4: Enemigo público

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El notorio sonido del despertador hace que cobre conciencia de nuevo, separándome de mi cómodo y cálido sueño con el sutil golpe de la ruidosa alarma que resonaba en mi habitación en el segundo piso de la casa, cuyo sonido se alcanzaba a percibir hasta el garaje.

Me pesa un poco abrir los ojos pero no tenía opción, pues hoy debía ser sábado por la mañana, día de trabajo obligatorio para todos los jóvenes de la Metrópoli Europea. Un día que todos deseáramos que no existiera, pero era necesario debido a la falta de alguien más que realice dichos trabajos sencillos, pero necesarios y sumamente aburridos.

A pesar de que seguía acostado sobre mi lado derecho no se me dificultaba ver a Iker quien seguía dormido, ignorando por completo la molesta alarma. Desearía poder tener ese nivel de concentración y sueño pesado para dormir el resto del día, pero la terrible verdad es que siempre fui de sueño ligero, y cualquier ruido por más mínimo que sea logra despertarme. Eso además de que mi cuerpo me empezaba a doler por haberme dormido en el suelo eran razones suficientes para levantarme. Me quedo sentado sobre las cobijas que había usado como cama improvisada y trato de despabilarme, aprovechando el momento para hacer una rápida revisión visual de las heridas de Iker. Él se veía bien, había tenido una notable mejoría a comparación de anoche que llegó totalmente exhausto y con sus heridas sangrantes, ahora sólo se le notaba cansado, pero realmente mejor. Sus raspones más pequeños ya eran casi imposibles de identificar. Los híbridos son suertudos al curarse tan rápidamente de forma natural, no como los humanos que debemos tolerar el mismo moretón por más de una semana.

La irritante alarma ya empezaba a molestarme un poco, por lo que me levanto y camino en dirección de mi cuarto para callarla de una vez. Es necesario quitarle las pilas al despertador para que al fin se callara, y una vez que la casa queda en silencio de nuevo mis oídos deben soportar un incómodo silbido al haberse acostumbrado ya al chillante aparato, pero no me toma mucho habituarme de nuevo al silencio de la casa y del vacío vecindario en general.

Aprovechando que me encontraba en mi habitación decido cambiarme de ropa a una más adecuada para trabajar. Los sábados yo me encargaba de la carga y descarga de mercancía de un gran centro comercial en la zona céntrica de la M.E. Por lo cual mis pantalones de mezclilla y una camisa cualquiera me servirían para poder trabajar sin muchos impedimentos, además de los guantes que debemos usar obligatoriamente por cuestiones de seguridad, al igual que las botas de casquillo que tanto me gustaba usar, aunque eso signifique que mis pies queden congelados si no me ponía unos calcetines lo suficientemente gruesos.

Una vez que mi atuendo era decente prosigo a arreglar un poco mi cabello que estaba casi seguro que sería un desastre como cada mañana, y en efecto, todo mi cabello pelirrojo estaba orientado hacia un solo lado como si un imán lo estuviera atrayendo. Basta con mojarlo un poco y alborotarlo para que regresara a su posición original, pues nunca he puesto demasiado esmero en pelear con mi cabello rebelde. Al verme fijamente al espejo podía haber jurado que había amanecido con más pecas de lo habitual, pero al enfocar bien mi visión me di cuenta que siempre habían sido las mismas. Aunque tenga el cuerpo repleto de pecas no es tan difícil darse cuenta cuando ha salido una nueva, aunque este no era el caso.

Sintiéndome un poco más fresco y claramente despierto, entro a la cocina en busca de algo que saciara un poco el hambre que sentía ya a esta hora de la mañana, solo para encontrarme con la ya nada rara sorpresa de que no había nada en el refrigerador que no necesitara una elaboración precisamente compleja. Cierro la puerta de la nevera y me resigno a regresar al garaje en busca del pan y la mermelada que había usado para alimentar a Iker anoche, pues ese se convertiría en mi desayuno ahora. Llevo ambas cosas al interior de la casa y me acomodo en el único sillón de la sala, el cual por fortuna mía era bastante amplio.

Hybrid Lamborghini  .Vol1  ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora