La mente de Shizune se sumergió en la confusión – Por la forma en que la Señorita Hanare mira a Lord Hokage, es obvio que lo ama demasiado. . . ¿Por qué permitió que otra mujer tuviera al hijo de su novio? – Aún más extraño fue el hecho de que el Clan Hatake la buscara para ser la madre sustituta en ese entonces – Con lo poderoso que es el Clan ¿qué mujer no se arrojaría a Lord Hokage y tendría un hijo para él? ¿Por qué tuvo que usar tal método? ¿Y buscarme específicamente para eso?
Todo en su mente era un mar de preguntas sin respuestas claras. . .
Señorita Shizune ¿está usted detrás de la puerta? – una voz suave la devolvió a la realidad.
Al concentrarse en su entorno ella se dio cuenta que estaba de pie fuera de la habitación de su pequeño niño, de pronto empujo la puerta y entro, solo para ver al niño sentado en la cama, viéndola con sus relucientes ojos negros, su corazón se ablandó y se acercó para entregarle el obsequio.
Tome su obsequio –
¡No lo quiero! – ni si quiera le dio una mirada a la pequeña caja, solo se dejó caer hacia atrás haciendo pucheros – Acompáñeme hasta que me duerma ¡No tiene permitido retirarse antes!
Muy bien – Ella colocó el obsequio en la mesita de noche antes de acercarse y arroparlo – Descanse ahora ¿Quiere que le lea una historia o le cante una canción de cuna? –
¡Ah! ¿Piensa que soy un niño? ¡Claro que no! – La rechazó con firmeza, pero había un intenso anhelo dentro de él – Los niños con mamá pueden disfrutar una canción o una historia antes de dormir.
¿No es precisamente un niño? –
Ya tengo cinco años ¡así que ya no soy un niño! –
Al ver al niño abriendo sus ojos y mirándola fijamente, ella se sonrió y atenuó la luz.
Está bien, está bien, ya no es un niño. Ahora vaya a dormir –
El pequeño Akashi cerró sus ojos de nuevo, pero no se olvidó de recordarle:
No tiene permitido irse –
No me voy a ir – prometió Shizune con ternura, mientras le daba palmaditas en el pecho sobre la manta y le tarareaba una canción de cuna, la canción resonaba en la noche tranquila y llena de ternura maternal.
Akashi sonreía lleno de satisfacción y se fue durmiendo poco a poco. Al ver al niño dormido, sus ojos se llenaron de lágrimas y brillaron a causa de estas, había pasado poco más de un mes desde la muerte de su maestra, por fin se sintió bien una vez más.
Esto es agradable, mientras pueda estar con mi hijo, nada más importa. –
Sin embargo, con toda su atención enfocada en su hijo, Shizune no se dio cuenta de que Kakashi estaba de pie junto a la puerta entreabierta, mirándola con una expresión de sentimientos encontrados.
Las siguientes dos semanas transcurrieron con tranquilidad, al principio Akashi fue crítico y desdeñoso con ella, pero cuando vio que no estaba irritada ni enfadada, ya no le interesó hacerlo después de unos días, al contrario Shizune disfrutaba de cada segundo que pasaba con el niño, se había familiarizado con su temperamento y personalidad, haciéndole compañía durante risas y lágrimas.
Tal vez al sentir su sinceridad Akashi comenzó a confiar en ella más y más, sin embargo cuando se trataba de Kakashi, aunque se veían todos los días, Shizune lo evadía deliberadamente, así que no había mucha interacción entre ellos.
La vida era más tranquila de lo que ella había imaginado, pero era muy feliz.
En una noche en particular. . .