Capítulo 28

17 4 8
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



En casa de la familia Rae nadie ha logrado pegar un ojo en toda la noche en realidad si la pequeña Susy allí en su cuna dormida plácidamente ya que no se percata lo abrumados que están sus padres o ¿tal vez si?


El día Anterior los padres junto a la policía local se habían puesto en contacto con todos los amigos del instituto, con personal de la cafetería local donde ella trabaja y Clases de defensa personal que sus padres ni idea tenían que ella tomaba. Luego de que la única razón que dieran de ella fuera que había renunciado hace dos días eso hacia crecer más aun su ganas de encontrarla y que diera una buena explicación sobre lo sucedido.


Esa mañana Mark, Papa no ha ido a trabajar solo está allí sentado en el sofá de la sala de estar con su celular pegado a la oreja infringiendo presión a la policía local sobre el caso de su hija desaparecida para que estos solo dieran respuesta «que no se preocuparan ya que es catalogada ahora como adulta ya tiene control de sus actos, volverá pronto» pero lo que Mark y Jenny saben que ella su hija Sara debe de temerle a algo o a alguien para tomar aquella decisión de tomar clases de defensa personal y más aún huir.


Su madre no deja de pensar si esa situación llego gracias a los episodios de hacía varios meses cuando sucedió la muerte de Eric y esta diera a entender que le hablaba.


Ellos nunca le dijeron estos hechos a la policía local porque saben de primera mano la catalogarían fuera de la realidad como ellos algunas veces pensaron que era.


– ¿Dónde estás Sara, Donde estas hija?–dijo Jenny mirando a la calle por la ventana mientras sostiene una taza hirviente de café bien cargado mientras Mark le entrega la Laptop de Sara aun agente que le revisara sus accesos a la web o algo que de una pista de donde pueda estar.




Sara lista aunque un poco dudosa de salir de aquella habitación de aquella casa extraña, no es nada raro siempre ha sido así de pequeña ser temerosa en lugares nuevos «no tienes por qué preocuparte, no tienes por qué preocuparte» piensa repetidas veces allí frente a la puerta con su mano extendida a pocos centímetros del picaporte.


Ya luego de tanta fuerza de "Voluntad" allí está en el comedor junto a Anna desayunando en silencio bueno por parte de Sara ya que Anna le hace preguntas mientras ella solo se dedica asentir, negar, o simplemente dar respuestas cortas pero concisas claro esta...

SÁLVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora