Prólogo y Capítulo 1

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PRÓLOGO

Eran las seis de la mañana y al joven Aaron se le hacía tarde para llegar a su trabajo; vestía una camisa manga larga blanca y unos pantalones caqui, botines de color café y bien lustrados, era una mañana agradable como cualquier otra, andaba preparando su equipo de oficina para irse al desayuno que tenía ese mismo día, en la empresa donde trabajaba; el ingeniero Juvencio programaba un desayuno con diferentes ejecutivos, la estrategia perfecta para combinar negocio y amistades, y como cada viernes Aaron debía presentarse para que el departamento de relaciones públicas de la misma empresa no quedara desplazada de los negocios.

AaronReynolds, hijo de Don Mateo Reynolds y Doña Magnolia de Reynolds, jovenprofesionista, egresado de la escuela de negocios, llevaba tiempo trabajandocon el ingeniero Juvencio Montealegre en el departamento de relacionespúblicas, era su jefe directo y a su vez, su segundo al mando en la empresa.


CAPÍTULO 1

Todos los días en la empresa del ingeniero Montealegre se le pedía un reporte de actividades y desempeños de su propio departamento, el acumulamiento de trabajos, provocaba que dichos reportes no fueran entregados a tiempo, por lo que varias ocasiones, Aaron solicitaba apoyo de otro departamento para el aceleramiento de las entregas de dichos reportes.

Se venía un evento muy importante para la empresa, dónde año tras año se juntaban varios ejecutivos de alto peso para la integración del mismo y en este año, le tocó al ingeniero Montealegre y a su empresa, a realizar los preparativos.

Aaron fue elegido igual para la organización de magnánimo evento; por lo que solicitó al ingeniero Montealegre un asistente para los preparativos, ya que los demás departamentos estarían ocupados en otros asuntos fuera del alcance del mismo.

- Déjame ver de qué manera te puedo ayudar, para que puedas agilizar los asuntos de este evento. – Dijo el ingeniero Montealegre a Aaron después de verlo sobrecargado de trabajo.

- Como le comenté la semana pasada, necesitamos a alguien quien pueda ayudarnos, el evento casi se acerca y debemos entregar igual la documentación necesaria para la auditoría estatal que nos están solicitando. - Respondió Aaron.

- La tarde de ayer recibí una llamada del área de recursos humanos y me comentaron que el día de hoy se presentaría la señorita Evans, como becaria para que te puedan ayudar, mientras tanto necesito que te quedes horas extras para tratar el asunto de la declinación del último contrato. - Dijo el ingeniero Montealegre.

- Eso significa que tendré que cancelar mi cita con Hamilton, le había comentado que no podía cancelar dicha reunión, pues mi vocación dependía mucho. - Se dirigió Aaron al ingeniero preocupadamente.

- ¿No puedes levantar el teléfono y pedirle a ella posponer tu cita? Esto es muy importante para la empresa, necesito saber los motivos por la cual nuestro contrato fue declinado y solamente tu eres bueno para tratar estas cosas, te lo compensaré, te lo prometo. – le volvió a replicar con tono misericordioso el ingeniero a Aaron.

- ¡Está bien! Pero le recuerdo que no solamente dependo de la empresa, sino también de mis planes fuera de aquí. – Rezongó Aaron.

- Si, no te preocupes, ya te dije, te lo compensaré, sólo apóyame en esto por favor. – dijo el ingeniero Montealegre.

Hamilton era la novia de Aaron, su relación con ella inició desde la escuela de negocios, aunque en su relación siempre había conflictos entre ellos, Aaron buscaba la manera de cómo resolverlos, aunque su vida dependiera de ella.

Aaron levantó su teléfono y le marcó a Hamilton, a lo que se esperaba, no le había gustado la decisión tomada por Aaron, como todos los días, comenzaron a discutir durante la llamada, el único que escuchaba dicha discusión era el ingeniero Montealegre, viendo a Aaron con ojos de pena pues el mismo sabía que parte de los contratiempos que tenía Aaron, la mayor parte eran por los constantes pleitos que tenía con Hamilton.

La discusión entre Aaron y Hamilton cesó pasada las dos horas, dos horas que bien pudo haber utilizado para revisar detenidamente el motivo de rechazo del contrato, sus ojos se encontraban bañados de lágrimas y coraje, pues a pesar que sabía que la relación con Hamilton no era la que en su momento él añoraba, le faltaba el valor para terminar con esa misma relación, las lágrimas que brotaban de los ojos de Aaron, no eran por la discusión, eran por la falta de valor de decir las cosas o terminar de una vez por todas con esa relación.

- ¡Tranquilo! Bebe un poco de agua. – el ingeniero Juvencio le invitó una botella de agua a Aaron, para que éste se desahogara.

- Le pido una disculpa, eh tenido otro pleito con Hamilton, llega un punto que quiero salir corriendo o desaparecer de este mundo para siempre. – Dijo Aaron con sollozos.

- Si tu bien sabes que tu relación con Hamilton no es tan sana ¿Por qué sigues en ella? ¿A caso no te das cuenta? Porque yo si me doy cuenta. – Las palabras del ingeniero retumbaron en Aaron

El ambiente dentro de la empresa cambio en un chasquido, pues la relación entre obrero y patrón, había cambiado a una plática más personal.

- Aaron, eres un muchacho muy inteligente y bueno para los negocios, tu fortaleza es ser siempre un líder ante tus compañeros, pero tu debilidad es ser un incauto en asuntos tan sencillos por resolver como es terminar una relación que ya no le encuentras gusto. – Dijo Montealegre.

- ¿Pero entonces que tengo que hacer? ¿Cómo puedo demostrarme a mí mismo lo que soy capaz? Si cada vez que quiero salir adelante, me reprenden con chantajes y llantos, ¡Estoy cansado de tener que soportar día tras día, discusiones que no tienen fin! - Dijo Aaron.

- ¡Ahí tienes la respuesta muchacho! Si te sientes cansado de todo eso, ¿Por qué sigues tolerando esos pleitos? ¿Por qué cada vez que pienso que por fin tomarás la decisión correcta, siempre tomas la equivocada?, <<Montealegre se acercó a la ventana de su oficina y lo invitó a ver en ella>>, - Mira Aaron, lo grande que es ésta ciudad, observa detenidamente el volar de las aves, el caminar de las personas, el andar de los carros, todo gira en un mismo rumbo, siempre avanzan hacia adelante y no se quedan estancados como tú lo estas, ¿Acaso no te das cuenta que tu bajo rendimiento dentro de la empresa, tiene mucho que ver con tu relación conflictiva? Te concentras más en darle el gusto a Hamilton, ¿y tú cuándo? ¿Cuándo te darás el gusto?

Montealegre trataba de animarlo, él sabía que, si Aaron se animaba, las cosas dentro de la empresa iban a cambiar.

Mientras Aaron estaba reflexionando las palabras de Montealegre, en ese momento sonó el teléfono de la oficina del ingeniero.

- Ingeniero Montealegre, acaba de llegar la señorita Evans. - sonó la voz de la recepcionista de la oficina de Montealegre.

- ¡Hazla pasar a mi oficina! Me encuentro con Aaron, momento justo para que se presenten y le dé indicaciones a Aaron para que le explique la situación. – Respondió Montealegre y entregándole un paño desechable a Aaron para que se limpiara la cara y tomara agua para relajarse.

Elingeniero Montealegre hizo pasar a la señorita Evans, quien vestía con unsuéter de cuero color café, pantalones negros tipo ejecutivos una blusa colorcrema, era de estatura baja se notaba a simple vista que era una muchachita deapenas 24 años de edad quien con ayuda de la institución en la cual seencontraba estudiando apenas el noveno grado, fue enviada para apoyar a Aaronen los asuntos pendientes de la empresa.

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