c i n c o

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Las cosas habían vuelto a la normalidad, Hyejin continuaba tratándome con más frialdad que vergüenza. Y yo trataba de ignorar rotundamente el hecho de que el solo verle me provocara un malestar estomacal árido.
Tuve que trabajar mucho yo mismo para deshacerme de esos pensamientos lascivos. Pero parecía que lo había logrado. Prácticamente me arrastré a la cama de otras chicas para olvidarme solo de una. Pero valió la pena, ahora podía hasta sentarme incluso a su lado sin pensar en comerle la boca.

O eso creí hasta que la vi entrar por la puerta principal. Llevaba un vestido de corte recto, cintillas pequeñas, sin sujetador, lógicamente. Zapatillas de aguja blancas y cabello detrás de los hombros...lo más importante a destacar, Taehyung no iba a su lado como usualmente lo había visto hacerlo en todo ese tiempo. Y me satisfacía, el ver la cara de ese idiota todo el tiempo se sentía mucho más áspero de lo normal. Él la volvía mucho más fría de lo que ya era conmigo.

—¿Es realmente Hyejin?—Yoongi juntó las cejas y entre cerró los ojos para estudiarla mejor.

—¿Tiene algo de especial?—bufé.

—Pues sí, ese vestido y las zapatillas... Son algo...

—Deja de mirarla como si fuera carne fresca y junta los labios.

Ignorarla, era todo lo que pretendía esa tarde. Sobrevivir a sus encantos era crucial. Estaba seguro que mientras más cerca estuviéramos en ese momento, todo lo que haría sería encerrarme con ella en una habitación y olvidarme de quiénes éramos en realidad. Evité cualquier contacto con ella alrededor de una hora, la perdí de vista luego de eso. Y gracias al cielo. Pero mi buena alma no me permitía pasar de largo, porque si Hyejin estaba llegando a solas, significaba sólo dos cosas. La primera, Namjoon no tenía ni la más remota idea de que su hermanita estaba en una fiesta universitaria, y la segunda pero no menos importante, iba a ponerse ebria. Quizá echarle un ojo estaba bien, no podía simplemente dejarla a su suerte ¿Verdad?

—Escucha, Hyejin...estoy tan confundido como tú. Y qué huyas de mí todo el tiempo no ayuda en nada—murmuró al final.

—Yo... Vine aquí a buscarte—la pelirroja escondió su rostro debajo de un mechón de cabello mientras yo me tambaleaba al esconderme.

—Antes de que digas cualquier otra cosa, estoy casi seguro de que usé todos los preservativos que debía y me aseguré de que ninguno se rompiera—. Sentí que un balde de agua fría me cayó desde el noveno piso de un edificio.

¿Todos los preservativos?, habían follado más de una maldita vez. Y yo tratando de contenerme como todo un idiota. Sólo porqué pensaba que ella era no estaba lista, y sin contar el hecho de que era Hyejin. Estaba enojado y tan confundido.

—No, no es en absoluto nada sobre eso. Es sólo que...no me mal interpretes, pero no estoy esperando que salgas conmigo sólo porqué tuvimos sexo. Ambos estábamos demasiado ebrios, y yo terminé de vuelta a casa en el auto de Jimin. Sinceramente, no ha sido la mejor de mis primeras experiencias. Si algún día salgo contigo, me gustaría que fuera por algo más que la chica con la que te acostaste después de beber más de una botella de tequila.

Eso confirmaba que definitivamente él le gustaba. Sin culparla ni juzgarla, a mí también me gustaría Jung si fuera una chica. Era bien parecido, comandaba el equipo de fútbol americano desde la preparatoria y recién había cumplido los 20 que fuera mayor lo volvía más codiciado.
Lo había visto un par de veces en los vestidores, y tampoco era como si yo fuera la clase de hombre que fingía desinterés sobre los abdominales de otros. Lo que había dentro de sus pantalones, eso era otra historia. Pero estaba muy, muy seguro de que no era cualquier cosa. Así que tenía dos opciones, ofenderme rotundamente porque Hyejin había tenido sexo con alguien más, o usar el sucio secreto de la pelirroja a beneficio.
Por supuesto, elegiría la segunda. Mentiría si dijera que no me ponía caliente estar escuchándolo de ella misma.

twisted|p.jmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora