—Quiero que lo pienses de forma condescendiente, hijo. Hyejin es dos años menor que tú, recién entrará a la universidad, probablemente se marche para siempre a vivir a otro país ¿Realmente vale la pena dejarlo todo por ella? ¿Cómo estarás tan seguro de que su relación perdurará si ustedes son como el agua y el aceite?
—Papá y tú también son polos opuestos.
—Pero ninguno de los dos tuvo un padre dictador como el de ella. Las personas así son totalmente propensas a cambiar de opinión en un dos por tres.
—¿Y qué debería hacer, entonces?, ella me gusta mucho.
—Lo sé. Es por eso que quiero evitarte la tristeza prolongada, Hyejin terminará dejándote, Jimin. Ni siquiera pudo abogar por ti la otra noche, todo lo que hizo fue callarse, te echó a las garras de su padre y no tuvo piedad.
—Es cierto—murmuré—. Pero aún así, deberíamos terminar con esto de la forma correcta.
Eso era todo, mi madre tenía razón. Hyejin me había abandonado en la contienda de pronto, y mentiría si dijera que me ponía furioso que ella no hubiera luchado siquiera un poco. No estaba enamorado, sólo me encantaba la forma en la que ella me besaba, sin duda el sexo era el factor principal por el que quería mantenerme tan cerca suyo. Así que sólo hablaría de ello, quizá, tendría arreglo. Tomé la tercia de lirios en el asiento del copiloto y entré en el complejo. El ascensor fue tan rápido como el bombeo de mi corazón, cuando el tintineo golpeó en el último piso volví a replantearme nuestra situación, tendría que serlo todo o nada.
Presioné cuidadosamente sobre el interfono junto a la puerta y esperé un segundo a que se abriera. Sus brazos me rodearon torpemente el torso mientras los míos estrujaban sobre su cintura. Nunca antes me sentí más completo.
El ambiente era tan acogedor que no importaba mucho el hecho de que estuviera viviendo en ese enorme complejo ella sola. Hyejin se había encargado de poner un par de cuadros suyos en las paredes y lo pulcro que lucía todo me hacía sentir muy orgulloso, ella podía tomar las riendas de cualquier cosa sin ayuda. Eso era lo único que podría reconfortarme en el futuro, no más.—Te extrañé—murmuró.
—Y yo a ti, como un loco—le besé el cabello.
—Lo lamento mucho, papá puede ser algo malcriado en ocasiones. Pero lo olvidará pronto, sólo necesita algo de tiempo.
Volvió a sentarse en la moqueta y tomó el grafito, lo empujó sobre la hoja un par de veces y luego extendió el cuadernillo frente a mis manos. Yo ni siquiera me había quitado los zapatos, estuve a punto de hacerlo cuando miré la primera página, era un retrato increíble. Ambos estábamos sentados en el cofre de mi auto mientras mirábamos las estrellas, juraría que se sintió real.
—No hemos podido tomar una fotografía así que pensé que sería genial tener un retrato. Esa podría ser nuestra próxima cita.
—Es increíble...—continué mirando sobre los detalles a lápiz— ¿Has dibujado todo esto para mí?
—Sí, es probable—sonrió incómoda—. He estado dibujando en él desde los 9 años, siempre que creí que podía darte un dibujo durante tus cumpleaños o fechas importantes me sentí algo torpe así que sólo los conservé. Pero tú me lo pediste hace un par de semanas entonces creo que está bien darte algo como esto.
—Ven aquí—mis dedos sujetaron sus mejillas al besarla y no pude sentirme más herido. Porque ahora estaba más inseguro de poder conservar una relación entre nosotros, me asustaba tanto arruinarlo. Y mi madre tenía razón, ella apenas conocería la vida universitaria.
Hyejin era increíble, definitivamente terminaría dejándome.
—Sé que vas a romper conmigo—se soltó en medio de mi lento beso.
—Lo siento mucho—asentí.
—Está bien—sonrió y se apartó para avanzar hasta la cocina—. Creo que eso me ha dolido más de lo que soy capaz de admitir—se mordió el interior de la mejilla— ¿Podrías marcharte?
No quería hacerlo, no quería irme sabiendo que se había terminado para siempre.—No eres la única a la que esto le duele ¿Cómo crees que me he sentido yo cuando me has abandonado en medio de la discusión con tu padre?, ni siquiera pudiste abogar por mí o decir que también te gusto.
—¿Quién te ha dicho que no he hecho nada por ti?—jamás en mi vida había visto esa expresión tan oscura.
—Mi madre, ha tenido que ser mi madre quien me lo diga porque te quiero, y por eso no he sido capaz de notarlo por mí mismo.
—Entonces continua creyendo lo que tu tonta madre dice y termina solo.
—Estás excediendo tus límites, Hyejin...
—¿Por qué? ¿Ha sido el hecho de que llamé tonta a tu madre?—sonrió amargamente— ¿O tiene todo que ver con que no me he arrastrado hacia a ti para satisfacer tu insignificante ego?
—¡Porque eres una niña tonta que piensa que puede lidiar con los adultos como si fuera uno! ¡Porque odio que me hayas mentido cuando nos acostamos la primera vez! ¡Maldita sea!
Siempre era yo quién terminaba perdiendo la paciencia. Incluso en mi relación con Jihee y todas aquellas que tuve de forma esporádica, era el único que gritaba y no sabía como lidiar con tantos sentimientos a mi alrededor. Incluso aunque la estaba dejando, Hyejin parecía tan tranquila con mi decisión que no pude evitar sentir que ella no me quería en absoluto. Pero luego comenzó a gritarme también, y era un sentimiento árido, no tenía nada de sentido.
—¡Lo ves! ¡De pronto se te ha olvidado que eres un cabrón egoísta que sólo piensa en sí mismo! ¡He vivido con ello desde que soy una niña y nunca pudiste disculparte!
—¡Pues lo lamento!, ¡lamento mucho ser como tú!
—¿Por qué haces cosas que me hacen odiarte?—masculló— Tú siempre me haces esto...
—¿Entonces por qué te quedaste conmigo?—apreté los dientes— Sí tú hubieras decidido no continuar, nos estaríamos ahorrando todo esto.
—Lo decido ahora, ya no quiero continuar con esto. Por favor—suspiró—, vete.
Mentir, eso era todo lo que había estado haciendo desde que Hyejin había crecido y me había dado cuenta de lo mucho que me gustaba. También la había visto hacerlo cientos de veces cuando la situación llegaba a involucrarme. Pero esa tarde, parecía más sincera que nunca, tan decepcionada de mí como yo mismo.
Todo lo que hice fue tomar mi cuaderno y marcharme. No pude dejar de llorar durante una hora entera, permanecí en el auto cuando logré controlarme. Había descompuesto muchas cosas para quedarme sin nada al final.Y fue todavía más difícil tener que decírselo a Namjoon y a mi padre que fueron los únicos que me apoyaron. Todo el tiempo estaba pensando en llamarla, era mucho peor que al principio. Quería verle, decirle lo mucho que lo lamentaba porque al final no había sido nada más que estaba locamente enamorado de ella y me había permitido arruinarlo porque me asustaba ser abandonado otra vez.
Al final ni siquiera supe en dónde fue que terminó la preparatoria y mucho menos a dónde había elegido ir a la universidad. Yo terminé viajando a Londres tan pronto como el verano comenzó y me quedé ahí. Mientras más lejos estuviera de lo que me recordaba a ella físicamente, me sentía mejor, o eso intentaba.No pude volver a mirar el cuaderno nunca más, a excepción de esa noche en particular. Sólo estaba tratando de encontrar un libro para el trabajo cuando resbaló del estante, las pastas se abrieron de par en par mientras caían un par de boletos de avión y una nota con la caligrafía excepcional de la pelirroja:
"Lamento mucho no haber hecho nada la otra noche
-Te quiere, Hye"El destino del vuelo era Londres, la fecha de abordaje era el 12.06.17 Y al reverso de la nota, había un logo de bienes raíces con el número 403. Supuse que ese sería el número del apartamento que se había aventurado a costear por sí misma. Si tan sólo hubiera tenido las agallas para volver a mirar ese cuaderno, todo sería diferente.
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twisted|p.jm
Fanfiction-Esta historia es un cliché con erotismo (pero esto es lo que nos gusta) *Léanla bajo su propia responsabilidad, por favor *Sin copias ni adaptaciones *Historia original y de mi autoría *Lenguaje explícito