House of H (invisible string, vol. III) - Sterek/Steter

Epilogue

- ¿Nate?, ¿qué estás haciendo?

El ángel golpeó la puerta del chico por segunda vez, Liam había llegado y lo llevó rápido hasta su cuarto. Todos en la mansión pensaban que simplemente estaban teniendo un tiempo "a solas", pero no escuchaban ningún ruido. El chico había puesto un campo de sonido en su cuarto, pero no había nada que Stiles no pudiera romper.

El ángel rompió el bloqueo de sonido y el seguro de la puerta y se sorprendió con lo que vió.

- Nate. - susurró.

El chico tenía sus brazos estirados y sus manos iluminadas mientras un portal a otra dimensión se abría.
- Hijo, sabes que ya no podemos interferir en la otra dimensión. - dijo mientras se agachaba para tomar sus hombros.
Liam tenía la cabeza agachada mirando sus pies.
- Se lo dije, pero no quiso escucharme.
- Tío Mitch no se siente feliz.
- Lo sé, cariño, pero no podemos hacer nada. Si él quiere volver, lo va a hacer porque él quiere.

El chico cerró el portal mientras agachaba su cabeza.
- No quiero que sea infeliz, no quiero que viva triste.
- Lo sé, mi amor.
- ¿Qué pasa aquí? - sonrió Derek sostenido en el marco de la puerta.
- Nate extraña a Mitch. - dijo el ángel sonriendo.

Derek se agachó a un lado del chico también, mientras le revolvía el cabello.
- No lo conocí mucho, pero supongo que era igual que Stiles. Fuerte, valiente y poniendo su vida por la de los demás.
- Además, Peter lo está cuidando, lo sabes. - agregó el ángel. - Sabes lo feliz que le hace sentir.
- Lo sé. - dijo el chico sonriendo.
- Por eso no podemos interferir con su mundo, él estará bien.

Stiles observó el cielo por la ventana mientras sonreía y ponía su cabeza en el hombro de Derek.
- No sabes lo mucho que le agradezco por haberme traído a mi familia de vuelta. Me trajo paz.
Derek besó la cabeza del ángel y acarició su rostro.
- Si quieren faltar a la universidad, será mejor que llamen a su profesor y luego hacemos tarde de películas.

El chico rodó los ojos sonriendo.
- Si Peter va a traer al tío Chris, será mejor que vayan a su cuarto y vean otra película, siempre hablan en las mejores partes. - se quejó el chico.
El ángel rió y los cuatro se levantaron para bajar al living.

Habían pasado cuatro años desde la batalla final. Cuatro años en los que Mieczyslaw sentía que su energía se estancaba, pero cada vez que volvía a casa, Peter le recibía con una sonrisa que le decía que todo estaba bien, que ambos estaban bien

Había dejado de hablar con todos, ya que, cada vez que le hablaban, el chico podía escuchar sus pensamientos. Ahora se encontraba sentado y flotando mientras manejaba sus poderes sin hacer nada en particular.

Peter entró a la cabaña y observó la escena.
- ¿Qué pasó está vez?
- Scott y Isaac, son betas de Derek y recién hoy me enteré cuando hablé con ellos.
- Pequeño...
- Las únicas personas que han sido leales a mí han sido tú y David.
- ¿Qué hay de tu padre?
- Bajo la supervisión de Derek. Sabes que prefiere que esté con el psicópata a que esté feliz contigo.
- Mitch, tu padre solo tiene miedo...
- No, está siendo egoísta y yo no voy a soportar esto ni un segundo más.

El chico tocó el suelo y salió para ir volando hasta la empresa de Derek. Cayó en el suelo y no le importó las miradas y susurros curiosos de las personas mientras entraba.

- Hey, no puede entrar sin autorización. - dijo el secretario mientras tenía el teléfono en la oreja.
- Él sabe que estoy acá.

El chico empujó la puerta con sus poderes y entró para subir hasta el último piso. Todas las miradas curiosas estaban sobre él mientras se abría paso hasta llegar a la oficina de Derek, la cual, rompió con solo un movimiento de su mano.