𝐿𝑒𝑛𝑡𝑜

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Nota: Historia situada en Capitán América 2. Supongan que no hay HYDRA infiltrada. Natasha y Steve trabajan para SHIELD. 

Drabble

Natasha Romanoff pasó una mano por sus cabellos revueltos para apartar algunos mechones de su rostro. Luego estiró el brazo para levantar su celular que reposaba encima del buró, y así poder ver la hora. 

2:27 A.M. 

Dejó el celular en el mismo lugar, cerrando los ojos cuando una mano masculina comenzó a recorrer su brazo hasta apartar el cabello encima de la zona de su hombro y cuello. 

―¿Quieres detenerte? ―preguntó el hombre, dejando un beso bajo su oreja. Deseaba mordisquearle el lóbulo, pero ella tenía varios accesorios allí que se lo impedían. 

―Mmm... ―emitió un sonido que indicaba que la pelirroja se lo estaba pensando. 

Él sonrió levemente y decidió buscar una respuesta más clara. Su mano fue bajando por la silueta femenina hasta adentrarse en su sexo. Natasha soltó un gemido al sentir al intruso. Los curiosos dedos exploraron su intimidad, logrando humedecerla aún más. 

―Esto me dice que la respuesta es que quieres seguir ―susurró en el oído de la rusa, procediendo a rodear el clítoris con su pulgar. 

Mierda

La sorprendió que él sacara la mano de su zona que necesitaba atención y la llevó a su boca. 

―Eres exquisita ―comentó con voz ronca.

Se hizo hacia atrás, logrando que su espalda tocara el torso de él. Y lo más importante, restregando sus nalgas contra la erección. Lo tentó con sus movimientos, llevando un brazo hacia atrás y agarrándolo del trasero para que se mantuviera cerca. 

―Quiero poder utilizar mis dos brazos ―dijo el capitán Rogers. 

Romanoff se movió rápidamente para quedar encima suyo.

―Podrás hacer lo que quieras en un segundo ―Le sostuvo las manos contra el colchón mientras le besaba el cuello. Mordisqueó la piel en su mandíbula y en la zona de la manzana de Adán. También, movió las caderas para lograr el roce de sus intimidades―. ¿No te parece que debería tener el rango por encima de capitán? ―inquirió antes de darle un beso demandante. 

―Deberías tener todo lo que quieras. 

Steve se soltó y le tomó las manos, se las besó, luego, la sostuvo de la cintura, ayudándola a elevarse y completar la unión. El supersoldado cerró los ojos y gimió al sentirla rodearlo por completo. Al abrirlos de nuevo, se encontró con la gloriosa imagen de su compañera de equipo, con sus cabellos encima de sus senos y su intensa mirada verde. 

Natasha se mordió el labio inferior. 

―Estás siguiendo muy bien los consejos que te he dado ―Lo felicitó―. Cuando te los di no pensé que los utilizarías conmigo―guiñó y se irguió―. Comenzaré a moverme ―avisó. 

―Adelante ―bajó una mano hasta el glúteo derecho para darle un leve apretón―. He querido hacer eso desde la fotografía que me enviaste a mi celular ―confesó. 

La pelirroja se inclinó hacia adelante. Aunque deseaba obtener el placer que él podía darle, también tenía curiosidad. Lo miró de cerca. 

―¿Si? Pues no me diste ninguna pista de eso. He estado deseando estar así contigo desde hace seis semanas, Steve. 

―Lamento no haberlo notado antes.

Ella le dio un beso largo. 

―Debiste estar con la cabeza en otro lado. 

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