Tobio miraba tranquilo al anaranjado que se encontraba rojo hasta las puntas de lo avergonzado que estaba mientras tomaba su mano con fuerza.
—¿Que?¿Que tienes?—Preguntó mirandole a los ojos ya que era lo unico descubierto que tenía, el resto era cubierto por su gorra y su cubrebocas.
—y-yo... Anoche... te hice eso...—Cubrió su rostro con sus manos, parecía que recien era conciente de lo que había hecho hace un par de horas. Comenzó a jugar con los mechones de sus cabellos casi largando humo por sus orejas incapaz de verlo.
—¿Ahora te averguenzas? Anoche parecías todo un exper- —Shoyo le golpeó impidiendole continuar aquella palabra, no se estaba arrepintiendo de lo hecho pero si avergonzandolo demasiado por como había actuado.—Bueno, bueno es que me tomaste por sorpresa.—No respondió y simplemente continuaron caminando por aquel parque en la mañana, la cual permanecía fría pero con un sol calido.—Cualquier cosa que hagas viniendo de ti para mi me hace feliz, no tienes de que avergonzarte.—
Volvió a sonrojarse mientras sostenía su mano aunque este estuviera uno o dos pasos adelante de el, ahora que lo pensaba Kageyama se esforzaba tanto para que el se sintiera comodo, se sentía tan comodo y seguro a su lado, aunque por su fama estuviera en peligro en si.
Tal vez por primera vez se sentía cuidado y querído. Era la primera vez que sentía que encajaba de esa forma con alguien, era donde quería estar definitivamente.
Al final terminó despidiendose del pelinegro dejandolo en su trabajo y el marchandose por su cuenta dispuesto a pasear o a perder el tiempo, aunque le gustara ver al alfa bien arreglado pero el estar sentado más de dos horas era un dolor de trasero increible y un embole enorme.
[...]
Un pequeño resumen de lo que había hecho en cuatro horas, pues tecnicamente se aprendió a decir que se llevaría algo de la tienda y pagarlo, si le preguntaban algo más era hombre muerto, y por mala suerte eso paso, la mujer habló en ingles preguntandole "¿Tarjeta o efectivo?" Por suerte notó que no entendía un carajo y le mostró en ambas manos unos billetes y una tarjeta haciendole que elija una. El momento más vergonzosó de su maldita vida.
Pero por suerte se terminó comprando ropa, con su propía plata, en sus sueños utilizaría la tarjeta que le obligó a quedarsela, no quería imaginarse cuanto dinero tenía en ella, pero de todas formas iba a ser un total misterio para siempre.
De todas formas lo que iba a comprar realmente, no era algo que quisiera comprar para si mismo, si no para el alfa, ¿Pero que era lo que pudiese darle a este? El idiota siempre decía que le gustaba cualquier cosa que sea de parte de el, ¿No podía simplemente decir,No me gusta eso, o si me gusta esto?
Algo que pudiese demostrarle que si lo quería.
Pero bueno, en cuanto a Shoyo, era ciertamente inutil para demostrar sus sentimientos de alguna forma directa, aveces era frio, distante, otras amoroso, era un completo idiota en cuanto al amor, pero demostraba que lo amaba, a su forma.
Suspiro rendido, tenia que dejar de hacerse el idiota, en su cabeza sabia que era el regalo perfecto para el alfa. Sabia que regalo valía mas que cualquier cosa que valiera dinero para un alfa dominante, era algo que viniera directamente de el, pero la sola idea de pensar en ello de la terror y ansiedad. El ruido de su celular lo despisto sus pensamientos, mostrando en la pantalla un mensaje del pelinegro informando que en diez minutos este en la puerta o juraria que mandaria gente a buscarlo por toda la ciudad. Exagerado, pensó.
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Miró con sarcasmo su celular y simplemente se apuró a llegar a donde el alfa, antes de que se volviese totalmente loco. Al menos la idea de con que agradecerle por tanto ya estaba en su mente.—¿Que tanto paseo diste? Casi llegas tarde y te voy a buscar.—Bromeó poniendole la gorra y el cubrebocas rapidamente para marcharse.
—¿Y si pruebas terapia Tobio?—Volvió a bromear, y Kageyama le pegó ligeramente y Hinata se abrazó a su cintura carcajeando. Posiblemente esa imagen estaría en las revistas en primer plana al día siguiente, como otras veces donde no se aguanto y la lió al igual que en esta situación, pero al fin y al cabo Kageyama terminaba negando todo.—¡¿Hay pileta?!—Dijo al entrar al hotel por la segunda entrada y pasando por un pasillo de vidrio.
—¿Recien te das cuenta?—El Omega le miró como si de un cachorrito pidiendo comida se tratara. El alfa sin negarse al más bajo simplemente le indicó que vayan por los trajes de baño. Tal cual hicieron.
—Ve tu primero, yo voy en dos minutos... este quiero ir al baño primero.—Kageyama asintió dudoso por que se mostraba que claramente mentía pero simplemente le ignoró y asintió retirandose hacía la piscina y dejando al Omega completamente solo. Este solamente planeaba asegurarse de entregar el regalo lo más prolijo prosible y darle ese detalle de amor que tanto quería.
Nervioso una vez corroboró que todo estuviese perfecto, bajó nervioso, cada vez acercandose más hacía aquella pileta, donde se asomó y vio al pelinegro en ella. Apretó sus labios y entró al campo visible del alfa, el cual sonrió al verle porfin sonrojandose al instante.
Y pues era hora ¿no?
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acting love [Kagehina-Omegaverse]
Fanfictiontal vez nunca en su vida debió hacerse pasar por una beta a la hora de actuación.