¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅▅
𝓐STRA OBSERVÓ como el Gran Maestro llegaba con un nuevo contendiente. Estaba algo lejos de él, así que no podía estar completamente segura, pero creía que el nuevo contendiente de el Gran Maestro era Thor. Astra empezó a darle pequeñas palmadas en el brazo a Loki para llamar su atención.
— Thor —dijo Astra.
— ¿Qué? —Respondió Loki—. Te recuerdo que soy Loki, no Thor.
— No seas idiota —contestó—. Thor está allí.
— Ay, no —susurró Loki.
La pareja se acercó nerviosamente al dios rubio que se encontraba aprisionado.
— ¿Sigues con vida? —Preguntó Loki susurrando.
— Sí, obvio que sigo con vida.
— ¿Qué haces aquí? —Cuestionó Astra.
— ¿Cómo que que hago aquí? —Dijo enojado—. Estoy atado a esta estúpida silla. ¿Dónde esta la silla de ustedes?
— No tenemos silla —responde Loki.
— Sácame de esta.
— No lo haremos —dice Astra—. No podemos.
— Me hice amigo de un hombre llamado el Gran Maestro —explica Loki—. Y me gané su amistad. El Bifrost me trajo hace semanas.
— ¿Cómo que semanas? —Se quejó Thor—. Apenas llegué a este lugar.
— No sé por que susurran —interrumpe el Gran Maestro—. El tiempo funciona de manera diferente aquí. En cualquier mundo yo tendría millones de años, pero aquí en Sakaar... En todo caso, ¿conocen a este... señor del trueno?
— Dios del trueno —corrigió Thor. Luego miró a Loki sonriendo—. Explícale...
— Jamás hemos visto a este hombre —dijo sonriendo.