Es estraño lo que pienso contar lo sé pensaran Sara esta loca o pobre esta afectada por la perdida de su queridisimo novio con el tono de lastima tan caracteristico pero no, no es asi bueno al principio antes de saber quien realmente era él pero aho...
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Stefan no sabe muy bien cómo pero no se va a rendir.
Esa mañana él está allí sentado en los peldaños de la escaleras que conducen a las habitaciones esperando que su madre se termine de arreglar para ir a su empleo a los cuales a él parece horas «mujeres y sus asuntos de belleza» piensa con arrogancia para luego ser llamado, se gira un poco y allí esta como siempre radiante al principio de la escalera... Sara.
–Hey ¿qué haces allí tan quieto?
–espero....
Luego de ser atravesado por su madre y esperar aún más que esta terminara de desayunar... Ya se encuentra embarcado en el auto donde está esperando que nada más arrancase para comenzar con lo que más o menos tiene planeado.
Ya en las calles de ese pueblo infestado de tráfico y cafeterías repletas de personas esperando por su tan anhelado café expreso o como los prefieran, recién hecho y servido. Stefan observa a su madre conducir desde el asiento trasero se ha tomado muy bien el papel de polizonte porque prefiere quedarse oculto aunque es tonto por razones obvias ella no puede verlo ni mucho menos oírlo pero aun si prefiere quedarse callado y observar.
Desde la ventana él mira la fachada de su antiguo instituto solo lo observa con desdén realmente muy poco asistió allí, la escuela para él no era importante nunca lo fue lo intento varias veces por su madre pero a la final.
–caso perdido.
Luego de varias paradas gracias a los semáforos Stefan decide dejar a su madre para caminar hacia lo que sería una pequeña zona de edificios donde había ido con Sara. Ese día no le dieron respuestas sobre el paradero de Andrew pero ya sabiendo que solo es una vil mentira decide actuar.
Ya adentro en el vestíbulo mira personas salir del ascensor Stefan corre para llegar antes de que esta se cierre. Al lograrlo lo primero que hace es ver el espejo donde él no se refleja así mismo, resopla con fuerza y con su mirada encuentra los botones del ascensor sin apartar la mirada de ellos estira su delgado dedo índice.
Luego de meditar cual pulsar primero ya que no está seguro de cuál es el piso ya que muy pocas veces había oído de aquel departamento solo sabe que él vivía en ese edificio.
