Capítulo 24

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Esa misma noche luego de que Stefan se apareciera de la nada en el parque «cuanto odio que lo haga; aunque hacia mucho que no lo ponía en práctica» pensó.

Sara se encuentra en el sofá de la sala de estar jugando muñecas con Susy mientras él camina de una esquina a la otra frente a ella hablando de su vida en Virginia «que realmente me sorprende» pensó. Los ojos de Sara viajan hacia Stefan para volver a su hermana constantemente hasta que...


– ¿Shara que miras?–dice mirándola frunciendo sus pequeñas cejas mientras abraza fuertemente su conejo de felpa que algunas vez le perteneció a Sara.


Sara parpadea varias veces para volver su mirada hacia Susy.


–Nada Su, ¿Por qué?–dice mirándola en ello escucha...


– ¿me estas poniendo atención?– dice también Stefan mirándola con sus brazos cruzados y haciendo un repiqueteo con su pie sobre el piso de madera que al parecer ella solo puede oír, Sara solo lo mira arqueando una ceja y vuelve su mirada a su hermanita para decirle.


–Cariño creo que ya es...–en ello escucha su madre bajar las escaleras terminar la frase "Hora de dormir" mientras la pequeña Susy niega con su cabeza.


–conejito ni yo tenemos sueño.


Luego que la Madre de Sara convenciera a la pequeña que ella y conejito deben estar bajo las sabanas y esta aceptase no muy convencida. Ya con Susy en brazos subiendo las escaleras también le dice a Sara que también ella tiene que ir a la cama y esta asiente para luego disponerse a levantar los juguetes que Susy ha dejado en el mueble pero al percatarse de que su madre no está cerca coloca los juguetes sobre la mesa de café al frente de ella y se deja caer sobre el sofá nuevamente.


–Y bien ¿Qué sucedió en Virginia?–dice mirándolo a él, Stefan sigue intacto con sus brazos cruzados frunciendo el ceño pero sin el repiqueteo sobre el suelo de madera–perdona ahora si te presto a...–Stefan resopla y gira sus ojos–prosigue por favor–Sara lo alienta.


–Bien–ladea la cabeza– esto sucedió...


Sara permanece inmóvil y con sus labios ligeramente abiertos o de vez en cuando frunce el ceño y niega con su cabeza en modo de desaprobación o asiente pero sin hablar ya que la historia de Stefan parece irreal « quién diría que él hubiera participado en vida en carreras clandestinas de motocicletas por buscar emoción a la cual gano muchas visitas a la estación policial. Y por perder una apuesta robo a quien había sido su mejor amigo y este lo mando a asesinar, por ello tuvo que huir y cambiarse el nombre, ¿Suena lógico?» se dijo así misma.

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora