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Víctor: ¿Falta mucho?— agotado.

Carlos: ¿Como sobreviviste tanto tiempo con tan terrible condición física?

Víctor: Dices eso porque no me has visto correr con miedo.

Carlos: Cállate, ¿Trajiste las esmeraldas?

Víctor: Si, aunque aún no se para que las quieres... Debiste dejarme venderlas para pagar los pasajes.

Carlos: Estos son nuestros pasajes, tarado.

Víctor: ¿Qué?

Un silbido, solo eso bastó para que de la oscuridad salieran dos sombras humanas, eran pequeñas, cono si de niños se tratara y gracias a las estrellas de la noche, el rostro de aquellas figuras se divisó.

Víctor: ¿Quienes son ellos?

Carlos: Víctor, ellos son los Oniros hijos de Somnus. Oniros el es Víctor, hijo de Atenea y un mortal.

Tímidamente, Víctor levantó su mano en una torpe señal de saludo amistoso. Aquellos entes lo observaron de arriba a bajo, sonrieron burlonamente.

???: Se comporta como si fuéramos enemigos.

Carlos: Aún es nuevo en esto, es un griego.

Víctor: Lo lamentó, es solo que aún soy fácil de impresionar— Avergonzado —¿Son hijos de el hermano de Carlos?

???2: Así es, permíteme presentarnos. Soy Morfeo y el es mi hermano, Iquelo.

Víctor: Es un placer.

Iquelo: ¿Que asuntos tienes con nuestra padre?

Carlos: El ha tenido pesadillas recurrentemente, no sabemos que es lo que las origina, necesitamos su ayuda...

Morfeo: Pero, querido tío, ¿En qué podríamos ayudarte?

Carlos: Lo mismo de siempre... Lleven al chico a verlo.

Iquelo: Podríamos hacerlo, pero eso te costaría.

Carlos: Traje las esmeraldas.

Iquelo: Esta vez tendrás que darnos algo más que joyas, tío. Padre ha estado más ocupada de lo normal, llevarte con el podría ponernos en una posición difícil.

Carlos: Ahórrate la hipocresía, dime, ¿qué quieres?

Morfeo: Suena muy feo la forma en que lo dices. Pero, si realmente quieres saber...

Iquelo: Sueños.

Víctor: ¿Que cosa dijeron?

Morfeo: Será solo por un tiempo, seguirá durmiendo como de costumbre en las noches, pero no podrás soñar.

Carlos: ¿Por cuánto tiempo seria?

Víctor: ¿De verdad lo estás considerando?

Carlos: No es la primera vez que me piden ese precio por una favor. Te acostumbras con el tiempo. ¿Cuánto tiempo quieren?

Iquelo: No te preocupes querido tío, nos llevaremos los sueños cuando sea el momento indicado. Te aseguro que no te darás cuenta de que algo falta.

Carlos: Hecho.

Víctor: Espera, Carlos...

Carlos: Escucha, no es algo de otro mundo, lo puedo manejar... Dormiré mejor sin tener a este par de escurridizos en mis sueños y tu sin despertarme a mitad de la noche por tus gritos.

Destino (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora