Capítulo IX

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Ana Melgar.

Pasaron dos semanas de que Alejandra no me hablaba, mañana era el último día de clases porque ya salíamos de vacaciones y pasábamos al último año de la Universidad.
Tenía que estar al corriente con mi canal y mis redes sociales porque los había dejando un poco abandonados después de esta saturación de trabajos, exámenes y proyectos, así que yo ya había planeado todo lo que iba realizar en la vacaciones mientras estaba en Miami con Luis y su familia, pero mi jefe del trabajo me llamó diciéndome que tenía que trabajar estas dos semanas en el Hotel que está asociado con nuestro restaurante, necesitando apoyo de meseros en los eventos de unos empresarios, y como mi jefe se mostró muy gentil me escogió a mi y a otros seis compañeros.

Así que yo hablé con Luis y él lo entendió, por fin pudo algo entender, porque después de tantas peleas tratadas sobre la situación económica él me dejó trabajar para yo poder tener mis propias gastos.

Y ahora estoy enfrente del computador editando el video que subiré el día de mañana, con mi celular grabé un pequeño video mostrado la pantalla de la computadora para que mis seguidores supieran que subiría un nuevo video, muchas personas comenzaban a contestar mi historia con mucho entusiasmo e incluso me preguntaban porque había desaparecido después de un largo tiempo y algunos les contestaba con un simple "Cosas" porque no había necesidad de dar tanta explicación. Mi celular sonó prendiendo la pantalla mostrando una notificación de WhatsApp de un mensaje de Ale, así que yo muy amable le contesté el mensaje, pasamos cierto tiempo platicando de distintas cosas pero sin retomar el tema de nosotras, hasta llegar al punto en donde me tuve que despedir de ella porque tendría que irme con Luis a una cena donde iban a estar presentes mis suegros y algunos empresarios, así que no les tenía que hacer el feo porque para ellos era importante que estuviéramos ahí por el cierre de un contrato. Algo que a mí no me incumbe, pero Luis decidió llevarme para presentarme con los socios como la novia del hijo del empresario más cotizado en todo Estados Unidos.

Así que por otra parte decidí irme a duchar tardandome media hora y salir para poder arreglarme con una falda de mezclilla, una blusa naranja y mis tenis estilo choclo, me puse algo de maquillaje y un poco de mi perfume, hasta que escuché el timbre de la casa sonar, al abrir note a mi novio con un traje color café claro lo cual lo hacía ser muy bien.

---- Amor... - Dije sonriendo y acercandome a él con intensión de besarlo, pero él me detuvo.

---- Eso te vas a llevar?.- Soltó de repente mientras me miraba de arriba hacia abajo.

---- Qué tiene?.

---- Ana, vamos a ir a una de las cenas más importantes para mi familia, no puedes salir así.

---- Pero... Ya me conocen tus papás y que me conozcan esas personas como soy.

---- Si pero no serías una buena impresión de tu parte como para mostrarte.... Así, como mi novia.- Cuando dijo eso sentí un pequeño golpe en mi pecho, yo bajé la mirada y me adentre nuevamente a la casa para irme a mi habitación.

---- Deja me cambio.- Dije mientras buscaba el vestido negro que tenía guardado en mi armario, era algo que no me gustaba usar pero ahora lo tenía que usar.

Salí a la sala mostrándome "elegante" lo cual obtuve la mirada de Luis en mi, que me miraba con lujuria y con una sonrisa en su rostro.

---- Te vez... Hermosa.- Dice mientras se acercaba a mi agarrandome de la cintura y depositando un beso en mis labios.---- Ahora si... Vámonos mi amor.- Dice cediendome el paso, me abrió la puerta de la casa y caminamos hacia el auto del chico que él muy caballeroso me abrió la puerta del copiloto, me senté y mientras Luis caminaba al otro lado del auto. Comencé a cuestionarme.

EL PODER DE CREER EN TI (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora