Es estraño lo que pienso contar lo sé pensaran Sara esta loca o pobre esta afectada por la perdida de su queridisimo novio con el tono de lastima tan caracteristico pero no, no es asi bueno al principio antes de saber quien realmente era él pero aho...
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Sara sigue asistiendo al Collins, cafetería, clases de defensa personal y otras actividades con amigos y familia.
Todo avanza normalmente, todo se mantiene aún en secreto esperando el día pactado para poner todo en píe aunque algo en su interior pide a gritos « ¡más tiempo!» Pero sabe que no puede está atada a esa promesa. « ¿Que podría pasar en Virginia?» Eso hizo que ella quisiera tomar pequeñas precauciones por ello decide ir a la pequeña tienda de consultas de Mama Vudú y esta se sorprendiese aunque había afirmado que lo había visto con anterioridad en su mazo con cartas.
Luego de que le leyera el futuro a Sara y darle visto que tendría que pasar por muchas dudas, lagrimas, peligros, viajes para encontrar la paz de ese joven. Decide obsequiarle protección vuelta collar, es un collar de plata con una piedra azul que según Mama Vudú canaliza la fuerza porque eso es lo que necesitaría de ahora en adelante mucha FUERZA.
Sara se encuentra en su habitación mirando todo a su alrededor con añoranza, Stefan solo la observa sin decir una palabra. Ella toca sus pertenecías como si fueran a desaparecer.
Esa mañana se supone Sara debe haber hecho lo rutinario como siempre al oír la música de la emisora local en su radio-despertador pero esta vez se queda allí tendida mirando el techo azul y de vez en cuando su ventana, Stefan le pide a gritos que se levantará actuara natural como todos los días, que siguiera con el plan.
Así pasan minutos cuando a ella le pareció horas, oye el tocar de puerta muy característico de su padre, y con un gran suspiro se levanta apaga la música con simplemente pulsar el botón, estira sus brazos a lo alto y al frente para luego colocarse sus pantuflas de patitos y arrastrar los pies hacia al baño. Ya lista entra a su vestidor donde escoge una ropa sencilla y poco colorida ya que no está de muchos ánimos. Al ya estar vestida maquillada y peinada, sale de su habitación con su mochila llena de libros del Collins, al pasar por el pasillo diviso las fotografías familiares y no pudo evitar que sus labios con brillo labial se curvean en forma de una pequeña sonrisa y sus ojos quisieran soltar lágrimas, pero como pudo se contuvo al llevar su mano izquierda al dije del collar que le ha dado Mama Vudú.
–Fuerza, necesito fuerza – se dijo a sí misma.
Ya en el comedor mama sirve el desayuno como siempre mientras papa lee el periódico local mientras le da una probada a su taza de café, gira su mirada y mira a su pequeña hermana sentada en su silla para comer desayunando con sus pequeños cubiertos para niños, su mirada ahora viaja a su madre sentándose en la mesa articulando palabras que Sara no puede oír y menos entender solo puede ver que ese desayuno es la cosa más maravillosa que se puede tener.
