Él se encontraba ahí, justo detrás de mí, podía sentir su respiración a escasos centímetros de mí, tengo que admitirlo, momentos como estos son los que me agradan, de un momento a otro tomó mi mano suavemente e hizo que Jesús me soltara para después hablar hacia el pelinegro.
-deberías de dejarla en paz y deberías de entender también que a ella no le interesa nada que tenga que ver contigo- hablo Rodrigo, percibí cierta molestia en su voz.
-no te metas Gutiérrez.
-bueno- interrumpí en dirección del pelinegro- yo ya dije lo que tenía que decir, eres tú quien no quiere entender- intente hablar antes de que cualquier otra cosa pudiera pasar.
-ya veremos si dices eso después- respondió y se marcho enfadado.
Fue un momento muy incómodo, solté un suspiro lento y voltee hacia el chico de cabellos dorados quien continuaba en este mismo lugar.
-gracias- agradecí sonriendo en su dirección.
-no tienes porque agradecer, solo que vi que la situación estaba un poco incomoda y decidí ayudarte- respondió también sonriendo.
-gracias, en verdad- agradecí de nuevo.
-por nada- responde él.
-¿sabes qué hora es?
-faltan cinco para entrar a clases- responde viendo la pantalla de su teléfono
-espero que en esos cinco minutos llegue Mía.
-y yo espero que llegue Ricardo- dice él.
-¿cómo?- pregunto con cierta confusión Ricardo tampoco ha llegado. No quiero hacerme ilusiones porque sé que hay miles de razones por las cuales posiblemente ambos hayan podido faltar, pero, otra parte de mí no puede evitar no pensar que ambos puedan estar juntos o algo de ese estilo, mi modo amiga fangirl se ha activado.
Ambos nos fuimos al salón, en ese momento tocaron el timbre de entrada y al minuto entro la maestra, y tal como lo pensé Mía no llego, la maestra comenzó a pasar lista; a los cinco minutos la maestra empezó a explicar un nuevo tema, de repente se escucharon unos pequeños toques en la puerta que llamaron la atención de todos aquí.
Para mi sorpresa ahí estaban de pie Mía, Ricardo y ¿mi papá?-buenos días- mi padre saluda mientras mira a la mujer frente a nosotros-, ¿quería saber si no habría inconveniente en que Mía y Ricardo pasen a tomar clases?- pregunto de manera amable mi padre.
-no se preocupe, señor Greenwood, pueden pasar pero el retraso no se les quitará- responde la profesora sin disimular el hecho de que casi está babeando por mi padre.
-no se preocupe, muchas gracias- al decir eso ambos pasaron a tomar sus respectivos asientos.
-y si no es mucha molestia, ¿me puede permitir a mi hija?- vuelve a preguntar mi padre.
-por supuesto, Sofía puedes salir- aquella mujer habla en mi dirección.
Salí y sentí la mirada de todos, es como si siguieran de cerca mis movimientos.
Al salir del salón mi padre habla.
-Sofía, necesito informarte algo- hablo mientras nuestras miradas coinciden.
-¿de qué se trata?- pregunte.
-saldré de viaje- comienza- nana se quedará con ustedes- informa.
-está bien- respondo- ¿cuándo te vas?
-hoy, mi viaje sale en dos horas.
-¿no te despedirás de Mauricio, de Gerardo?- Pregunte pero sonó mas como reclamó que pregunta.
-Gerardo ya sabe que me voy y no habrá tiempo de despedirme de Mauricio- responde.
Su respuesta lograba hacerme molestar, estoy segura de que a Mauricio eso solo lo lastimara.
-no hagas eso, al menos ve a su escuela y sácalo de clases como a mi y dile que te vas, él te necesita a ti, necesita a su papá y créeme que ir no te va a quitar mucho de tu valioso tiempo- esta vez sí reclamaba.
-Sofía- comienza, suelta un suspiro lento y asiente- está bien, hablaré con él- su respuesta logra darme un poco de tranquilidad, me abraza.
-está bien- hable respondiendo a su abrazo- ¿por cuánto tiempo te vas?- pregunte después de unos segundos.
-por el momento aún no lo sé, pero estoy seguro de que no pasa de dos semanas.
En ese instante me separe de golpe rompiendo nuestro abrazo.
-¿qué pasa?- pregunta algo asustado ante mi repentina acción
-lo has olvidado, ¿verdad?
-¿olvidar qué, Sofía?
-fuiste tú quien nos dijo sobre la ceremonia en honor a mi madre, ¿lo recuerdas?
Se quedó pensativo unos segundos confirmando así lo que creía, él lo había olvidado.
-sé que ha pasado un buen tiempo, pero, no lo entiendo, ¿por qué un día parece que estás interesado y al otro día parece que no lo estás?
Su mirada se apago un poco, voltee un poco, todos dentro del aula nos miraban con "disimulación", eso no me importaba ahora mismo, podían irse a la mierda.
-lo olvidé- mi padre habla haciendo que vuelva a mirarlo.
En estos momentos me sentía enfadada, triste, decepcionada, había tantas palabras en mi boca que se morían por salir y por primera vez en mucho tiempo logre soltarlas.
-sin embargo no estarás aquí aún cuando sabes la falta que nos haces- solté lentamente.
-no puedo cambiar mis planes aunque lo desee, ya me comprometí y no puedo fallar.
-nos has fallado a nosotros- no medía mis palabras, sentía como mis ojos estaban cristalizados pero aún así ninguna lágrima salió de estos.
-tus hermanos y tú son lo más importante para mi.
-pues no parece, antes eras el padre ejemplar que siempre estaba ahí para nosotros y ahora, ahora nunca lo estás y el día que tratamos de hablar contigo siempre estás trabajando, tu trabajo se ha quedado encima de nosotros.
-¿crees que para mi fue fácil perder a tu mamá?- pregunta en un susurro.
-¿crees que para nosotros lo fue?¿crees que para mi lo fue? no, no lo fue, fue lo peor que me pudo haber pasado y lo único que necesitaba era a ti y nunca lo estuviste- sin poder más las lágrimas salen finalmente sin control alguno- me gustaría que las cosas fueran diferentes, tal vez así todo sería mejor, a veces desearía ser yo quien hubiese muerto en ese accidente.
°
Gracias por leer.
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¿Él y yo?
Romance"-nunca creí que tendría que decidir esto- comienzo mientras mis ojos se cristalizan, estaba renunciando al chico que amaba- nunca creí que tendría la oportunidad de salir con el chico que siempre me gustó- la sangre corre por mi frente- ¿él y yo...