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— ¿YA DIJO ALGO? —Preguntó Nick Fury por el radio.
— Astra intentó leer su mente, pero dice que muy difícil.
— Si no me crees, ¿por que no lo intentas tú, Natasha? —dijo la castaña enojada.
— Solo tráiganlo —dijo Fury—. Tenemos poco tiempo. —Natasha terminó la comunicación.
— No me agrada —susurró el cap.
Astra se acercó a Loki, y empezó, nuevamente, a intentar leer su mente. La mayoría de personas a quienes Astra había leído la mente, eran débiles mortales. Loki, por otro lado, era un dios; y Astra creía que uno muy poderoso.
— ¿Que? ¿Que el rey del rock se rindiera tan fácil? —le respondió Tony a Steve.
Edevane necesitaba concentrarse para poder leer mentes y no podía hacerlo con Stark y Rogers hablando.
— Deja de mirarme tan fijamente, niña —murmuró Loki.
— ¿Crees que estás en condición de pedir algo?
Los ojos de Astra se tornaron morados y un aura del mismo color se expandió a su alrededor, cuando al fin pudo concentrarse para leer la mente del dios. Empezó a escuchar sus pensamiento, a ver sus recuerdo e ideas; de repente se escuchó un fuerte trueno. La bruja percibió algo de temor en Loki.
— ¿Le tienes miedo a los truenos? ¿En serio?
— No me hace muy feliz lo que viene después.
Un golpe sacudió la nave. Tony se puso el casco y Steve su máscara. Astra soltó una maldición. ¿Cómo esperaban que leyera la mente del prisionero si no paraban de interrumpirla?
— ¿Qué haces? —Dijo Steve al ver a Stark abriendo la compuerta.
Antes de que Iron Man pudiera contestar, alguien aterrizó en la compuerta. Astra observó y se percató de que era Thor.
Antes de que Tony pudiera hacer algo, Thor lo golpeó con su martillo. Luego, se acercó a Loki, lo tomó del cuello y se lo llevó.
— ¿Es otro Asgardiano? —Gritó Natasha.
— ¿Y será de los nuestro?
— No importa —contestó Stark—. Si libera a Loki o lo mata, perdemos el Teseracto.
