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Aquella casa era realmente acogedora, muebles perfectamente limpios y fotografías familiares colgados en cada pared del hogar. Parecían felices, una mujer cargaba al pequeño niño mulato, de aproximadamente 4 años de edad. Un hombre abrazaba tanto a la bella mujer, como a una linda y tierna niña. El hombre era de piel cobriza, pelo negro y ojos azules. Se veían realmente felices juntos.

Al ingresar a la pequeña sala del comedor, aquel chiquillo abrió las ventanas de par en par, ofreciendo unas bebidas a los jóvenes que con gusto quisieron aceptar. Clara tomo asiento al costado de una mesa de madera preguntándose por el miembro faltante de esta familia.

Clara: ¿Donde esta tu abuela?

Kai: En sus exámenes médicos, tuve que regresar a casa para llevar los documentos de la abuela ya que los olvidó- levanto un sobre café -Si es que quieren robarnos permitan decirles que envíe un mensaje a mis vecinos de al lado, tengo que comunicarme con ellos en un lapso de tiempo de 5 minutos, de lo contrario llamaran a la policía.

Clara: Bueno, eso es un poco...

Kai: ¿Cómo conocen a mi hermana?- serio.

Erick: Es idéntico a ella- susurró.

Clara: ¿El mal carácter es hereditario?

Kai: No han contestado mi pregunta.

Clara: Lo siento. Somos amigos de Elisa, ella ha estado muy deprimida estos días, duerme demasiado y nos preocupa su salud. Pensamos que tal vez al escuchar una voz familiar podríamos animarla un poco.

Kai: Mi hermana no tiene amigos. Ella no confiaría en nadie que no sea de la familia.

Clara: Puedo probarte que soy su amiga.

Kai: ¿De verdad?- cuestionó.

Clara: Si- se acerco a la entrada de la cocina, abriendo la puerta apunto a la sala del hogar -Erick, a fuera.

Erick: ¿Ah?

Clara: Ya oíste, a fuera.

Erick: Pero...

Clara: A fuera.

Erick: Esta bien- deprimido.

A pasos lentos, el joven abandono la habitación, tratando de dar las risas con su mirada, Clara y Kai ignoraron la acción del chico para no ceder ante su suplica.

Kai: Te escucho.

Clara: Elisa me contó un gran secreto, aquel del que juro que jamas hablaría.

Kai: Imposible, nadie más que ella y yo sabemos ese secreto.

Clara: Su segundo nombre era Dora, Elisa Dora Prince, su nombre surge de una apuesta que su madre perdió. La apuesta consistía que quien perdería, le permitiria al otro elegir el segundo nombre de su hijo. Al cumplir los 16 años, Elisa uso su habilidad en la tecnología para cambiar legalmente su nombre y eliminar el derivado.

Kai: ¿¡Mi hermana hizo amigos!?- sorprendido -¡Ella jamás había intercambiado más de 10 palabras por semana con nadie!

Clara: Cuando le hable por primera vez se estaba quejando de su novio.

Kai: ¿Novio?

Clara: Es broma- sonreía y murmuro entre dientes -O tal vez no...

Kai: Es demasiada información para mi cerebro.

*^*^*^*^*^*

Annie: Deja de sonreir- susurró

Destino (Pausada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora