarlo en el buró y solo lo cubrí mejor para esperar a que pudiera acostarlo sin que despierte.

Mateo: Esto es tuyo (le da su celular)
Aristóteles: Ya se me había olvidado
Mateo: ¿Te hizo algo?
Aristóteles: No, solo me pregunto porque lo evito y como saque el celular para hablarte y que le dieras la leche a Xabiani creyó que era por otra cosa y me lo quitó
Mateo: ¿Por eso ya no sé hablan?
Aristóteles: ¿Por qué?
Mateo: Es controlador
Aristóteles: No, bueno, la verdad no sé cómo sea, lo conozco muy poco
Mateo: ¿Y así tuvieron un hijo?
Aristóteles: Dije que eso te lo contaré después, hay mucho que no sabes
Mateo: Somos amigos
Aristóteles: Yo me prometí no volver a hablar con alfas y mírame, no te lo diré hasta que no esté listo y no confíe tanto en ti como para hablarte de temas sobre mi hijo
Mateo: Está bien, entiendo
Aristóteles: ¿No te dijo nada cuando te lo dió?
Mateo: No, solo dijo que era tuyo y se metió a la cocina
Aristóteles: A veces no lo entiendo
Mateo: Bueno yo me voy que ustedes deben descansar
Aristóteles: Si, la habitación de siempre ya está lista
Mateo: Si, el señor López ya me había dicho, espera, no cenaste, ¿Tienes hambre?
Aristóteles: Sinceramente no, me siento muy cansado
Mateo: Entonces te dejo dormir, solo recuerda que no debes saltarte comidas, que te alimentes bien es muy importante porque estás muy activo todo el día y quemas mucha energía
Aristóteles: Por un día sin cenar no me voy a morir
Mateo: Yo solo digo para que no se te haga costumbre el no comer
Aristóteles: Lo tendré presente (el niño se mueve)
Mateo: Ahora si los dejo que lo vamos a despertar por estar platicando, que descansen
Aristóteles: Tu igual.

Quiero ser tu compañía (omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora