-Abuelo, ¿Te sientes mejor?- preguntó Tony.
-Sí Tony.
-¿Por qué te ves tan asustado?
-No leas eso Tony.
-¿No lea qué?
-Esa libreta que tienes en la mano- le decía su abuelo mientras se alejaba.
-¿Qué tiene de malo?
-Tony… yo
-¿Qué abuelo?
-Yo…
El abuelo comenzó a tener una respiración pesada y forzosa.
-¡Abuelo!
-¡Me está pasando lo mismo que a él!- gritaba el abuelo.
-¿A qué te refieres?
-¡No lo hagas Tony!
-¿Hacer qué?
-Fue por culpa de eso- decía el abuelo mientras señalaba la libreta.
-Es solo una libreta abuelo, no entiendo tu preocupación.
-Sálvate Tony.
-¡¿Salvarme de qué?!
El abuelo de nuevo tuvo una respiración normal y se recostó a su cama, mientras miraba a Tony con tranquilidad.
-Abuelo, ¿Me escuchas?
-¿Está tu abuela aquí?- preguntó el abuelo con tranquilidad.
-No, salió a comprar algo de comida.
-Que bien.
-¿Por qué?
-Necesito decirte algo.
-Bueno sí que me tienes que explicar varias cosas.
-¿A qué te refieres?
-Hace unos segundos te pusiste medio loco y comenzaste a advertirme cosas.
-¿En serio?
-Sí.
El abuelo voltea un poco la cara y nota que la libreta reposa en la silla reclino matica que tenía desde hace diez años.
-¿Quién sacó eso?- pregunta el abuelo.
-Yo.
-¿Por qué lo hiciste?
-Porque quería leerlo, ¿Cuál es el problema?
-Siéntate a mi lado- decía el abuelo –te voy a contar una historia.
-De acuerdo.
-Cuando tenía unos veinte años y estaba en la guerra contra Vietnam, estaba matando a algunos bastardos ahí, vi que al compañero que estaba al lado mío lo mataron, así que decidí refugiarme. Salí corriendo mientras agachaba la cabeza para que ninguna bala me diera, me escondí detrás de un gran árbol, ya que no lograba encontrar nada, me quedé ahí unos minutos, luego escucho un ruido raro y me pongo en guardia, veo que se mueven unos matorrales y apunto a ese lugar. Sigo esperando listo para disparar, hasta que noto que sale una niña rubia y de ojos azules, pero se veía agotada y muy delgada, a punto de morirse. Veo que ella me mira pero no muestra nada de miedo hacia mi arma ni a la guerra que estaba pasando atrás de nosotros, me quita la mirada y va caminando a su izquierda y llega a una pequeña casucha todo destruida por los tiros, pero aún tenía el techo, la seguí hasta estar atrás suyo. En ese lugar no había nadie, solo ella y yo, ella voltea y me mira y lo único que logra decir es: “Tengo mucha sed”. Inmediatamente baje mi maleta y le di mi botella de agua, se la tomó toda, noté que bajo su brazo tenía la libreta, le pregunté por ella: “¿Qué es eso que tienes bajo el brazo?”, la niña se me queda mirando y me dice: “Es un libro muy interesante, te lo daré como recompensa por haberme dado agua”. “Pues gracias”, le respondí.
-Eso fue muy raro- dijo Tony.
-Recibí la libreta, le quise preguntar de dónde sacó eso, pero apenas me la dio sonrió y salió corriendo.
-¿No le dio ninguna bala?
-Ninguna.
-Que loco.
-Cierto.
-Una pregunta.
-Dime.
-¿Por qué estaba metido en una bolsa de papel?
-Lo metí ahí para que nadie lo viera.
-¿Por qué?
-Tú te darás cuenta en el futuro.
-¿Qué quieres decir?
-Esa libreta ya no me pertenece, es tuya ahora, por eso no quería que nadie la viera, pero tu como eres tan metiche.
-Bueno no lo leeré y ya.
-Es imposible.
-¿Por qué?
-Ya te lo dije que lo verás en el futuro, en ese horrible futuro que no quería para ti, pero fuiste muy tonto y lo leíste, hiciste algo muy estúpido.
-¿Cómo hago para deshacerme de esto?
-No lo puedes botar, no lo puedes quemar, no lo puedes cortar, lo único que puedes hacer es dárselo a alguien y la persona que solo toque la lija ya le pertenece la libreta.
-Bueno déjame y se lo doy a alguien.
-Espera.
-¿Qué?
-No es así de fácil, antes tienes que leerlo más, pero nunca llegues al final.
-¿Qué pasa si llego al final?
-No lo sé, pero te aseguro que no es nada bonito.
-¿Tu llegaste al final?
-Estuve en las ultimas hojas, y mira lo que me hizo.
-¿Fue el libro el que te hizo enfermar?
-Sí.
-Pero tu acaso no lo leíste cuando estabas en la guerra.
-Ni siquiera lo abrí, hace unos años, cuando ya estaba viejo fue que lo comencé a leer, me pareció tan interesante que seguí leyendo aun estando enfermo, hasta que me di cuenta del causante de mi enfermedad.
-¿La libreta?
-Sí.
-¿Y la niña?
-¿Qué pasa con ella?
-¿Ella es la creadora de esto?
-No es ella.
-¿Entonces quién?
-Sherman.
-¿Quién era él?
-Léelo y lo conocerás, lo único que de nuevo te advierto es que no lo leas hasta el final- decía el abuelo mientras volteaba la cara –ahora vete quiero dormir un poco.
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Yo soy Sherman
Mystery / ThrillerTony llega a casa de su abuelo para verlo compadeciendo una enfermedad, luego nota algo muy extraño en su biblioteca, una libreta cubierta de lija que en la portada dice Yo soy Sherman, la cual contiene contenido muy raro y misterioso. Es una clase...