Esa misma mañana en casa de la familia Rae. Jenny la Madre de Sara se encuentra levantándose de la cama que comparte con su esposo Mark desde hace más de dos década, ya de pie con sus pantuflas y conjunto de pijama y bata de seda mientras sus manos forman en su cabello un moño desaliñado escucha por el monitor para bebes, el llanto de su pequeña Susy.
Ya con ella en brazos decide bajar las escaleras para dirigirse al comienzo de la rutina diaria llamada "Cocina", colocando a Susy en su silla para comer y comenzando a preparar el desayuno de esa mañana...
Mark, papa divisando la agenda de su celular que esta atestada de reuniones y conferencias, ya que él es director de una muy importante empresa del estado. Ya mentalizado con sus deberes del día, decide entrar al baño y darse un relajante baño antes de colocarse su traje costoso muy bien planchado y con aroma a lavanda.
Ya papa saliendo de la habitación diciendo –Si amor– en ello atraviesa el pasillo dejando atrás las fotos familiares actuales y no tanto hasta llegar a la puerta de la habitación de su hija mayor Sara, con sus nodillos pálidos toca la puerta característicamente como todas las mañana diciendo "Es hora del desayuno".
Ya en la mesa de desayuno Mark besa la pequeña frente de Susy que esta solo juega distraída con cubiertos para niños, para luego besar a su esposa Jenny y tomar asiento para comenzar a leer el periódico mientras Jenny coloca frente a él su taza de café hirviente y este asiente en forma de "Gracias".
Así transcurre el desayuno como todas las mañana aunque con aires de cambio, que los padres no notaron en su tiempo hasta que...
– ¿Sara se habrá quedado dormida o no planea ir al Collins?–dice Mark dando un bocado a su pan tostado.
–No lo creo, Sara no es así...–dice Jenny luego de tomar su jugo de naranja.
–Hmmm... Pues se retrasa–dice mirando la hora de su reloj de muñeca.
Luego de notar que Sara no hace acto de presencia en el desayuno y evitando pensar en lo peor llega a la habitación de esta toca la puerta en espera de alguna disculpa como lo es "me quede dormida, por estudiar hasta tarde para alguna prueba" pero no es así con decisión toma el picaporte al girarlo se encuentran con la habitación vacía, ni un rastro de su hija en aquella habitación pintada de color azul como el cielo, con aves de colores brillante, nubes blancas y algodonadas. No es inusual que Sara salga sin avisar pero no en días de escuela.
Ya con ira saca su celular de sus bolsillos del pantalón, con él en mano busca el contactos el nombre su hija "Sari" al dar tono decide esperar.....
Sara se encuentra mirando la ventana aburrida el "paisaje" de árboles corriendo mientras el bus avanza a Virginia, ella nota el cielo ligeramente grisáceo mientras su compañero Stefan no para de parlotear sobre su plan que pondrán ambos en píe cuando bajaran a tierra firme. En ello un sonido y vibro proveniente de su bolsillo del suéter que usa logro callar a Stefan, esta lo saca frunciendo el ceño cuando lee llamada entrante "Papi" sus ojos se abren en par en par no duda en balbucear.
–ya se dieron cuenta.
–Sara–dice exasperado– ¿no te dije que tiraras ese estúpido teléfono en la basura?
En casa Jenny está nerviosa al notar que su esposo Mark niega con su cabeza en modo desaprobatorio en la forma en que las llamadas no son contestadas inclusive el celular fue apagado. Ya furioso y confundido por la actitud de su hija, decide llamar a todos sus amigos o al menos los que él y Jenny conocen, Mientras su esposa con la pequeña en brazos mira algo inusual que reposa sobre la almohada de la cama, se aleja de su marido y entra a la habitación, al llegar a la cama toma la nota y rápidamente la desdobla para luego leer algo que nunca podría imaginar que su hija podría escribir y mucho menos hacer... Dejando a su pequeña sentada sobre la cama, corre rápidamente hacia al armario, mira faltante unas cuantas prendas pero nada alarmante, Mark la mira frunciendo el ceño con su celular pegado a la oreja hasta que oye de su esposa las palabras más aterradoras del mundo.
–Mark llama a la policía–dice ya con lágrimas amenazando con salir– Sara ha huido.
Ya Sara se encuentra ya bajando del bus sintiéndose mareada por el sentimiento de culpa horas antes había apagado su celular y sabe que es preocupante para sus padres ya que ya habrán encontrado su nota, la ropa faltante y la maleta que ya no está.
Ya con su maleta en manos decide caminar al baño sin antes decirle a Stefan que no se mueva del lugar, que la espere y este de en respuesta su comentario sarcástico, ya en el baño vacío deja la maleta sobre la cómoda del lavamanos y dirige su mirada al espejo viendo al reflejo frente a ella, una chica, pálida, con ojeras, sus cabellos sujeto a una coleta desaliñada, cara hambrienta, sus ojos cristalizados y cansados «un completo desastre» piensa mientras abre la llave del agua y mira esta correr mete sus manos y la pasa por su rostro y parte trasera de su cuello refrescándose un poco, alejando la sensación que la abruma.
Luego de salir del baño con sus ojos llorosos, Stefan pregunta "¿lo hiciste?" y esta asiente en respuesta.
Ambos en el taxi Stefan mira todo a su alrededor con gran entusiasmo y comenta de vez en cuando mientras Sara solo solloza en silencio mirando por la ventana, ella sabe que esto es una locura porque eso es lo que es este plan de locos, «aun no puede creer que abandono su hogar, amigos, familia, empleo, universidad, celular todo por ¿Salvarlo?» pensó quitando sus lágrimas para enfocar su mirada en aquellas calles de Blacksburg ligeramente transitadas por personas que entran y salen de tiendas o caminando hacia sus empleos, colegios, o a casa. Ella misma no puede creer que está en un estado diferente, se quedará en una casa diferente, sin saber que haría ahora o mañana con su vida « ¡¿qué!?» pensó a gritos se siente tan frustrada, tan cansada por el viaje –fuerza necesito fuerza– susurra mientras toma el dije del collar que le ha obsequiado mama Vudú.
– ¡Llegamos!–grita Stefan eufórico–Sara, Sara ¡despierta!, ¡Dile que se detenga!
Sara abre sus ojos de golpe al oírlo.
– ¡Deténgase por favor!– grita ya al borde de la cólera tanto así que el auto se detuvo en seco y Stefan se queda en silencio y frunciendo el ceño al verla así por primera vez luego de mucho tiempo.
Luego de pagar el taxi y disculparse por enésima vez con el hombre que no tiene consentimiento de lo que le está pasando a ella.
Ya bajándose del taxi diviso a su frente una casa blanca tipo victoriana de dos plantas que Stefan alguna vez llamo hogar....
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SÁLVAME
RandomEs estraño lo que pienso contar lo sé pensaran Sara esta loca o pobre esta afectada por la perdida de su queridisimo novio con el tono de lastima tan caracteristico pero no, no es asi bueno al principio antes de saber quien realmente era él pero aho...