CAPÍTULO XII

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- "¡Buenos días Don Aaron! Aquí reportándome que ya me encuentro en la oficina ya estoy avanzando en los primeros pendientes, vine más temprano para acabar lo más pronto posible" – Decía un Mensaje de Texto, mientras Aaron se terminaba de alistar, con una gran sonrisa, como si se tratara de algo o alguien muy importante con quien iba trabajar.

- "¡Gracias por avisar! Voy en camino" – respondió el Mensaje de Texto a Rickford

Aaron procedió a ponerse el traje, preparar sus llaves, revisarse una vez más en el espejo y procedió a retirarse de su departamento, caminando pisos abajo por las escaleras saludando a todo aquel que se le atravesaba o que estaba alrededor de su círculo social, Aaron a pesar de tener problemas con Hamilton, desde que comenzó a trabajar con Montealegre, su círculo social fue expandiéndose más y más, algunos conocidos de él, pedían ayuda y sólo respondía "Lo hablaré con recursos humanos" cosa que no hacía, pues sabía que la empresa estaba completa, incluyendo a Rickford aunque no perteneciese directamente a la empresa donde Aaron trabajaba.

Se subió a su Cooper, encendió la radio, en ese momento sonaba Ana Yalli Bahebak de Nancy Ajram y con la misma alegría comenzaba a conducir su vehículo hacia la empresa de Montealegre.

Calles tras calles pensando en Rickford y ya ni se acordaba de Evans y de Bornes y menos de Hamilton, pues tres días antes Hamilton le había dicho a Aaron que saldría de viaje de imprevisto.

A lo que a Aaron no le sorprendía aquellos viajes pues siempre tenía viajes de improviso, así que no dejó que su soledad le tumbara la alegría que tenía ese día y siguió conduciendo a la empresa de Montealegre para ver a Rickford.

El teléfono de Aaron volvió a sonar, era otro Mensaje de Texto de Rickford notificándole que ya había llegado Montealegre y preguntaba por él.

Aaron decidió tomar rutas más cortas o menos transitadas para llegar más rápido a la empresa, pues sabía que los días que Montealegre llegaba temprano era por algún viaje de negocios que tenía programado para ese día con uno de los miembros del Bufet de Ejecutivos.

La música seguía sonando al volumen tal que se oía en los asientos de atrás como si de bocinas en ese lado del vehículo tuviera.

Otro Mensaje de Texto sonó, era Evans dándole los buenos días y preguntándole ¿Cómo estaba? Pues el día de ayer ningún mensaje de ella había respondido y se sentía preocupada.

Y minutos antes de llegar a la empresa, el teléfono volvió a sonar, era Hamilton quien le estaba marcando, pero Aaron decidió no contestar. Aaron al ver que la pantalla del teléfono dejó de vislumbrar sólo susurró en sus adentros

- ¿Para qué me llama Hamilton, si sólo me llama para pelear? Y prosiguió su camino.

Había llegado a la empresa a pasos apresurados, la recepcionista le dio los buenos días y los de mantenimiento le pasaban quejas de los trabajadores de otro departamento por "X" motivo.

Aaron sólo dio señales de saludo y de luego lo vemos y prosiguió su camino al elevador, a lo lejos logró ver que Bornes pasaba por la banqueta de la empresa y la reacción de Aaron fue de cerrar al momento la puerta del elevador.

Las puertas del mismo se cerraron, sonó la bocina del elevador deseando los buenos días a los que abordaban el elevador y luego solicitando indicaciones para que planta subir del edificio. Aaron se ajustó la corbata y se miró al espejo del elevador para ver si no estaba desordenado su cabello o mal puesto el traje, se posó en el posa brazos del elevador y esperó a que este terminara su ruta destinada.

El elevador llegó a su destino y las puertas abrieron de par en par, saludó a las secretarias ahí presentes en la oficina de Montealegre y por último le dio los buenos días a Rickford sonrientemente y procedió a tocarle al ingeniero Montealegre para pasar a la oficina.

- ¡Mi estimado Aaron, me alegro que hayas venido! Verás hoy debo hacer otro viaje de negocios, me dirijo a Nottingham, me citaron a una junta con los de Acorn Computers Ltd. Ésta es nuestra gran oportunidad para presentarles al Buffet de Ejecutivos, y sobre todo para lograr alguna relación empresarial con ellos, así que estaré una semana fuera de la empresa y necesito que te encargues del personal para proyectos que tenemos con Ascari Cars, háblale a Rickford que igual necesito que esté ella enterada.

Aaron se dirigió a Rickford y le comentó que Montealegre quería hablar con ella, Rickford entró en pánico, pensaba que el llegar temprano le hubiera afectado, pero cuando entablaron comunicación, procedió a relajarse.

- ¡Señorita Rickford, un gusto conocerla! Le comentaba a Reynolds que estaré fuera de la ciudad por una semana por lo que voy a requerir se apoyen para los eventos patrimoniales y por si necesitaba algún apoyo con la empresa, sea papelería o lo que necesitara, se lo informe a Reynolds para suministrarle lo que necesite, a parte pedirle de favor que, en caso de que Reynolds se me atore en algún pendiente, de igual manera lo apoye en caso de ser necesario.

- ¡El gusto es mío ingeniero Montealegre! Apoyaré a Reynolds en lo que requiera, de echo ayer le comenté a él que necesito salir todos los días antes de las 15:30 ya que mi hijo estudia y tengo que pasar por él y quería preguntarle si no había ningún problema.

- Eso mismo me comentaba Reynolds, a lo que le puedo decir que no hay problema, siempre y cuando me logre apoyar en lo que necesito con Reynolds en el evento y en la empresa.

- ¡Claro que sí! Con gusto – respondió Rickford.

- ¡Reynolds, te dejo la empresa en tus manos! Me tengo que retirar que se me hace tarde ¿Alguna duda? – Se dirigió Montealegre a Aaron en doble sentido.

- ¡No se preocupe! Está la empresa en buenas manos. – respondió Aaron.

Montealegreprocedió a recoger su portafolio con los documentos que necesitaba llevar, suportafolio era parecido al de Aaron, aunque la diferencia de éste, era de colornegro.

Me Quedo ContigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora