Iban camino a almorzar todos juntos, pero luego de que Gai recibiera un repentino aviso y se lo entregara a Kakashi, la expresión de este último se volvió de preocupación, parecía que algo había ocurrido.
Lleva a Akashi de regreso a la villa – dijo Kakashi a Shizune
Ella asintió con rapidez antes de bajar del auto y tomar la mano del niño, notó que la expresión del Hokage se había vuelto aun más preocupada, después de pensarlo ella le dijo – Tómalo con calma y no te precipites –
Kakashi la miró antes de asentir esbozando una sonrisa.
Poco después de que bajaron del auto, otro se dirigió hacia ellos justo detrás de haber se arrancado el Hokage fue entonces cuando Shizune se dio cuenta de que alguien los había estado siguiendo.
Pequeño Akashi, Señorita Shizune por favor suban al auto –
Después de llevarlos a la villa Shizune se quedó muy poco tiempo antes de prepararse para salir.
Recuerda que eres mi mami Shine, si te encuentras con algo que no puedas resolver, diles mi nombre o el de mi papá ¿Me entiendes? – Akashi se lo repetía una y otra vez mientras ella se dirigía a la salida.
Shizune podía sentir una oleada de calor que emanaba de ella, ella quería protegerlo de por vida pero al final, era ella quien estaba siendo protegida por él.
Está bien lo entiendo mi pequeño jefe, ¿sabes? ya no soy una niña pequeña. Olvídate de los bocadillos y come más comida saludable ¿entendido? –
Aunque eres tan tonta como una niña pequeña –
Shizune le clavó el dedo en la frente – Sí, sí, mi pequeño Akashi, eres un niño muy inteligente ¿feliz? – dijo con cariño, por más felices que sonara, la tristeza de separarse era difícil de ocultar, aunque fuera por poco tiempo.
. . .
El lunes llegó como siempre, en el momento en que entró a la sala de doctores en el hospital la chica regordeta se le acerco.
Oye Shizune, oí que el Dr. Lin te dio un aumento – entonces ella miró a Shizune de arriba abajo con una mirada calculadora en sus ojos.
Shizune frunció el ceño pues no tenía idea de lo que estaba hablando.
Lo sabía, es mejor que no te hagas ilusiones yo llevo aquí tres años y solo he obtenido un aumento del diez por ciento, ella lleva aquí unos días y ya tiene un aumento de un tercio – dijo una de las doctoras en tono molesto.
La sala permaneció en silencio después del comentario, pero como ahora todos compartían la misma opinión en silencio, la atmosfera que en general era pacífica se volvió sombría y algo incomoda.
Al tiempo que Shizune se preparaba para empezar con sus labores, la peculiaridad de esta situación la dejó atónita – ¿Acaso la Señorita Hanare aumento mi salario? ¿Por qué? – trato de explicárselo, pero no se le ocurrió nada.
Todo lo que ella podía hacer era mirar indefensa que todos le lanzaban miradas de desdén, la única diferente era Mina, quien le dio a Shizune una palmadita en el hombro y asintió con la cabeza antes de que saliera. Su mirada de confianza le dio a Shizune un ánimo y fortaleza.
Ah, aquí estás Shizune – le habló el Dr. Lin.
Ella podía sentir un escalofrío recorriéndole la espalda, sin embargo, se levantó con la cabeza gacha.
Buenos días Dr. Lin –
Toma asiento Shizune – Después de eso – Shizune, Lord Hokage irá con la Señorita Hanare a una reunión en la Aldea de la Arena, deberás ir con ellos como parte del cuerpo médico por cualquier emergencia.