CAPITULO 11: EL PADRE

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-Sí, tu padre- decía Julia.

Tony se sentía desorientado, casi cae al piso desmayado. Se sentía como Luke Skywalker en Star wars, en esa escena donde Darth vader le dice que es su padre, esa escena donde todo el mundo cinematográfico explotó al igual que el mundo de los nerds y los geeks. Pero este momento era diferente para Tony, él nunca había escuchado nada de su padre, su madre nunca le hablaba de él, siempre que de niño le preguntaba sobre su padre Julia le cambiaba el tema de conversación o simplemente decía que de eso ella no quería hablar o que se sentía enferma. Tony era solo un niño, no comprendía la actitud de su madre.

Tony se sienta, con un gran dolor de cabeza.

-¿Por qué nunca me hablaste de mi padre?

-No podía.

-¡¿Cómo que no podías?!

-Eras solo un niño no ibas a entender nada de lo que te decía, además no quería verte sufrir.

-¿Sufrir?- decía Tony mientras se golpeaba fuertemente el pecho –De niño pensaba que había no tenía padre, que había nacido solo con mi mamá y ya, le decía eso a mis amigos y se burlaban de mí.

-Al hablarte de él también implicaba hablarte de la libreta, y era eso lo que no quería.

-Ya ni siquiera puedo tener confianza en mi propia madre- decía Tony decepcionado.

-No digas eso, me hieres el corazón.

-Corazón es lo que te falta por haberme ocultado todos estos años a mi padre.

-Pero solo déjame contarte la historia para que sepas lo que realmente sucedió.

-De acuerdo, prosigue.

-La primera vez que lo vi estaba en la universidad, era el primer día, estaba súper nerviosa, cuando entre vi que todo era muy grande, vi un pasillo largo, estaba perdida así que le pregunté a una señora que estaba barriendo, donde podría encontrar el salón 3b, ella decía que subiera unas escaleras siguiera derecho y fuera a la izquierda, contenta le agradecí.

>>Hice exactamente lo que ella me dijo y efectivamente llegué al curso, al entrar vi algunas personas sentadas, no había muchas personas pero mayormente había mujeres.

-Entonces me hubiera gustado ese curso- le interrumpió Tony menos furioso.

-Me senté nerviosa en mi silla, y un hombre calvo, un poco gordo con traje y una fea corbata de vaquero entró en el curso, con cara de pocos amigos.

>>Todos se pusieron nerviosos al verlo, sin decir palabra alguna todas las personas en el curso se sentaron. “Estamos en el curso de historia avanzada- decía el profesor –pero primero para saber de historia necesitamos…”, antes de terminar entro un muchacho despeinado, con ojeras y con un atuendo deportivo horrendo, pero para mí era hermoso a pesar de estar de esa manera. “¿Cómo es su nombre?”- le preguntaba el profesor, “Wallace señor, Wallace Brown”- decía con una gran sonrisa de oreja a oreja mientras le estrechaba la mano al profesor para saludarlo, él sin siquiera mirarle la mano lo mandó a sentar. “Como les iba diciendo, antes de adentrarnos en la historia fuerte, necesitamos hablar  de los superficial, es decir, necesitamos retro alimentarnos de algo de cultura general, hablar sobre curiosidades en nuestra historia humana, saber el ¿Por qué? de las cosas que vemos a diario, costumbres que tenemos y no sabemos por qué las hacemos, costumbres y hábitos de otra culturas que para ellos es normal pero para nosotros es algo raro, distinto y hasta asqueroso”. “Podría darnos un ejemplo profesor”- dijo Wallace fue la primera vez que escuche su voz. “Claro Wallace, sabías que una tribu originaria de Venezuela y Brasil  llamados Yanomani ingieren las cenizas de los muertos con el fin de salvar sus almas, está prohibido mantener cualquier parte de la persona fallecida, y el cuerpo es cremado inmediatamente, luego se consumen las cenizas. Fuerza, prosperidad y valentía acompañarán al espíritu del muerto a través del camino hacía el más allá, ahora eso para ellos es una costumbre normal como para nosotros es comer de desayuno huevos y tostadas pero ¿Ustedes se comerían las cenizas de un familiar fallecido?”- decía el profesor.

Yo soy ShermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora