Varios días después, Link y Midna conversaban en el patio del castillo, –le contaste a Impa lo que pasó en el templo ¿verdad?, –le preguntó el chico a su amiga, ella lo miró, –no, sólo le aclaré los detalles, –respondió la chica, –Impa lo dedujo todo en cuanto vio la escena, –aclaró Midna, los dos se quedaron en silencio, –¿Qué fue lo que pasó en la Sala del Trono?, –preguntó intrigada, su amigo la miró muy serio, –¿De verdad lo quieres saber?, –preguntó con voz grave, su amiga lo miró sin entender la pregunta, –¿Tan malo fue?, –quiso saber Midna, –no tienes idea, –admitió él en un intento por disuadirla de tocar ese tema, –quiero saber lo que pasó, –pidió la chica con firmeza, ambos se miraron a los ojos, –de acuerdo, –cedió Link soltando un suspiro, –te lo contaré todo pero no te gustará, –le advirtió antes de relatarle lo sucedido, al llegar a la parte donde ambos se transformaron se detuvo y miró detenidamente la cara de su amiga en busca de cualquier signo de preocupación o temor, al no ver nada continuó, –en cuanto los ojos de Apolion y los míos se encontraron... –hizo una pausa tratando de encontrar las palabras correctas para describir lo que sintió, –fue como si algo más se apoderara de mí, nunca antes había sentido tanto odio, –detalló él, ella procuraba mantener una expresión neutra para que su amigo continuara, –me convertí en un verdadero monstruo, –no pudo evitar estremecerse al recordarlo, –ese no era yo, –dijo con voz sombría, dando a entender lo mucho que le estaba costando contar aquello, –mi visión se tornó roja y simplemente ataqué a Apolion, –finalizó sin querer dar más detalles, pero no hacía falta pues su amiga ya sabía lo que quería saber, ahora comprendía por qué había tanta sangre junto al muchacho cuando lo encontraron, –ya entiendo porque había tanta sangre a tu alrededor, –comentó ella con voz aparentemente tranquila, Impa me contó la misma historia que tú sólo que sin tantos detalles, –dijo Midna, ambos continuaron hablando, hasta que Link no pudo ocultarlo por más tiempo, –no puedo quitármelo de la cabeza, –dijo, su amiga lo miró, –¿Qué es lo que te preocupa?, –le preguntó la chica algo nerviosa pues intuía que era lo que le inquietaba, –¿Qué hubiera pasado si las dos hubieran muerto?, –se le quebró la voz al final de la pregunta, –eso aún me atormenta, –admitió él, –hay algo que debo confesarte, –comenzó ella mirándolo a los ojos, –Apolion nunca tuvo intenciones de hacerme daño, –el muchacho la miró confundido, la chica respiró profundamente antes de continuar, –él era uno de los intrusos, –Link palideció de golpe, no daba crédito a lo que escuchaba, –pe-pero... tú-tú... dijiste... –su amiga levantó una mano para detener al chico, –yo dije que los intrusos eran nuestros ancestros explicó, –existían leyendas que decían que algunos de ellos continuaban con vida ocultos en algún lugar, Apolion quería vengarse del Mundo de la Luz a través de ti, para él ustedes eran los enemigos y nosotros las víctimas, –ambos se quedaron en silencio, –Apolion sabía que tú protegerías a Zelda con tú propia vida de ser necesario, por eso la utilizo, quería que fueras tú quien acabara con su vida, sabía que con eso se desharía de ella y a ti te dejaría muy afectado y vulnerable, –el recuerdo de lo sucedido lo atacó, el muchacho bajó la mirada unos segundos hasta recuperar la compostura, –y estaba en lo cierto, –murmuró él aún sin levantar la vista, –creo que deberíamos tomarnos las leyendas un poco más en serio, –dijo Link finalmente levantando la mirada intentando cambiar de tema, –estoy de acuerdo, –coincidió ella sonriendo para aliviar un poco la tensión, –después de todo se supone que tú también eras sólo una leyenda, –Zelda quien los había estado escuchando disimuladamente, preguntó, –¿De qué leyenda están hablando?, –sus amigos se voltearon al escucharla, –ninguna, –respondió él a toda prisa, ella lo miró con suspicacia, –Link ¿Puedo hablar un momento contigo a solas?, –pidió, Link y Midna intercambiaron una mirada, –sí, claro, –respondió el muchacho, Zelda lo guio hasta la Sala del Trono, –nos escuchaste ¿verdad?, –preguntó, la chica simplemente asintió, –no quiero que te sigas culpando por lo que pasó, –dijo su amiga con seriedad –era lo que tenía que suceder, –él permanecía con la vista fija en el suelo, odiaba tocar ese tema, sobre todo con ella y recordar lo ocurrido, –todo esto se desató por mí estupidez e ingenuidad, –dijo el chico con amargura, –nada de esto hubiera pasado si yo no hubiera sido tan tonto, Apolion me manipuló desde el principio, –Zelda lo miró, –yo sabía lo que iba a pasar, –confesó, Link la miró con gesto de muda pregunta, –la noche que volviste del cementerio, –explicó su amiga, –en el sueño estaba en un lugar oscuro, Midna estaba junto a mí pero no podía verla bien, de pronto una gigantesca sombra negra se me acercó clavándome su espada, –el muchacho se había puesto pálido, –¿Midna ya lo sabía?, –preguntó con voz débil, –era de lo que estábamos hablando esa misma mañana antes de que tú entraras, –respondió la chica, –¡¿Por qué no me lo dijiste?!, –la recriminó furioso, –no hubiera servido de nada, –respondió Zelda, –¡¿Cómo que no hubiera servido de nada?!, –gritó él, –te hubieras salvado, –dijo, pero ella negó con la cabeza, –nada hubiera cambiado, –replicó con calma, –era lo que tenía que suceder, –repitió, el chico bajó la vista con los puños apretados, la chica lo miró con tristeza, –cuando morí pude ver todo lo que sucedía aquí, –hizo una pausa, –pude ver tú tristeza y tú dolor, –el muchacho se sintió avergonzado, en ese momento un desagradable recuerdo cruzó por su mente, ambos se miraron, ella simplemente asintió con pesadumbre, –sé que intentaste suicidarte, –le dijo con suavidad, se quedaron en silencio unos segundos, –para mí fue difícil verlos pasar por eso, –Link estaba a punto de preguntarle si había visto a sus padres pero se contuvo, –lamentó haberte hecho sufrir, –se disculpó su amiga con dolor en su mirada y en su voz, -a ti y a los demás, –él la miró desconcertado, –no necesitas disculparte, –dijo volviendo a agachar la cabeza, –yo tuve la culpa, –añadió con voz frágil y la chica pudo ver una lágrima caer por su mejilla, –¡Link mírame!, –le ordenó ella con firmeza, pero el muchacho no se movió, la princesa le puso una mano bajo la barbilla obligándolo a levantar la vista ambos se miraron a los ojos, los azules de Link reflejaban un gran remordimiento y mucho dolor, los verdes de Zelda reflejaban una ligera tristeza, la princesa odiaba ver ese dolor y ese remordimiento, ella sabía que él se culpaba constantemente por lo sucedido, sin pensarlo lo abrazó, –tranquilo, ya todo está bien, –le dijo su amiga en un susurro al oído, él lloró amargamente, –ahora estoy aquí, no estás solo, –le decía mientras le acariciaba el pelo, pasó un largo rato, –¿Ya te sientes mejor?, –le preguntó la chica, –sí, –respondió él con voz ronca, ambos se separaron mirándose a los ojos, los de Link volvían a tener esa chispa de vida pero una ligera sombra aún los oscurecía, la chica supuso que aquella sombra desaparecería tarde o temprano.
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La Ira de un Dios
Fanfic¿Qué harías si acabarán de asesinar a tu familia frente a tus ojos? Y si ésa ira te convierte en un ser sumamente poderoso, ¿Buscarías venganza? ¿Defenderías a otros? Ésas mismas preguntas le surgirán a Link después de sufrir el asesinato de su fami...