No hay mejor ejercicio para mis fatigados pulmones que intentar mantener una vigorosa charla con Ciro mientras, al mismo tiempo, yo intentaba igualar su paso inconscientemente acelerado. Ciro parecía tan entusiasmado de enseñarme todo lo que sabe que se le ha olvidado que los humanos no podemos avanzar tan rápido como los híbridos. Menos de cinco minutos han pasado desde que Ciro ha tomado oficialmente la responsabilidad hacia mí, y yo empezaba a extrañar el ritmo relajado de Darius. De ahora en adelante sería adaptarse, o quedarse atrás.
El gran prado abierto por el que caminábamos era engañosamente accidentado. Visto de lejos, parecía ser un terreno plano y agradable para dar un paseo, pero al empezar a caminar sobre este me di cuenta que estaba lleno de agujeros y uno que otro pedazo de pasto y tierra arrancados con fuerza, posiblemente a causa de una riña entre un par de híbridos, o simplemente como evidencia de una sesión de entrenamiento, pues ahora mismo nos encontrábamos a la mitad del campo de entrenamiento de los Cazadores.
El lugar era apacible y sin mucha actividad, lo suficiente para que Ciro y yo pudiéramos caminar sin riesgo a ser arrollados por otro híbrido. La primera muestra de civilización más próxima a nosotros era el campo de tiro con arco, esta zona delimitaba su perímetro con vallas de madera, y los múltiples carriles señalados en el piso finalizaban en blancos de tiro. Una gran torre de vigilancia de al menos diez metros de altura se yergue en una de las esquinas del campo de tiro. Las pocas personas que se encontraban practicando estaban tan enfocados en su entrenamiento que Ciro no se molestó en saludarlos, unos Cazadores humanos comprobaban que la tensión de los robustos arcos de madera fuera la correcta, e incluso tuve la oportunidad de apreciar la destreza de uno de los Cazadores al acertar al blanco mientras se encontraba montando en el lomo de su compañero híbrido, corriendo a gran velocidad.
Ciro me dejó apreciar las prácticas por un par de minutos más antes de continuar nuestro viaje, pues yo había quedado hipnotizado por la disciplina de aquellos Cazadores. <<Tenemos muchas cosas que ver aún>> Repito las palabras de Ciro para mí mismo, y aunque me gustaría quedarme a presenciar el resto de la práctica, no me podía dar el lujo de perder de vista a Ciro. De todas formas, aún había toda una aldea que visitar.
Dejamos el campo de tiro detrás de nosotros, y yo ya rogaba porque nuestro destino final estuviera cerca, pues mis piernas empezaban a acalambrarse de caminar desde la bahía Médica al otro extremo de Cilt justo después de haber sido dado de alta, y no contar con la mejor condición física. Pero mis plegarias parecen haber sido escuchadas al fin. Frente a nosotros se erguía imponente una entrada monumental a forma de una gran puerta de arco hecha con no más que troncos y cuerdas amarradas con maestría, el robusto monumento había sido invadido por flores trepadoras de vibrantes colores, y banderas de todos los tamaños del rango Cazador adornaban su basta superficie, indicando la entrada a una de las zonas más pobladas de Cilt.
- Aquí estamos ya. Bienvenido a la aldea de los Cazadores, Tyler.- Ciro me reafirma con tono alegre y energético, soltando una risa indiscreta al darse cuenta que había tenido mi boca abierta por más tiempo del que me hubiera gustado admitir-
Ciro se adelanta a pasar por debajo del gran arco, aún impaciente por mostrarme los lugares que él quería que conociera. Yo no tengo oportunidad de apreciar la belleza de aquella entrada por demasiado tiempo, pero algo me decía que ya tendría mucho tiempo después para admirarla de cerca. Sigo a Ciro lo más cerca posible, cosa que ya no era tan difícil, pues el extrovertido Porsche azul saludaba y conversaba con literalmente cualquier persona o híbrido que se detuviera a saludarnos, los cuales fueron muchos. El cambio del paisaje una vez pasado el arco de entrada era abrumador, era como pasar por un portal que de un lado te llevaba a una zona abierta del bosque, y del otro, albergaba una bulliciosa ciudad, muy parecida al centro de la delegación de la M.E. en la que yo vivía antes de llegar a Cilt.
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Hybrid Lamborghini .Vol1 ESPAÑOL
Science FictionCuando la paz entre híbridos y humanos prende de un hilo, y la revolución se siente nuevamente a la vuelta de la esquina, será deber de Tyler Hopper, el hijo del científico de lo inició todo, de intentar mantener la esperanza en estos momentos incie...