Frank abrió el pequeño pastillero y sacó una de las tantas pastillas que había.
Tomó una de las cápsulas de color morado que se encontraba a la vista y la guardo en el bolsillo de su pantalón. Cerró el pastillero de nuevo y se inclinó levemente para colocarlo en la chamarra de Gerard.
Gerard se removió nuevamente al sentir las manos de Frank sobre él, por lo que se despertó rápidamente.
Frank se quedó quieto y observando al chico, sin saber que decir para que la situación no se malinterpretara.
Mientras tanto, el chico pelirrojo intentaba adivinar qué era lo que estaba pasando, es decir, no siempre te despiertas con un chico genio encima tuyo, que al parecer intentaba meter su mano entre tu ropa.
Gerard sonrió de manera pícara.
—¿Sabes? Si querías estar encima mío, lo hubieras dicho desde el inicio- comentó Gerard— Aunque creo que yo sería el activo en esta relación.
—¿Que?— preguntó Frank con el ceño fruncido— No, no, no, no lo entiendes, lo que pasa es que...
—Vamos Frank— dijo Gerard enderezándose y envolviendo su brazo en la cintura de Frank— Sólo lo hubieras pedido.
Frank se quedó callado, sólo abría y cerraba la boca sin parar, como si tuviera algo que decir, pero no tenía la voz para decirlo.
Gerard se acercó un poco más a él, haciendo que de repente, ambas respiraciones se aceleraran y pudieran entremezclarse.
Ambos chicos se observaban fijamente, como si no supieran que hacer ahora. La conexión visual se rompió, cuando Frank agachó su cabeza al sentir sus mejillas sonrojarse.
—E-Es que s-se cayó— dijo Frank mostrando la pequeña caja— Y yo quería...
—La hubieras dejado en el suelo y lo habría notado— dijo Gerard en un susurro y acercándose un poco más—.
—P-Pero hay microorganismos en el suelo que podrían infectarla y...
—Creeme, ahorita estoy tocando tu cintura y te aseguro que hay millones de microorganismos, pero al parecer no te molesta— dijo Gerard— ¿O si?
Frank se sonrojó nuevamente, por lo que volvió a agachar la cabeza, intentando que Gerard no lo notara, pero era inútil.
—¿Alguna vez te dijeron que te veías, irresistiblemente apuesto, cuando estás sonrojado?— preguntó Gerard sonriendo de manera ladina—.
—Y-Yo no...
—¡Frank ya llegué!— gritó una voz femenina fuera de la casa—.
Ambos chicos respingaron del susto y se separaron rápidamente, terminando cada uno, en un extremo del sillón.
—Hola Frank, ¿Podrías ayudarme con las bolsas que...?— la mujer se quedó callado al ver a un chico pelirrojo en la sala— Oh, hola.
—Buenas tardes, señora Iero— dijo Gerard levantándose rápidamente y caminando hasta ella con su mano extendida— Mi nombre es Gerard Way y yo, vine a estudiar con su hijo.
—Un placer, Linda Iero— dijo la mujer estrechando la mano— Me alegra que mi hijo empieza a relacionarse con más gente.
—Mamá...— murmuró Frank sonrojándose más—.
—¿Qué tienes, Frankie?— preguntó Linda— Estás muy sonrojado, ¿Tienes fiebre?, ¿te duele algo?, ¿te sientes mal?
Frank negó con la cabeza, mientras intentaba desesperadamente, desaparecer ese sonrojo de su rostro.
—B-Bueno, creo que yo... Debo irme— dijo Gerard empezando a recoger su mochila— Tengo que ir a otro lado y...
—¿No gustas quedarte a comer?— preguntó Linda— Estará rápido la comida.
—No, no quiere— dijo Frank— Ya lo dijo madre, está apurado.
—Si, eso— dijo Gerard colgando su mochila en su hombro— Pero si gusta le ayudo a cargar las bolsas.
—No te preocupes, querido— dijo Linda— Para eso está Frank.
Frank frunció ligeramente el ceño, pero terminó suspirando y levantándose del sillón.
—Bien, acompañaré a Gerard a la puerta e iré por las bolsas— dijo Frank— Vamos Gee.
Gerard sonrió hacia la mujer y extendió su mano para volver a estrecharla.
—Un placer conocerla— dijo Gerard—.
—Espero verte pronto, Gerard.
Gerard sonrió de nuevo y luego caminó detrás de Frank, llegando a la puerta principal de la casa.
Frank abrió la puerta y luego dejó que Gerard pasara primero, por lo que ambos terminaron saliendo a la calle.
—Entonces... Te veo mañana en la escuela— dijo Gerard sonriendo—.
—Uhm, si— dijo Frank—.
—Bien, entonces, adiós.
Gerard se dió la media vuelta y empezó a caminar lejos de Frank.
—Espera, Gerard— dijo Frank caminando los pocos pasos que los separaban— Se te olvida.
Frank levantó su mano, con la caja pequeña entre sus dedos.
—Cierto, soy un tonto— dijo Gerard riendo levemente y volteándose para tomar la caja— Gracias.
Frank sonrió ligeramente mientras asentía con la cabeza.
Gerard lo observó ligeramente, mientras mordía su labio inferior. No sabía si hacer lo que tenía planeado, se arriesgaba a que Frank lo odiara y se alejara de él, o se arriesgaba a que le respondiera.
Se encogió ligeramente de hombros, un gesto que Frank no comprendió del todo, sino hasta que sintió los labios del chico pelirrojo, hacer un breve contacto con los suyos.
—Hasta mañana, Frank— dijo Gerard sonriendo, ante un atónito Frank—.
Gerard se dió la media vuelta, para empezar a caminar lejos de ahí, mientras que Frank sentía sus labios hormiguear levemente.
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Ahre, se me ocurrió una nueva idea para un fic Frerard y me re EMOcioné. Empecé a escribir unos capítulos, pero esperaré a terminarla para subirla toda de una buena vez xd
Bueh... A lo importante, dedicación a...
lucaponche (te operaste :0)
DEDICACION A QUIEN ME DIGA CUANDO ENTRA A LA ESCUELA
:'v yo entro la próxima semana #sendhelp
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I.Q. [Frerard]
FanfictionLas personas inteligentes son quienes más cuestionan el amor, pero a veces simplemente hay que dejar las cosas fluir. Ni la ciencia tiene respuesta a todas esas maneras de actuar que tomamos cuando estamos enamorados, y Frank Iero estará a punto de...