Capítulo 14: Luto

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El Reino entero estaba de luto, la noticia de la muerte de la Princesa de Hyrule conmocionó a todos.

Durante el funeral Link parecía un muerto en vida pues sus ojos estaban vacíos y no reflejaban emoción alguna, el Rey estaba obviamente desconsolado por la muerte de su única y amada hija, Impa y Midna lloraban en silencio, ambas sentadas a cada lado del chico quien permanecía rígido con la vista fija al frente y la misma mirada fría e inexpresiva, Midna lo tomaba de la mano y recargaba la cabeza en su hombro pero él no reaccionaba.

Una vez finalizado el funeral los tres volvieron al castillo, Impa permaneció al lado del Rey y Midna salió al patio del castillo, una vez que ella se perdió de vista un par de lágrimas escaparon de los ojos del muchacho, él sabía que era cuestión de tiempo antes de que perdiera el control, así que corrió hasta su habitación y cerró la puerta, se recargo en ésta unos segundos sollozando y sin poder contener más sus lágrimas se tumbó boca abajo en la cama llorando,

las lágrimas caían por su cara empapando la almohada, un sollozo estrangulado escapó de sus labios, todos los pensamientos y emociones que hasta ese momento había conseguido enterrar en lo más profundo de su ser se liberaron de nuevo, –¿Cómo puedo...

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las lágrimas caían por su cara empapando la almohada, un sollozo estrangulado escapó de sus labios, todos los pensamientos y emociones que hasta ese momento había conseguido enterrar en lo más profundo de su ser se liberaron de nuevo, ¿Cómo puedo vivir sabiendo que asesiné a la persona a la que juré proteger con mí propia vida?, ¿Cómo vivir sabiendo que mí familia murió sin que pudiera hacer nada?, Todos ellos murieron por mí culpa, pensó lleno de remordimiento, Apolion sé que me estás escuchando, mátame ya, suplicó entre sollozos, acaba con esto de una vez por todas, una voz familiar retumbó en su cabeza, ¿Para qué?, Tú solo lo estás haciendo muy bien, tú solo te estás matando, tú propio dolor y tú propia culpa te están torturando por mí, existen formas mucho más lentas de sufrir, finalizó soltando una carcajada.

Más tarde Midna ya un poco más tranquila se acercó a la habitación de su amigo para tratar de consolarlo pero la puerta estaba cerrada con llave, ella llamó sin recibir respuesta, Impa también intentó animarlo en vano, los llantos de Link no cesaron hasta las primeras horas de la mañana, esa noche el muchacho lo vio todo con total claridad, pudo darse cuenta de todos los errores que había cometido y todos los detalles del daño infligido, tanto los pequeños como los grandes, cada dolor, cada herida y cada muerte ocasionadas se acumulaban en su conciencia, la inconsciencia no supuso el total alivio del dolor, sólo un torpe descanso parecido al sopor, como si fuera una medicina que lo hizo más soportable; pero las cosas se quedaron como estaban, y él seguía siendo consciente de ello, incluso dormido, Link durmió a ratos esa noche, aún castigado por aquellas horribles imágenes, al fin cayó rendido, justo antes del amanecer, pero él apenas lo notó.

La Ira de un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora