Destino (Pausada)

19

—No seas mamon... ¿Nos vamos a morir?— Elisa lloraba sobre el regazo de su amiga —Hay tantas cosas que nunca hice, nunca tuve un perro, siempre quise entregar a mi hermano en el altar cuando se casara, quería estar en el cumpleaños 100 de la abuela... No puedo morir, mi madre me mataría.

—¿Cómo te matará si ya estarías...? Sabes que, no importa— acarició los cabellos de la joven —Adelante, llora todo lo que quieras.

—Siempre quise encontrar un poni y robarle la olla de oro a un elfo.

—Eso ya es ridículo, no son elfos, son duendes.

—Soy muy joven para morir tan hermosa, no pueden hacerme esto.

—Si, si.

—No debí hacer ese trato con Salomón de entregarme y los datos de los infelices estafadores a cambio de una condena no tan severa. Seria una ladrona, pero al menos no pasaría por esto.

—Después hablaremos de tu brujula moral.

—Pobre Clara, ella siempre se lleva la peor parte del pastel.

—No entiendo porqué Tarot nos hace esto.

—Porque es una hija de...

—Dijo que lo hacia por el bien de su hija, pero ¿Quién es su hija?

—Bruta, ¿A quien le robo el cuerpo?

—Mierda, ¿Por qué yo no lo pensé primero?

—Porque yo soy brillante.

—No me provoques.

—Bien, Ginger me lo dijo.

—¿Qué?

—No pienses que estoy loca... Pero Ginger me hablo en mi sueño.

—¿Eres otra ilusión de mi cerebro donde tienes la misma actitud arrogante pero mucho más estúpida quela real?

—¿Quieres que te golpeé?

—Ok, eres la verdadera Elisa— Levanto sus manos en señal de paz —¿Ahora hablas con muertos?

—Hija de Hades, culpa a sus genes malditos

—Pero sabes algo, aunque nuestros subconscientes están atrapados en este lugar... Quien realmente se ve afectada por todo esto es Alex, perfectamente podría estar muerta ahora y nadie sabría de ella.

—No esta muerta— pronunció una voz masculina.

—¿Que fue eso?—Elisa se incorporó asustada.

—No se asusten, soy yo, Tom— suspiró.

—¿Tom? ¿En donde estas?— cuestionó Lexie.