10: Fuego cruzado

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No supe cuántas horas pasaron desde que me resguardé en la habitación, pero tampoco tenía intenciones de saberlo. Mi cabeza estaba igual de revuelta que mis emociones, y con ellas mi estómago. El estrés excesivo tiende a causar estragos en mi salud de vez en cuando, y esta no era una excepción. Al menos esperaba que Iker estuviera un poco mejor, donde fuera que estuviese ahora mismo, aunque tenía sospechas de que debió haber buscado refugio en el bosque, pues al parecer era el único sitio donde nadie podría molestarlo.

Intenté distraer mi cerebro con alguno de los libros que pude recuperar, uno de ellos llamó temporalmente mi atención.

Comportamiento híbrido

vol.2

Interacciones sociales entre híbridos y humanos

Marcus .H

Como si de un mal chiste se tratara, la mayoría de los libros que tenía en mi poder en ese preciso momento trataban sobre híbridos, aunque sinceramente no podía esperar ningún otro tipo de contenido en los libros de mi padre, los híbridos eran lo que había dado sentido a su vida. Pero yo no quería nada que ver con híbridos en este momento, al menos no durante los siguientes treinta minutos. Solamente quería silenciar mi cabeza y poder dormir un poco pese a que no estuviera seguro si ya era de noche, o si el sol seguía en lo alto, era lo que menos importaba en estos momentos.

Mi cabeza no podía decidir entre mis sentimientos de tristeza, soledad, desilusión, asco o enojo... más bien era una combinación de todas ellas, y saturaba mi cerebro cada vez que volvía a pensar en ello. Consideré la idea de salir de la habitación para tomar un poco de aire fresco y aclarar mis ideas, pero eso conllevaba interactuar con más personas, que curiosas empezarían a preguntarme cosas, y yo no estaba en el mejor momento para responderlas. A demás, no estaba seguro de que la lluvia se hubiese detenido ya. Esta misma habitación que antes era un alivio después de estar encerrado en mi casa de la Metrópoli, ahora se empezaba a parecer a esta poco a poco; solitaria, deprimente y silenciosa.

Encontré un poco de consuelo agridulce al recordar que mantenía una fotografía de mi padre conmigo. Temía que el agua la hubiera estropeado, pero para mi fortuna esta se había mantenido a salvo en el bolsillo de mi camisa, la cual había dejado secar en el exterior por unas horas. Tomo la delicada y arrugada fotografía en mis manos, una de ellas estando vendada y adolorida. Guardo cada centímetro de dicha fotografía en mi memoria, como si de un hermoso recuerdo que nunca sucedió se tratara. Veo mi rostro en el suyo, y me es difícil verlo a los ojos por más tiempo, aunque fuese únicamente una fotografía. Mi garganta ya no podía contener el llanto por más tiempo, y mis ojos finalmente se rindieron para dejar pasar solo un par de lágrimas, antes de que todo volviera a estar tan silencioso como antes.

El silencio empezaba a taladrar mi cabeza con un agudo pitido que solo yo podía escuchar, y justo cuando mis nervios de estar solo se habían tranquilizado, un inesperado ruido vuelve a agitar mi corazón. El cerrojo automático de la puerta se había activado desde afuera.

La sorpresa me roba el aliento por un momento, haciendo que me levantara del suelo de un brinco, sin saber lo que había sucedido. La puerta entonces empieza a abrirse lentamente, empujada por un híbrido con una inexpresiva mirada, ojos enrojecidos y piel ligeramente pálida y empapada, Iker estaba irreconocible en ese momento.

Su repentina aparición me deja sin palabras, sofocado por la deplorable apariencia de mi amigo. Ninguno de los dos dice una palabra en el largo minuto en el que Iker hacía contacto visual conmigo, y luego al suelo, alternando así por todo aquél largo minuto. Finalmente Iker mantuvo la mirada baja y suspiró con pesadez, levantando una pequeña nube de polvo en el proceso.

Hybrid Lamborghini  .Vol1  ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora