I.Q. [Frerard]

XXVII

Gerard se encontraba con su brazo rodeando los hombros de Frank, quien a su parecer, se removía cada cinco segundos, y no es que estuviera incómodo, sino que... ¿O acaso estaba incómodo?

—Frank, si tanto te molesta mi brazo, puedo...— empezó a decir Gerard mientras lo quitaba lentamente—.

—¡No!— gritó Frank sobresaltando un poco al pelirrojo— Digo... Está bien.

—¿Entonces por qué no dejas de moverte?— preguntó Gerard—.

—Es que...— empezó a decir Frank— Nada, olvídalo.

—No, está bien, dímelo.

—No, investigué un poco en internet, de lo que cuál estoy completamente arrepentido, pero no había otra fuente, y leí que las parejas deben aceptar hacer lo que el otro quiere, en cuestión de actividades, para compartir tiempo y unir lazos afectivos, lo cual poco a poco empieza a hacer que tu hipófisis mande la orden de generar serotonina y dopamina, y no precisamente por la actividad que realizan, sino por el hecho de que estás con esa persona que hace que se liberen...

—Okay okay— lo interrumpió Gerard— Sólo entendí persona que te gusta, actividades y tiempo compartido.

—Es algo muy simple, mira...— empezó a decir Frank—.

—No, ya entendí, no necesitas explicarlo— lo interrumpió Gerard, una vez más— Pero dime... ¿Acaso no te gusta ver una película?.

—No es algo de mi interés.

—Pero es Titanic— mencionó Gerard—.

—¿Y?— preguntó Frank— También hay una película sobre viajar en el tiempo y me parece algo totalmente desubicado.

—¿Ya la viste?— preguntó Gerard con una ceja enarcada—.

—No.

—Frank, no puedes juzgar algo si ni siquiera lo has visto, probado, escuchado o sentido— dijo Gerard negando con la cabeza— Piensa en qué juzgabas los besos por la cantidad de gérmenes que se comparten, y ahora ve, no dejas de besarme.

—Es diferente— dijo Frank cruzándose de brazos—.

—Es lo mismo— dijo Gerard riendo— Pero Titanic no es sólo una simple película que no tiene ningún mensaje detrás, todas las películas tienen un mensaje filosófico.

—¡Que emoción! ¡Filosofía!— exclamó Frank con fingida emoción— Nota la algarabía con lo que lo digo.

—De acuerdo, mira...— empezó a decir Gerard— ¿Crees que realmente Rose ama a Jack?

—No puedo opinar con seguridad, pero actúa así, como lo describen en los libros.

—¡Claro que no!— respondió Gerard— No lo ama a él, está enamorada de la manera en la que la invita a romper las reglas que las clases sociales les han impuesto, ella toda su vida ha vivido bajo las extremas y molestas reglas que las personas de clase alta, han implementado para "mantener su imagen"— dijo Gerard haciendo comillas en esa última frase— Y de repente llega alguien, de bajos recursos que toda su vida ha luchado por sobrevivir sin importar que, y que aprecia sus días como si fueran los últimos que vivirá.

—Eso no tiene lógica, te contradices, dices que no lo ama pero dices que está enamorada de él, ya sea su físico, sus vivencias o su forma de actuar.

—Cuando estás enamorado de alguien tus emociones están al tope, quieres acaparar todo de esa persona, tu felicidades depende de ella, eres toda una máquina de hormonas y no quieres despegarte de esa persona para nada— respondió Gerard— Que es lo que hace Rose, sus emociones al tope porque Jack la lleva a conocer un lado fuera de las normas que ella siempre siguió, le llama la atención sus vivencias, su forma de actuar tan despreocupada, mientras que ella siempre ha estado encapsulada tratando de complacer a su madre... Es casi como si deseara cambiar su vida por la de Jack, absorber todo de él y vivir la emoción al tope.