Hyejin no tuvo la oportunidad de decir ni una sola palabra respecto a mi confesión, su padre la llamó tan pronto como terminé de hablar y tuve que llevarla a casa para la cena de todos los jueves.
Era obvio que sabían del teatro que Taehyung y yo habíamos montado en el estacionamiento. Pero lo que más me causaba conflictos era que lo supieran, que yo estaba loco por Hyejin.Entonces, sólo pude sentarme a la mesa, como si nada hubiera sucedido los meses anteriores, como si esta tarde, no hubiera confesado mis sentimientos de cientos de formas al pedir una cita, al besarla y sobre todo... Al decirle que me gustaba.
Ni siquiera pude darle algo de aliento, su padre terminó llevándola tras una puerta de caoba mientras mi padre me miraba con una interrogante gigantesca en el rostro.—¿Tengo que pagar los gastos médicos de ese chico?—negué.
—Nos separaron antes de poder dejarle el rostro como él a mí—farfullé.
—Pensé que este tipo de comportamientos tuyos se habían quedado en la preparatoria—suspiró.
—Esto no es en absoluto como en la preparatoria. Ni siquiera tuve tiempo para pensar en hacerle daño, él sólo me golpeó tantas veces como pudo hacerlo y no iba a quedarme ahí sin hacer nada, mucho menos porque se trataba de Hyejin. Sí es muy triste que él no haya sido a quién eligieron pero...— Mi padre sonrió de lado y asintió cuando se dio cuenta de que ahora me sentía avergonzado con la situación.
—Lo entiendo, hablemos de esto más tarde.
Cuando las puertas de la cocina se abrieron y mi madre apareció con la señora Kim sosteniendo el postre, el silencio se disolvió entre los saludos y la ruidosa voz de Namjoon en la entrada principal. La castaña junto a él sonrió algo modosa pero tampoco dijo mucho, era muy extraño verle trayendo a una chica a casa.
Aunque, no tuve más oportunidad de pensar en ello, Hyejin apareció con la expresión ilegible. El nudo de su corbata estaba suelto y el torpe andar de su caminar la llevó a sentarse no al frente de mí como siempre, sino hasta el otro extremo de la mesa. Ni siquiera me miró una sola vez. La cena fue de acuerdo al guion establecido. Hubo charlas vanas sobre propiedades, empleos y la nueva novia de Joon. Casi pensé que me dejarían ir vivo, pero no fue así.—Escuché que la hija de los Kang volvió la semana pasada ¿Le ha ido bien estudiando en Francia?—el señor Kim soltó la cuchara sobre el pastel y no dejó de mirarme insistente.
—No lo sé señor, hace mucho que rompí con ella—mi madre frunció el ceño.
—Es una pena—suspiró—. Hyejin tiene pensado marcharse este verano, a Berlín—el estómago se me revolvió—. Así que pensé que podían darle algunas recomendaciones, el choque de culturas es muy complicado en ocasiones—sonrió.
—Yoongi estará en Londres para ese entonces—mi padre estrujó mi hombro—. Él puede ayudar a Hyejin en cualquier momento.
—Hay trece horas de distancia—el hombre enarcó las cejas.
—Todavía no me he decidido—. Al fin me miró— Quizá termine yendo a Londres—se encogió de hombros—, o soportando un vuelo de 13 horas.
Eso era lo que yo tenía en ese momento, Hyejin estaba aceptando mi confesión y probablemente también dejando la suya de forma implícita. Pero todavía tenía miedo de decirlo, no sabía como iba a reaccionar el señor Kim, estaba actuando a la defensiva incluso aunque me conocía desde que era un niño. Parecía que no me quería ni un instante más cerca de su hija, cuando todo lo que yo quería era sentarme junto a ella para besarla.
—Te has decidido hace un rato—frunció el ceño.
—No, no lo hice. Mencionaste Berlín como la mejor de mis opciones pero hay otras ocho cartas de aceptación en la gaveta. Así que lo decidiré yo misma en algún otro momento que no sea esta cena.
—Puedes hacer lo que te venga en gana, Hyejin. Pero salir con Jimin está totalmente prohibido—me señaló—. Qué te quede claro, jovencito, no me hagas romper una sociedad millonaria porque estás tras mi hija. Y tú—la señaló—, más te vale resolver el conflicto que le causaste a Kim Taehyung, su padre no ha dejado de llamar a mi oficina desde esta mañana. Estoy harto de que nos hagamos los tontos.
Las cosas estaban complicándose demasiado en un instante, pensé que mis padres serían los que más molestos estuvieran conmigo por volver a mi tonta actitud de los dieciséis, pero a quién más le incomodaba el hecho de que mi lengua estuviera en la boca de su hija, era a los Kim. Aunque Namjoon parecía capaz de lidiar con ello, me daba la impresión de que no le agradaba mucho, todo lo que hizo fue mirar sus cubiertos mientras mis padres se levantaban obligándome a ir tras ellos.
—Cuando dejes de comportarte como un niño celoso, hablemos de la renovación del contrato. Mientras tanto, sólo puedes pensar en la cancelación—mi padre miró a la pelirroja—. Siempre eres bienvenida en casa, Hyejin.
—Se lo agradezco mucho, señor—asintió al mover los ojos sobre los míos—. Está bien...—me habló como si de verdad no fuera a suceder nada. Como si en serio pudiera resolverse diciendo que estaba bien.
Ambos sabíamos que todo se había arruinado.
—Entonces que venga con nosotros—tragué duro—. Nadie de ellos me dejará volver a verle otra vez después de hoy.
—¿Qué estás diciendo?—Namjoon se levantó de la mesa confundido— ¿Continuaste saliendo con mi hermana cuando claramente te dije que no lo hicieras?
—¿Qué si lo hice?—lo miré mal.
—Que no estarías poniendo a nadie en esta situación si hubieras entendido cuál era tu lugar, imbécil.
—Pon a tu hijo fuera de mi alcance, Park, a nadie le importa si cancelas el contrato o nuestra amistad. Hyejin y él no volverán a verse, tendrá qué ser sobre mi cadáver.
A partir de ese punto, no pude recordar mucho más. Sólo el hecho de como empecé a vivir la última semana, con Hyejin ausente en clases y su voz en el contestador del móvil cuando realmente sentía que iba a enloquecer. Mi mejor amigo sentado al otro lado del aula sin dirigirme la palabra y mi padre alentándome a que todo mejoraría aunque no tenía arreglo.
Otra vez me estaba sucediendo, estaba envuelto en llanto a todas horas del día porque la extrañaba. Y no era capaz de entender del todo, la razón por la que Namjoon me había abandonado en la contienda. Si todo estaba mejorando, si nosotros éramos amigos.
Me sentía tan traicionado incluso aunque estaba el hecho de que era su familia, porque yo también me consideraba parte de ella. Y era tan incesante el deseo de golpearlo en el rostro por egoísta que cuando llegaba a encontrarme con él en el estacionamiento, me privaba de ser yo quién le mirara. Estaba tan perdido.No sólo estaba acostándome con su hermana, yo le quería.
—¿Qué voy a hacer contigo?—el suave andar de sus pies descalzos se detuvo sobre el marco de la puerta mientras la empujaba sólo con las yemas, sin mucha fuerza.
—No hiciste nada la semana anterior ¿Por qué harías algo ahora? ¿Por qué te molestarías?, ¿eh?—traté de cerrar la puerta pero su torso se quedó a la mitad de la entrada de mi habitación.
—Porque si hubiera hecho algo en ese momento, mi padre no confiaría en mí y ninguno de nosotros sabría en donde está Hye.
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twisted|p.jm
Fanfiction-Esta historia es un cliché con erotismo (pero esto es lo que nos gusta) *Léanla bajo su propia responsabilidad, por favor *Sin copias ni adaptaciones *Historia original y de mi autoría *Lenguaje explícito