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d i e z

El rostro de Hyejin se estrelló contra mi pecho mientras todas esas hojas que llevaba entre las manos caían una tras otra alrededor. Juraría que había hecho una mueca de preocupación más que de confusión. 

—Lo siento—murmuró inclinándose para levantarlo todo rápidamente. 

—Está bien, ambos veníamos demasiado rápido—me agaché sobre su altura para ayudarle con ello pero su mano rodeó mi muñeca de forma condescendiente. 

—Puedo hacerlo yo misma.

Mis ojos fueron directamente a la única hoja que quedaba suelta con el membrete "Royal College of Art" seguido de la icónica frase para decirte que has sido aceptado "Nos complace informarle que..." 
Así que antes de que pudiera tomarla por su cuenta, lo hice primero. Me bastó un segundo para darme cuenta de que todas las hojas que llevaba con tanta prisa eran cartas de universidades. Había mucho más que un par y me inquietaba tanto como el hecho de saber que había sido aceptada en todas ellas. A mí me costó mucho presentarme al examen de posgrado. 

—No se lo diré a nadie, puedes estar tranquila—se la devolví.

—Te lo agradecería mucho si es así—asintió avergonzada. 

Hice un mohín con los labios mientras le ayudaba a levantarse y luego pretendí marcharme sin decir algo que pudiera volver a hacerla sentir incómoda. Sinceramente, estaba muy agotado emocionalmente para siquiera intentar pedirle una respuesta. En ese momento, ni siquiera quería comerle la boca. 

—¿Estás bien?—me detuve a mitad del corredor— Quiero decir, he estado tratando de darte algo de espacio y tú parecías seguir muy enojado conmigo por lo de la otra noche así que sólo... Quería decir que lo lamento mucho, no era mi intención.

—¿Respecto a qué?—me giré a mirarla— ¿Tiene que ver con el hecho de que me has estado ignorando durante un mes entero? ¿O hablamos de que sales con Taehyung? ¿Es acaso que Namjoon sabe de nosotros?, sé específica, Hyejin. 

—Supongo que no recuerdas nada—se mordió el labio inferior—. Nosotros nos besamos, en realidad, fui yo quién te besó. Y me gritaste un poco—sonrió amargamente—. Sé que estuvo fuera de lugar, es por eso que me disculpo—se encogió de hombros—. Respecto a estarte ignorando, tú me lo pediste, dijiste que te dejara tranquilo mientras descubrías qué hacer y bueno, no puedo disculparme contigo por tener un novio... Ni tampoco porque mi hermano ahora sabe sobre nosotros, fuiste tú quién le ayudó a ir a mi habitación para encontrar tu chaqueta. Has sido amigo de Joon por años, y no me desagradas. Ha sido muy complicado actuar como si no me interesaras en absoluto. Eso es todo. 

Giró los talones para continuar caminando mientras yo trataba de acomodar cada uno de mis sentimientos entre esas las palabras. Lo cierto es que realmente no recordaba nada, pero estaba seguro de que en algún punto de nuestra conversación junto a mis lágrimas había una maraña de ideas contrarias. Pude haber creído que Hyejin era Jihee. Me había sucedido antes, no veía nada extraño. Pedirle que me dejara tranquilo habría sido sólo parte de mi propia alucinación. No quería irme sin charlar un poco más, necesitaba explicarme y disculparme. Después de todo, nosotros no sólo nos habíamos acostado en varias ocasiones, también habíamos compartido la mesa, el auto y vacaciones durante años. 

—Estaba demasiado ebrio para estar pensando correctamente. Así que lo siento mucho, si lo hubiera sabido desde antes no te habría dejado ignorarme ni un sólo día más a partir de ahí. Creí que había sido yo quién te había hecho sentir incómoda, pensé que estabas furiosa conmigo por algo que no podía recordar. 

—Está bien, olvidémoslo y ya. 

—La razón por la que no me has llamado por el sexo... ¿Tiene que ver con tu novio?

—Tiene que ver con el hecho de que me has llamado Jihee. No más—sonrió de lado.

—¿Qué?—tragué duro.

—No es algo que me ofenda por ella, es decir, ni siquiera sé quién diablos es. Tiene todo que ver con la ropa interior nueva que estaba usando esa noche, costó mucho dinero y la desperdiciaste. 

—Puedes volver a usarla, no es como si la hubieras desechado y ya. 

—Pero lo hice—su expresión se volvió ilegible.

—No te creo. 

—No lo hagas—rodó los ojos—. De todas formas, ahora tengo novio. 

—¿Ya lo hicieron?—me sulfuré sólo de pensar en ello durante un segundo— ¿Has tenido sexo con él?

—¿Cómo sería entonces?—arrugó la nariz— Le conozco desde que estamos en secundaria y ha estado tratando de salir conmigo desde entonces, además, es guapísimo, divertido y todo un caballero. La forma correcta de preguntar sería ¿Por qué no habría de tener sexo con él?—deslizó la lengua sobre su labio superior— Aunque si lo respondo sinceramente, quizá haya sido porque no me dejaste otra opción. 

—Hyejin... Tú...—respiré hondo.

—De cualquier forma, estaba comenzando a aburrirme de vivir escondida. Me gustan las relaciones en donde la sinceridad es prioridad, no sólo respecto al amor, sino en todo. Y tú no eres alguien que sepa como funciona, así que está bien.  Yo olvidaré que me has llamado Jihee y tú puedes olvidar que alguna vez tuvimos sexo. 

—¿Y si no quiero olvidarlo?

—Entonces sufre. 

—No me da la gana, ha sido muy divertido pasarlo juntos ¿Por qué tenemos que hacerlo tan difícil?

—Porque eres consciente de que siempre me has gustado. Y todo lo que has hecho con ello es manipularme, trataste de usarme para superar a tu amor disfuncional. Eso es todo lo que me ha herido en el orgullo como nunca antes. Yo pude haber soportado que llevaras a todas esas chicas a casa, a mis fiestas de cumpleaños o incluso el hecho de que las besaras mientras yo iba a tu lado en el auto. Pero tuve suficiente, es por eso que te digo que está bien, que lo olvidemos. No estoy tratando de burlarme de ti al decir que he botado al cesto de basura la ropa interior que compré para ti, estoy tratando de hacerte entender que nosotros no volveremos a intentar algo así, jamás—suspiró—. Aún así, siempre puedo ser tu amiga, Jimin. 

Me quedé sin palabras. Contextualizar el "jamás" dentro del mismo diálogo que traía el "siempre" me hizo confundirme todavía más. No volvería a haber besos, ni caricias pero sí apoyo emocional y algunas risas. Y el hecho de saber que Hyejin había soportado tanta inmadurez de mi parte era todavía más perturbador. Porque habían sido años de ello, y si yo sentía que iba a perder la cabeza sólo con un mes, no podía ni imaginarme lo mal que debió sentirse ella durante todo ese tiempo. Quizá debió de haberse sentido como si me hubiera estado burlando de ella y de sus sentimientos. Pero era muy complicado lidiar con la situación. Principalmente porque mi responsabilidad afectiva, se había ido con Jihee. 

—Lo entiendo—asentí. 

—Gracias—me sonrió de una forma tan sincera que ya no pude hacer nada más que verla continuar con su camino hasta la biblioteca.

No quería arruinar el detalle de su sinceridad. Y tampoco mostrarme tan interesado en ella, porque no lo estaba de esa forma. Jihee todavía me hacía ponerme ebrio hasta vomitar, y Namjoon tenía razón, Hyejin y yo éramos totalmente polos opuestos. Tenía que dejar de meterme en su vida como si tuviera el derecho. 
Empero, sólo fui capaz de obligarme durante cuatro minutos, al quinto ya estaba de pie frente a su mesa de trabajo, asegurándome de que no hubiera nadie alrededor y estrujando su cintura entre mi cuerpo y la enorme pared de libros del último estante. 

—He dicho que lo entiendo, no que lo acepto.

—No está bien...—murmuró.

—No volveré a hacerte sentir así, Hyejin. Confía en mí. 

Pude haberme vuelto loco en serio, o quizá estar demasiado desesperado por follar. Pero de lo que realmente era consciente es que, nunca, había ido tras otra chica que no fuera Jihee. Y más que estar asustado, estaba eufórico. Si tenía que buscarme un lugar en la vida de Hyejin, bueno, me esforzaría lo suficiente.