2: Primer contacto

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Aquellos hórridos lamentos se hacían cada vez más notorios. Ese híbrido se escuchaba como si se fuese a morir.
Puede sonar ilógico que, siendo hijo de la persona que les dio origen a los híbridos, nunca en mi vida he visto uno de cerca pese a mi cercanía con la zona neutral de la M.E, en donde se les permite a los desterrados estar el resto de sus vidas, si es que no prefieren antes irse a vivir al bosque.

Salgo de la ducha, y veo mi piel un tanto irritada por la lluvia ácida, presenta un color rojizo que no es de mi especial agrado, así que regreso hacia el garaje a buscar el botiquín de primeros auxilios, que mi madre instaló estratégica mente justo al lado de la puerta del gaje, antes de que se fuera a trabajar a América, pero eso ya es otra historia.
Lo abro con cuidado para evitar que la pequeña puerta se le desprenda a causa de la herrumbre, y con cuidado saco la bolsa de plástico que resguarda un envase redondo de pomada. Está fría y húmeda, pero aun así me la unto sobre mis quemaduras y pequeñas cortadas del brazo izquierdo, las cuales acabo de recordar que tenía.
Y ahí está de nuevo. Ese temible rugir desesperado por ser atendido, se escuchaba más cerca, ¿o a caso serán mis nervios? No lo sé y no me gustaría saber. Pero la duda persiste.
Aquel híbrido se escuchaba herido, pude identificar dolor en su grito.
Algo por dentro me dice que no haga nada, me quede en casa e intente descansar un poco, recuperando energía para el día de trabajo que me espera mañana, pero... hay algo más, que de alguna manera no puedo explicar, me hace sentir culpable.

Desde chico siempre me gustó salvar animalitos de la calle dejándolos entrar a casa, pero cuando regresaba de la escuela al día siguiente, mi mamá ya se había deshecho de él.
Sé que lo de allá afuera no era un perrito o un gatito, era un híbrido, una de las criaturas más peligrosas para el ser humano, principalmente por su comportamiento agresivo y territorial que suelen tener incluso con los de su misma especie. Simplemente no podía salir y ofrecerle una guarida para la lluvia ácida.

-No voy a salir a ayudarlo.- Dije para mí mismo.-...No debería, me causarían de traición a la M.E. o algo parecido si me ven ayudándolo. A demás, no sé cuál de las dos facciones lo exilió... es una lástima.-

Después de la gran guerra civil en que la Metrópoli Europea término expulsando de su ciudad a todos los híbridos, se crearon muchos grupos de estos seres, pero los más grandes, eran la comunidad Vortex, cuya ideología siempre fue el desprecio de la raza humana. Pero también estaba la comunidad Cilt, que si bien, no estaban en contra de los humanos, tampoco estaban a su favor. Era más que nada, una comunidad neutral entre las dos partes del problema, un grupo que tomó como lugar de estancia las ruinas de una ciudad aledaña a la nuestra, cuyas luces se han vuelto a ver hace unos pocos años en el horizonte. Se sabe que hay personas viviendo en Cilt, y que han conformado una ciudad próspera basada en el respeto hacia ambas especies, en la que híbridos como humanos, se encargan del gobierno.

Pero... no todo es perfecto en ambas ciudades, y hay ocasiones en que se tienen que tomar medidas drásticas. Si un individuo comete una falta grave a la ideología de la ciudad que reside, es exiliado y le es prohibido regresar, y es debidamente marcado para advertir a cualquier ser, llámese humano o híbrido y que se la piensen dos veces antes de ayudarlo.

Ahora bien (regresando al tema del híbrido afuera de mi casa), si éste es un exiliado de Vortex, eso significa que su única falta grave fue, quizá, ayudar a un humano, por lo cual no significaría un peligro potencial, al menos no por ahora.
Pero, si es un exiliado de Cilt... eso significaría que podría matarme si quiera me acercase a él.

Es por eso que prefiero no arriesgarme.

Vuelvo a escuchar al híbrido, pero su rugido no es igual de potente, parece como si se debilitara. Cada vez más tenue, más cansado, y con menor agonía. Lastimosamente, la única forma de saber con certeza que facción fue la que lo exilio es estando a diez metros de él o ella. Diez metros que el híbrido no tardaría ni un segundo en recorrer.

Hybrid Lamborghini  .Vol1  ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora