CAPÍTULO XVIII

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Llegó el gran día en Birmingham, Aaron preparaba los últimos informes del buffet junto a Rickford en su casa; Aaron se sentía muy estresado y a la vez nervioso rogando que todo saliera bien.

Rickford lo tranquilizó con un suave masaje mientras éste se encontraba sentado en el comedor de su casa.

Alistaron todo y procedieron a moverse al edificio de Montealegre para entregar dicho informe, Montealegre desde un comienzo sospechaba lo más obvio entre ellos y por más que Aaron y Rickford simulaban, Montealegre podía sentir aquella atracción entre ambos, pero prefirió no comentar nada.

Llegaron a la sala de juntas, Aaron preparaba la presentación, mientras que Rickford preparaba el Coffe Break; Aaron se ajustaba la corbata y el saco para dar la bienvenida a la audiencia.

Fueron entrando uno a uno cada integrante del Buffet de Ejecutivos¸ incluso la prensa había entrado al lugar para presenciar dicho evento.

El maestro de ceremonias, comenzó dando las palabras de bienvenida y al unísono se oían los aplausos en la sala de juntas, Montealegre había escogido la sala más grande, para un total de 50 personas en la audiencia, entre ellos, representantes de empresas e inversionistas directos de la bolsa de valores.

- ¿Estás preparado Aaron? – preguntó Montealegre

- ¡Si ingeniero, que sea lo que Dios mande! - Respondió Aaron

A lo lejos, Rickford le daba señales de optimismos, y procedió Aaron a apagar su teléfono para evitar obvias interrupciones.

La respiración de Aaron y sus latidos comenzaban acelerarse de los nervios y éste procedió a relajarse como lo había hecho durante su estadía en la universidad antes de presentar su titulación.

La sala de juntas se cundió de aplausos y ovaciones de la audiencia, mientras Aaron entraba por uno de los pasillos, mientras éste saludaba a lo lejos a cada uno de sus integrantes, como si de figura pública se tratara, entre la audiencia pudo identificar la presencia de Rickford y de Emilio, así como de gente muy allegada a Aaron.

Aaron se posicionó en el pódium, se ajustó los micrófonos, tanto el del pódium como el del traje, tomó un poco de agua y procedió con la bienvenida y la presentación hacia el Buffet.

Pasaron horas de intensa presentación y Rickford cada 30 minutos pasaba ofreciendo snacks a la audiencia que se encontraba presente, mientras que Emilio se sentía a la mar de contento por ver a su amigo Aaron frente al público sin titubeos y con mucha seguridad, Montealegre no podía creer la tan intensa seguridad de Aaron frente a la audiencia.

Llegó el momento de preguntas y respuestas, y Aaron mantenía la seguridad de sí para con ellos, respondiendo cada una de las preguntas, desde las más fáciles hasta las más explícitas.

El público se levantó y aplaudió arduamente por aquel momento intenso de Aaron, por su seguridad y su fluidez de tal exposición, a lo lejos pudo visualizar Aaron a Rickford aplaudiéndole con mucho furor y Emilio con mucha alegría.

Aaron procedió a bajar del pódium y Montealegre detrás de la sala de juntas aplaudiéndole con orgullo por su presentación, sabía con total seguridad que Aaron había cumplido las expectativas de lo que en su momento pensó que no podría hacer, los inversionistas se acercaban a Aaron para extenderle la mano y éste procedía a presentarles a Montealegre.

Después de dicho evento, en la noche se preparó una cena especial para todos los del Buffet, Aaron aún excitado de la mañana en la sala de juntas, se había olvidado por unos instantes del cansancio que tenía por encima, así que, cuando reaccionó, le escribió un mensaje de texto a Rickford para saber si podía llegar a su casa, que era la más cercana, para tomarse un descanso, pues la cena se iba extender hasta la mañana siguiente, a lo que Rickford sin pensarlo dos veces accedió a invitarlo.

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