El sonido del reloj es lo único que ocupa el restaurante.
Hoy he tenido tan pocos clientes que me da rabia pero supongo que eso es bueno. Significa que estoy volviendo a la normalidad.
Aunque...
¿Puedo decir realmente que estoy como siempre?
Hace ya horas que volviste al hospital y yo sigo sin saber dónde pararme o cómo pensar en condiciones. Te he dado muchas oportunidades hoy para reírte de mí y has aprovechado casi todas, pero al final creo que te has empezado a preocupar. Pensándolo bien, agradezco haber tenido tan poca afluencia hoy; no me gustaría haber metido la pata en la cocina... Y al menos he tenido tiempo para pensar en qué voy a hacer contigo.
Porque justo ahora que estoy a punto de apagar la llama, vienes tú a traerme más leña.
Una parte de mí desearía que no lo hubieras hecho pero...
¡Ah!
¡Estoy muy contento!
Con ese abrazo siento que he rejuvenecido y que todo el trauma de la noche anterior se iba hacia un rincón para dejarte espacio a ti y solo a ti. Me he pasado todo el día pensando en ti, en cómo te veías dormido, en lo bien que me siento al cogerte en brazos. He pensado en el sonido de tu voz cuando te ablandas y en tu mirada, en tu sonrisa. En lo mucho que te gusta la comida italiana...
Me arde la cara y seguro que estoy sonriendo como un tonto pero, no puedo evitarlo.
Mira lo que me haces, Kaoru.
En un abrir y cerrar de ojos, haces que pase de estar tambaleándome en una cuerda a ser completamente tuyo.
Vibra el móvil en mi bolsillo. Miya me envía un mensaje para decirme que ya ha pasado por tu habitación y la de Hiromi. Comenta que estáis los dos mucho mejor que ayer, que SHADOW está más despierto y está empezando a comer, pero los médicos insisten en que la recuperación será lenta. Aunque la tuya puede ser más dura. Tienes que recuperarte de todas las lesiones que te hiciste y parece ser que eres muy terco. Vaya novedad... Aunque también parece enfadado, Miya medio admite, porque jamás lo dirá en voz alta ni lo escribirá, que le tranquiliza saber que no estuvo solo.
A mí también me tranquiliza. Siendo sincero, no sé si de verdad dormiste todo el tiempo en el hospital mientras estuve allí porque de lejos ya me parecía que estabas incómodo. Por eso y por la forma en la que te quedaste dormido sobre una mesa. Tampoco comiste en todo el día, pude comprobarlo a la hora del desayuno. Sé que te gusta mi cocina, aunque seas como Miya, que solo lo medio admite, pero estabas más que hambriento esta mañana.
Miya también pregunta si me contaste algo, si hablaste conmigo. Lo único que le digo es que estabas cansado y que, seguramente, no te sintieras cómodo estando a solas. Me hace cosquillas en la tripa decirlo, que pensaste en mí antes que en nadie más, que visite aquí en vez de a tu casa. Fue muy irresponsable por tu parte pero, al mismo tiempo, creo que lo hiciste por el bien de ambos, ¿no? Simplemente tenías que habérmelo pedido y me habría quedado en el hospital pero no querías que descansase mal solo por no dejarte solo. Aunque... Puede que no lo pensaras muy bien; después de todo, tuve que acostarme en el sofá y he acabado con el cuello destrozado.
Para terminar, el mocoso hace de portavoz de Hiromi y me pregunta si he dormido algo. No le miento: habré dormido unas tres o cuatro horas. A él le digo que fue por el maldito sofá al que me vi desplazado pero esa solo fue la razón la que me vi obligado a deambular por la casa. No quise poner la televisión para no despertarte ni nada así que me vine a la cocina del restaurante y estuve limpiando, reorganizando, reescribiendo la receta de mis últimas invenciones... Casi puedo escuchar la voz de Miya y la de SHADOW reñirme al mismo tiempo e insistir en que debo dormir más.
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sodaro kaoru? ▶ matchablossom
Fanfic«pero, ¿sabes qué? nosotros no estamos solos ¿verdad, kaoru?»