POV Sofía.
Oscuridad.
La oscuridad ahora se ha convertido en mi enemiga número uno, mis nervios y miedos se activan cuando aquí apagan la luz, estos se activan porque sé que significan mi calvario, las cosas no han cambiado.
Sigo aquí, sigo encerrada sin saber nada del exterior, sin saber donde estoy, sin saber si algún día volveré a ver a mi familia, a mis amigos, a Rodrigo.
Siento las lágrimas bajar por mis mejillas, ya no quería seguir sufriendo, ya no podía más, no soporto más esto.
Se escuchan algunos ruidos afuera, son Jesús y Natalia.
Limpio mis mejillas y solo oculto mi rostro entre mis rodillas aferradas a mi pecho.
La puerta aquí se abre y escucho como mueven el interruptor.
-hora de comer- esa es la voz de Natalia, siento como me mueve con su pie y solo me recompongo lentamente mientras miro el plato en el piso con lentejas.
Lo tomo lentamente y comienzo a comer la comida fría en este, no levanto el rostro, no los miro aún cuando siento sus miradas sobre mi, solo como lentamente mientras intento procesar la comida que siento en cualquier momento me hará vomitar, tal vez debería dejar de comer, tal vez así terminaría mi sufrimiento.
-nunca imaginé que estaríamos aquí- Natalia comienza- teniendo absoluto poder sobre un Greenwood.
-y míranos ahora- Jesús habla.
Ríen y sigo en mi misma postura.
Nunca me había sentido tan débil como ahora, nunca me había sentido tan pequeña como ahora, nunca me había sentido tan poca cosa como ahora.
-todos te han olvidado- Natalia continúa- en el instituto nadie se acuerda de ti, todos te han olvidado de un momento a otro, es como si ya no existieras.
Eso hace que mis ojos se cristalicen, ellos no harían eso, mis amigos no harían eso, eso es lo que quiero pensar, pero, y ¿si no mienten? y si ya me olvidaron, podía creer eso de Rodrigo, él terminó conmigo, lo más seguro es que en estos momentos él ya sea feliz con alguien más y ya no me recuerde, mis ojos se llenan de lágrimas, dejo el plato con la mitad de la comida en este, lo hago a un lado y vuelvo a hacerme un ovillo en la esquina en la que estoy.
-cómelo todo- ordena Jesús pero no obedezco y solo me oculto más.
-¿no has escuchado?- Natalia habla- cómelo todo- ordena también.
Sigo sin obedecer, no me inmuto en ningún momento y solo miro la pared de ladrillos detrás de mí.
Cierro mis ojos intentando olvidar todo y dejar todo a un lado, intento no pensar en nada ni nadie, no quiero pensar en nada más ni en nadie.
-déjala- Natalia habla de nuevo- si quiere morir de hambre entonces que muera.
Morir es la mejor opción que tengo aquí.
Salen de aquí y una vez más la oscuridad se apodera del sitio, solo intento concentrarme en dormir, solo quiero dormir.
Mi boca se abre y comienzo a tararear una canción. Cantar era lo único que lograba mantenerme cuerda en estos momentos.
Solo pasa el tiempo, no tengo noción del tiempo, de las horas, los minutos, los segundos, los días que pasan, solo sé que llevó meses encerrada en este lugar y solo comienzo a hacerme la idea de que posiblemente moriré aquí, cierro mis ojos lentamente.
Miro a mi alrededor, estoy en un acantilado, mis fuerzas no son las suficientes, todo da vueltas y se nubla, me siento cansada, débil, me siento pequeña.
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¿Él y yo?
Romantizm"-nunca creí que tendría que decidir esto- comienzo mientras mis ojos se cristalizan, estaba renunciando al chico que amaba- nunca creí que tendría la oportunidad de salir con el chico que siempre me gustó- la sangre corre por mi frente- ¿él y yo...