Capítulo XII (II)

1.6K 114 8
                                    

Alejandra pov.

Llegamos al lugar en donde la avioneta de mi padre se encontraba guardada, el otro chófer encargado de pilotear la avioneta comenzó a encender motores, nosotras dos nos subimos junto con Ubaldo para poder irnos, me senté en el asiento derecho mirando la ventana como comenzaba a moverse la avioneta.

Yo no podía creer todo lo que estaba pasando, mucho menos creer lo de Emi, mi padre no me dijo más porque tampoco sabía él que era lo que le había pasado solamente sabía que se había puesto mala y en un instante se había desmayado.

---- Chiqui.- Escuché el llamado de Ana en donde yo no quería voltear porque sabía que iba a llorar y no quería hacerlo.
Supongo que ella entendió porque no volvió a llamarme, solamente acarició mi hombro como dando una señal de que ella está ahí para mi. No podré negar de que realmente me siento muy mal, de que algunas lágrimas si se escapaban de mis ojos, pero quería ser fuerte, demostrar que no estoy tan rota, quiero llegar al hospital y ver a mi hermana en dónde le demuestre la valentía y la fuerza para poder echarle ganas y salir de esta, porque yo sé que ella es fuerte, ella me lo ha demostrado... es más me lo ha enseñado, porque sin ella sería más frágil de lo que soy aunque aparente otra cosa.

Agarre mi celular y me metí a Twitter en donde hice una publicación de tres emojis. (💪🏼❤️🙏🏼) lo configuré de la manera en que nadie pueda comentar porque sé que sacaran muchas especulaciones y ahora no quiero nada de eso. Guardé nuevamente el celular y me recargue en el pequeño cojín del asiento.

---- Ale... Necesito que descanses.- Dijo Ana con un tono de voz suave, yo no le respondí pero supongo que ella tenía razón, porque aproximadamente son 9 o 10 horas de aquí a Culiacán, así que sí, trataré de descansar lo mejor que pueda.

...

Una luz que pegaba en mi rostro hizo que abriera los ojos poco a poco, los rayos del sol me hicieron reaccionar de inmediato que ya había amanecido y sobre todo que ya estábamos en Culiacán, la avioneta comenzó aterrizar poco a poco entre la pista hasta lograr el aterrizaje con éxito.

Agarré mis cosas y lo único que hice fue levantarme y correr a la puerta, Ubaldo se acercó abriendo la puerta dejando mostrar el aeropuerto, las escaleras comenzaron a bajar poco a poco hasta llegar al suelo, bajé rápidamente comenzando a caminar hasta que Ana me detuvo.

----- Ale... Tranquila.

----- No me pidas que me tranquilice Ana Cristina... Mi hermana está en el puto hospital sin saber el jodido motivo.- Dije con el tono de voz alta y quebrada.

----- Yo sé que si Ale, pero necesitas tranquilizarte, así no vas a lograr nada.- Ana se acercó a mi tomando de mis mejillas con sus manos.---- Ella te necesita y eso lo sabes... Pero no quieres que ella esté triste por verte triste, mejor ve tranquila y respira...- Solté unas pequeñas lágrimas lo cual ella las limpió.---- Vamos al auto.- Ana agarró mi mano y caminamos hasta entrar al aeropuerto, caminamos entre la multitud pero entre ellos se acercaban personas que querían fotos y algunos autógrafos de nosotras, pero me detuve cuando ya no nos permitían caminar porque ya nos habían encerrado para pedirnos fotos.

----- Chicos... Por favor no queremos ser groseras pero no queremos que nos graben y tampoco queremos fotos ahora, tenemos una situación demasiado delicado y necesitamos correr a ese lugar.- Dice Ana con el tono de voz alto pero sin escucharse molesta y por suerte las plebes entendieron, nos dieron paso y caminamos hacia la salida.

----- Les juro que va ver recompensa, pero necesitamos irnos... - Dije mientras seguía caminando con algunos seguidores a nuestro lado.

----- Estén atentos en nuestras redes sociales.-Terminó de decir Ana, hasta que Ubaldo nos abrió la puerta del coche, nos adentramos y Ubaldo corrió hacia el volante.

EL PODER DE CREER EN TI (Editando) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora