"Episode X"

44 4 0
                                    


Muevo la silla giratoria de un lado a otro mientras lo que sucedió ayer se repite una y otra vez en mi cabeza. La pasé tan rico con Eros. Tras su arrebato al decirme te amo y besarme, condujo como un loco a la hacienda y... sucedió lo que tenía que suceder, lo hicimos de una forma tan... sublime. No fue solo sexo, fue algo mágico que no sé de qué manera explicar.

Regresamos a la ciudad bastante temprano y, una vez más, Eros me dijo te amo y no pude responderle, tengo mucho que pensar. Justo ahora estoy en mi oficina esperando por una persona en específico. El teléfono de la oficina suena, lo tomo.

—Señorita, la busca la señorita Cristinne Wilson, no tiene citatoria pero dijo que la espera usted. — pronuncia mi asistente.

Una sonrisa de lado se posa en mis labios.

—Hazla pasar inmediatamente, gracias. — digo antes de colgar.

Segundos después la puerta se abre y por esta pasa nada más y nada menos que Cristinne Wilson, mi persona menos favorita en estos momentos pero, tengo que parar con su teatro ahora o, Eros y yo estaremos jodidos. Nuestro matrimonio "falso" lo estará.

—Buenos días, señorita Wilson. Tome asiento por favor. — le digo fingiendo una sonrisa amable.

Ella sonríe de lado e hipócritamente.

—Déjate de formalidades, Lilith. Mira, no creo que me hayas citado para algo que tenga que ver con tu empresa, no estoy segura que quieras que escriba una idiota novela para ti, así que ve al grano. — pronuncia antes de cruzarse de brazos.

Casi se me sale una carcajada, pero decido no reírme. Solo sonrío y asiento a sus palabras.

—Tienes razón, Cristinne. No te he citado para nada que tenga que ver con mi empresa, jamás permitiría tal cosa. Te cité para algo personal. —

Ella se carcajea.

—¿Qué? ¿Ya ha fallado tu paraíso? — pregunta burlona.

Me carcajeo ahora yo.

—No, al contrario, va de maravilla. Me imagino... no... sabes perfectamente que me casaré dentro de poco y... con nada más y nada menos que con el chico que estás obsesionada. — me burlo, ella se mantiene seria.

—No estoy obsesionada con nadie. Más bien creo que tú eres que estás obsesionada con él, desde la universidad te empeñaste en metértele por los ojos, y lo lograste, ¿Cuántos años le rogaste? — cuestiona burlona.

Me carcajeo aún más fuerte.

—Permíteme reírme con libertad. A mí me parece que la que le rogó por años fuiste tú. —

—Mira, Lilith, lo que menos quiero es hablar sobre Eros contigo. —

—Pues lamentablemente, aunque no quieras, tendrás que hacerlo. Quiero que te alejes de Eros, es mi prometido, deja de buscarlo, de rogarle, ¿No te da vergüenza? —

Su sonrisa se borra.

—No sabes de lo que hablas. — susurra.

—Sé perfectamente de lo que hablo. Sabes perfectamente que nunca hablo sin fundamentos. — al decir esto, abro uno de los cajones de mi escritorio y de allí saco un sobre de manila y lo tiro en el escritorio — Mira eso y dime que no eres tú, Cristinne. — pronuncio frunciendo mi entrecejo.

—No quiero ver nada que tengas que mostrarme. — pronuncia firme.

Sonrío burlona, tomo el sobre y lo abro, de allí saco las fotos. Primero tomo una de una conversación, son mensajes que Cristinne le envía a Eros diario. Se lo muestro.

Punto ciego (✔)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora