I.Q. [Frerard]

VIII

Los cationes y aniones son elementos o compuestos que se encuentran cargados eléctricamente positivos, o eléctricamente negativos.

Al momento de escribirse en la fórmula, los cationes se escriben antes que los aniones, pero en cambio, al momento de pronunciarse el nombre de dicha molécula, los aniones se pronuncian antes.

Como en toda ecuación de una reacción química, se debe revisar que la fórmula escrita esté balanceada, para poder lograr esto, se debe de...

—Hola— saludo aquella voz peculiar y un poco irritante—.

—Buenos días.

—¿Que ocurre contigo?— pregunto el chico pelirrojo— Hace dos horas me estabas haciendo un examen médico y ahora estás así conmigo.

—Me pregunto lo mismo— dijo Frank dejando su repaso mental de lado— Hace dos horas entraste al salón de biología con un ánimo estable y neutro, pero de repente...

—Por ultima vez, no estaba drogado— dijo Gerard rodando los ojos— Sólo tenía sueño y ya, el sueño transforma a muchas personas.

Frank se encogió de hombros y se dispuso a perderse de nuevo en sus pensamientos.

—Puedes retirarte.

—Pero no quiero— replicó Gerard con una sonrisa burlona— ¿Por qué tan necesitado de que me vaya?

—Creo que merezco una disculpa.

—¿Ah si?

—Si— asintió Frank— Me tomé el tiempo de hacerte un examen médico y tomar en cuenta tu salud, que por cierto, es irrelevante para mí.

—Que lindo...

—Y en segundo lugar, estás sentado en el lugar de mi amigo y aparte estás hablando conmigo, lo cual es un poco humillante.

—¿Humillante?— preguntó Gerard un poco ofendido—.

—Es un poco humillante que el chico de la facultad de artes te hable.

—Pues podemos decirles a todos que me estás dando mis clases particulares.

—No lo estoy— replicó Frank con una ceja enarcada—.

—Entonces sigue "humillandote"— dijo Gerard con una sonrisa burlona—.

—No tengo porque darle explicaciones a las personas.

Gerard sonrió levemente mientras se levantaba de la banca y se subía en ella, llamando la atención de los que estaban ahí sentados y haciendo que Frank se sintiera un poco intimidado al sentir que todas las miradas se dirigían a él.

—Pero yo si— murmuró Gerard antes de voltearse a todos los de la cafetería— Hola, soy el idiota de la facultad, mejor conocido como Gerard Way y quiero decirles que...

—¡Sientate!— exclamó Frank jalando la manga de Gerard y obligándolo a sentarse— Sólo es broma— dijo dirigiéndose a los demás— Le estoy dando clases particulares para que no esté tan perdido.

Algunos chicos sólo asintieron y rieron, mientras que a otros les dio igual.

Gerard sonrió divertido cuando Frank volvió a sentarse y lo fulminó con la mirada.

—¿Entonces si me darás clases particulares?— preguntó Gerard aún con su sonrisa—.

—Ahora me has dado una muy buena razón para no hacerlo y dudar de tu capacidad cerebral.

Frank sonrió de manera ladina cuando vio que la sonrisa de Gerard se empezaba a borrar poco a poco.

—Pero...

—Ya puedes irte— dijo Frank con una sonrisa— Es mi mesa y prácticamente tu llegaste a infectarla, porque dudo que hayas usado gel antibacterial.

Gerard no supo que decir, ni siquiera esperaba que Frank fuera tan bueno insultando a las personas y dejándolas calladas.

El chico pelirrojo simplemente suspiró levemente y se levantó de la mesa, tomando su mochila de mala gana y caminando un poco cabizbajo hacia la salida de la cafetería.

Frank lo observó de reojo, notando su cambió de ánimo.

Sintió una leve punzada, como si algo en su organismo le estuviera informando que lo que había hecho, estuvo mal, y quizás exagero un poco al decirle a Gerard que era una persona con nulo cerebro, pero, esa era la verdad ¿no?

Frank Iero jamás sentía culpa cuando se trataba de decir la verdad.