capítulo 11

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Efectivamente, era mi papá quien tocaba la puerta, todos tenían la mirada sobre la persona que se encontraba de pie ahí y se escuchaban murmullos muchos los cuales decían: "Christian Greenwood" "¿qué hace aquí" y entre muchos más, la profesora al ver a mí padre se levantó de su silla, se arreglo las pequeñas arrugas que se hacían en su falda y hablo.

-Buenos días, señor.- su voz era algo nerviosa, intentaba sonar segura de si misma pero sus nervios la traicionaban.

-Buenos días- mi padre, quien se encontraba con aquel porte tan elegante de siempre responde.

-¿en qué puedo ayudarlo?- pregunto nerviosa la maestra, sus ojos analizaban de arriba a abajo a mi padre, Dios, estaba devorandolo con la mirada.

-Mi hija tiene un citatorio para el día de hoy- responde mi padre entregándole el papel que yo le había dado un día antes.

-vaya- aquella mujer suelta- no sabía que tenía una hija aquí- continúa, solo miro a mi alrededor al oír de nuevo los murmullos, Mía me mira y guiña un ojo, está emocionada.

Todos murmuraban "¿Quién será?", "¿se habrá equivocado de grupo?"

-la tengo- mi padre responde con firmeza.

La profesora giro por completo hacia nosotros, miro a cada uno y finalmente habla.

-¿quiénes tienen citatorio para el día de hoy?- pregunta.

Raquel, Eduardo y yo levantamos la mano.

-Raquel- mira con cierto asombro a una de mis amigas- no sabía que tu padre es el señor Greenwood- suelta.

¿qué mierda?

-no lo es, maestra- responde aquella chica.

Es sorprendente que la maestra me haya ignorado por completo, como si fuera un total fantasma en el aula, me molesta que tenga la misma actitud que Natalia.

-Señor, ¿seguro qué es en este grupo?- pregunta volviéndose a mi padre quien asiente de inmediato.

-sí- aclara mi padre- completamente seguro.

-señor Graenwood ¿quién es su hija?- por Dios, no puedo evitar hacer una mueca, la maestra pronunció mal mi apellido.

-perdón que la interrumpa pero se pronuncia Greenwood- aclare de inmediato y sin poder evitarlo, odiaba que pronunciarán mal el apellido de mi padre.

-¿perdón?- pregunta un poco molesta.

-se pronuncia Greenwood- repetí- créame, tengo mucho más experiencia en ese apellido que usted- dije también molesta.

-¿quién crees que eres para reclamar de esa manera, Sofía?- pregunta intentando sonar desafiante.

-soy una Greenwood- respondo después de unos segundos de silencio- Christian Greenwood es mi padre y mi nombre es Sofía Greenwood- finalizó.

Todos se quedaron en silencios y la sorpresa se instaló en sus rostros. Aquella profesora se recompone un poco y voltea hacia mi padre.

-¿es ella su hija?- pregunta.

-si, ella es mi hija- dice mi padre intentando no sonreír, aquella mujer vuelve a mirarme y después a mi padre.

-lamento lo que acaba de suceder, Sofía acercate por favor tenemos que hablar acerca de lo que sucedió ayer, pase señor Greenwood- responde apenada.

Me puse de pie y camine, cuando me encontré con mi padre me dio un beso en la frente para después dirigirnos hacia el escritorio de la maestra, todos nos miraban atentamente, incluso Natalia.

¿Él y yo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora