Capítulo 13: El Templo del Tiempo

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El muchacho se dirigió solo hacia el Templo del Tiempo en contra de las órdenes de Impa, quien quería esperar y elaborar un plan, pero él sabía que no había tiempo que perder, además él ya no tenía nada que arriesgar ni nada que perder, estaba dispuesto a morir con tal de salvar a sus amigas, es más lo deseaba, pues quería volver a estar con su familia.

El camino hacia el templo se le hizo eterno, pero finalmente llegó,

al entrar el ambiente se sentía diferente, está vez sin el menor atisbo de duda o temor se adentró hasta la cámara donde se encontraba el pedestal de la Espada Maestra,

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al entrar el ambiente se sentía diferente, está vez sin el menor atisbo de duda o temor se adentró hasta la cámara donde se encontraba el pedestal de la Espada Maestra,

–¿Viniste a salvar a tus amigas?, –preguntó Apolion con voz burlona detrás del chico, –sí, pero también para destruirte, –gritó girándose hacia él, –ah sí, –se burló nuevamente, –entonces que comience el combate, –finalizó atacándolo, el muchacho ...

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¿Viniste a salvar a tus amigas?, preguntó Apolion con voz burlona detrás del chico, sí, pero también para destruirte, gritó girándose hacia él, ah sí, se burló nuevamente, entonces que comience el combate, finalizó atacándolo, el muchacho consiguió reaccionar a tiempo para defenderse, la lucha fue larga y feroz, Link casi había logrado vencer a Apolion, pero éste no se iba a dar por vencido tan fácilmente, he hizo aparecer a Midna y a Zelda para distraerlo, él al verlas inmediatamente corrió hacia ellas pero Apolion le bloqueó el paso, ¡Apártate!, le gritó con furia, ¡Oblígame!, lo retó, Como desees, dijo convirtiéndose en la Fiera Deidad, su enemigo ni siquiera se inmutó, comenzaron a luchar de nuevo, ahora Link era mucho más fuerte que su rival, cuando estaba a punto de asestarle el golpe de gracia, Apolion hizo aparecer frente a sí a la princesa Zelda utilizándola como escudo, el muchacho intentó detenerse pero ya era demasiado tarde, la espada de la Fiera Deidad había atravesado el cuerpo de ella, todo aquello pareció suceder en cámara lenta, su enemigo la soltó y la chica cayó al suelo rodeada de un gran charco de sangre, creo que fallaste, se mofó Apolion desapareciendo instantáneamente, el chico volvió a la normalidad cayendo de rodillas frente a su amiga y la tomó en brazos, de verdad lo siento, dijo entre lágrimas, primero a mi familia y ahora no pude salvarte a ti, estaba totalmente devastado, de pronto una mano se posó con suavidad sobre su hombro, él reaccionó instintivamente sujetando su espada con la mano izquierda listo para volver a defenderse, Midna retrocedió inmediatamente, tranquilo, soy yo, le dijo ella con voz suave volviendo a acercarse a su amigo y él soltó su espada la cual cayó a su lado con un tintineo metálico que rompió el silencio y volvió a abrazar a Zelda llorando desconsoladamente, Midna lo abrazaba también con lágrimas corriendo por sus mejillas, de un momento a otro el muchacho volvió a empuñar su espada la cual dirigió hacia su pecho con la intención de quitarse la vida, Midna al percatarse de lo que pretendía trató de detenerlo, no lo hagas Link, pidió a toda prisa, todavía tenemos que acabar con Apolion, pero su amigo no bajaba su espada pero le temblaba la mano, por favor Link, suplicó ella desesperadamente, ya no tengo nada por lo que luchar, respondió él con voz inexpresiva, Midna lloraba mortificada, Link te amo, le confesó su amiga, el chico la miró sorprendido a pesar del dolor, de verdad te amo, tú fuiste la única razón por la que volví, dijo con sinceridad, él lanzó lejos su espada y abrazó a Midna como quien se aferra a la vida,

–¿Viniste a salvar a tus amigas?, –preguntó Apolion con voz burlona detrás del chico, –sí, pero también para destruirte, –gritó girándose hacia él, –ah sí, –se burló nuevamente, –entonces que comience el combate, –finalizó atacándolo, el muchacho ...

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yo también te amo, le dijo sin dejar de llorar, pero ya me había resignado a no volver a verte, ambos se miraron a los ojos, no me dejes, le suplicó el muchacho con voz rota temblando a causa de los sollozos, nunca lo volveré a hacer, prometió ella con voz débil abrazándolo con más fuerza, dos enamorados destruidos, se abrazaban llorando, Link desahogando su dolor, la chica tratando de impedir que él se viniera abajo.

Más tarde y al ver que el chico no regresaba Impa fue a buscarlo temiéndose lo peor, al llegar se topó con la desgarradora escena, Link y Midna lloraban junto al cuerpo de Zelda, ella recorrió el lugar con la mirada topándose con la espada del muchacho que estaba a unos metros de ellos, nadie necesitó explicar nada, Impa sintiendo una terrible tristeza levantó el cuerpo inerte de la chica y endureciendo su expresión salió de allí, Midna la siguió rápidamente, el chico levantó su espada, la guardó y siguió a las otras dos, los tres se dirigieron hacia el castillo, en ese momento Link ya no sentía nada y cuando Midna lo miró se dio cuenta de que sus ojos estaban vacíos e inexpresivos, cuando llegaron se dirigieron a la sala del trono, los chicos se quedaron afuera e Impa entró sola, lo único que ellos escucharon fue el desgarrador grito de dolor del Rey, aquel grito resonó dentro del muchacho como un eco de su propio dolor.

Ambos volvieron a sus habitaciones, Link se sentó en su cama tapándose la cara con las manos, el grito de dolor del Rey aún resonaba en su interior, como pude dejar que esto pasara, pensó sintiéndose vacío por dentro, ya nada tenía sentido, esto debe de ser una pesadilla, pensó tratando de engañarse a sí mismo, se tumbó en la cama y se quedó mirando el techo, esa noche la pasó en blanco.

La Ira de un DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora