Capítulo 11

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-Ya nos encontramos desayunando papá...si.... llegare... adiós-dice colgando su celular para luego dejarlo al lado de su tazón de cereal con leche.

- ¿Padres preocupados?-dice Gabriela sentándose la silla de aquella isla preparándose su tazón de cereal.

-Si-dándose una buena cucharada de ese simple magnífico desayuno.

-Lo genial es que mi rara hermana y yo no tenemos esos problemas-dice haciendo gestos con el cubierto cosa que hizo que Sara riera.

Ya se encontraban ambas colocándose el cinturón de seguridad del auto de Gabriela, ya al colocarse lo Gabriela dice algo que Sara no quiso oír solo pensaba «no quiero ir a casa».

-Anoche fue la mejor fiesta de todas y tengo el número de ese chico e inclusive tenemos cita mañana-dice aplaudiendo emocionada pero al notar que Sara no mostraba ninguna emoción decide darle un pequeño y sube pellizco en su brazo, cosa que hizo que volviera a la vida con un gritico de dolor.

-Gabriela ¿estás loca?, ¿Por qué haces eso?-dice acariciando el brazo que Gabriela habia pellizcado- mira tengo marca-dice mostrándole el lugar del pellizco.

-Ay si perdona-dice mirando el lugar donde la habia pellizcado-pero como no te veía animada-dice con un puchero.

-Está bien-dice acomodándose en el asiento de copiloto para mirar hacia la ventana, mientras Gabriela la mira unos segundos con sentimiento para luego encender el auto y comenzar a conducir hacia la casa de su mejor amiga...


Ya en unas cuantas cuadras a la casa de Sara, Gabriela mira a su amiga muy retraída mirando por la ventana cuando realmente ella es la que comienza el alboroto, decidida a romper el silencio.

- ¿a dónde crees que irán los fantasmas?

Eso por un momento hizo que Sara reaccionara parpadeando varias veces frunciendo el seño mientras se endereza para mirar a su amiga que habia formulado aquella pregunta.

- ¿Por qué la pregunta?-dice entre dientes.

-No lo sé-dice encogiéndose de hombros mientras espera el cambio del semáforo- pero ¿qué piensas tú?

-no lo sé.

Aunque en realidad si sabía, Habia visto y oído en su habitación el fantasma de Eric que pueda ser que sea parte de sus alucinaciones pero se veía y oía tan real.

Allí pudo visualizarse nuevamente en aquel diván blanco muy bien decorado, lleno de retratos de partes del cerebro humano y diplomas de universidades en aquellas paredes más allá esta su escritorio con su PC y muchos documentos para luego mirar una pequeña sala que se constituye de un gran librero donde guarda su información y muebles de cuero negro suave donde comienza su magia psicológica allí puedo mirar la psicóloga Marín sentada frente a ella con su libreta y pluma en mano diciéndole « Los delirios constituyen, por ser un fenómeno fascinante en la neuropsiquiatría especulativa pero desde un punto de vista clínico ya que Se definen los delirios como trastornos graves del pensamiento caracterizado por alucinaciones visuales o auditivas, desorientación global, alteraciones severas de la atención, de la percepción, de la función intelectual y afectiva, sobre todo al despertar»

-Sara-dice Gabriela tronándole los dedos- no me hagas volver a pellizcarte-dice frunciendo el seño mientras mira la carretera del vecindario.

-Ah-dice abriendo los ojos tratando de concentrarse en el momento.

- ¿Ah? Vamos dime ¿qué sucede contigo?-dice mirando a su amiga.

-No entenderías-dice corriéndose de asiento cruzándose de brazos.

- ¿ah?, ¿ahora soy tarada?-Dice ofendida.

-No es que seas tarada Gaby, solo que no se qué sucede conmigo.

-Pues explícame y seguro no soy tan tarada como piensas-ese comentario hizo reír mucho a Sara.

-No en serio, No es nada-dice secando su celular de su bolso.

Ya en casa recibe uno de los regaños más fuertes de toda su vida por parte de sus padres, ya que no habia avisado el día anterior a donde iría y con quien pero antes de oír mas decide levantarse del sillón de la sala de estar dejando a sus padres allí de pie con las palabras en sus bocas «tengo muchos problemas como para escuchar mas» pensó mientras sube las escaleras, ya en el pasillo pasa frente la habitación de su hermana menor Susy se detiene para luego volver y abrir un poco la puerta allí estaba ella en el alfombra jugando con sus juguetes eso hizo sonreír a Sara para luego cerrar un poco la puerta y caminar hacia su habitación donde ahora se sentía insegura de su cordura.

Entra cautelosa con pensamientos como «respira, respira, con calma, con calma, esto solo está en tu cabeza como dijo la psicóloga, él no es real» Ya adentro abre sus ojos y mira la habitación tal y como lo habia dejado el día anterior, la cama desecha, el armario con las puertas abiertas, unas cuantas blusas colocados sobre marco del espejo cuerpo completo; un suspiro de alivio se escapo de sus labios mientras su cuerpo se recuesta de la puerta «libre de estrés» se dijo para si misma.

Luego darse un baño colocarse ropa cómoda para estar en casa o mejor dicho en su habitación. Comienza a arreglarla un poco, ya habia tendido muy bien su cama, comienza quitar las blusas del espejo entero y llevarlas al armario cuando está quitando la ultima blusa mira de reojo el reflejo de una persona cuando se va a fijar en el reflejo de aquel espejo ya no estaba frunciendo el seño piensa «estrés largo», ya cuando lleva esa blusa al armario colocándole un gancho de ropa para luego colgarla oye un susurro en sus oído diciendo su nombre cosa que hizo que comenzara a palpitarle el corazón fuertemente como si quisiera escapar de ella «ahora no alucinaciones» dice entre dientes tomando la blusa que se le habia caído de la impresión «Sara» nuevamente escucha aquella voz ya enojada sale del armario gritando «Lárgate estrés junto con tus estúpidas alucinaciones, no necesito mas en mi vida como para que mi cabeza juegue con lo que es real y no»

-eso piensas ¿no soy real?

Sara se gira para mirar todo a su alrededor volverse negro.

-bum al suelo nuevamente- dice con voz cansada mirándola allí tendida.

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora