Capítulo 8: El que a hierro mata a hierro muere

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—Chloë vámonos—la tomo del brazo y salimos por la ventana que da al patio de su escuela dejando atrás a unos humanos indeseables.

Chloë y yo nos adentramos al bosque cercano a su escuela, aceleramos el paso.

—Adelántate, tengo cosas pendientes por hacer—mi loba se detiene a mirarme confundida.

—¿Cosas por hacer? ¿A qué te refieres?—por un momento parece procesar lo que le acabo de decir— Ahh no, con lo que ya hiciste fue suficiente Abel. Ya no quiero problemas, okay?

—¿Vas a permitir que sigan con la mente tranquila después del daño que te hicieron todo este tiempo? Si tú no vas a poder, entonces me encargo yo. Así que no trates de impedirme porque ya tomé una decisión y tú más que nadie sabe que cuando me propongo en hacer algo, no me detengo.

Chloë queda en silencio y sin decir nada se marcha a la manada perdiéndose en la inmensidad del bosque.

Retomo el camino a la escuela.

Voy llegando y veo multitudes de personas en la entrada del salón de Chloë. ¿Aún no salen? Creí que ya se habían dispersado. Si que los humanos son bastantes entrometidos. Observo a los sujetos, sollozos, a quiénes les di su merecido rodeado de personas, como si le estuvieran contando lo que acababa de pasar. Realmente no me importa lo que digan, lo que me importa ahora es ver a cada uno de ellos bajo tierra.

Prudentemente voy acercándome y puedo confirmar lo que supuse. Le estaba contando que un hombre alto, con una fuerza inhumana, les hizo daño. Hablan de hacer daño cuando son ellos quiénes dañaron psicológicamente a Chloë, que irónico.

Estuve esperando varias horas para que sea momento de salir y que los alumnos se dirijan a sus respectivas casas para infiltrarme dentro de la oficina y saquear documentos de estos tipos y ver sus direcciones. Agh. Pero ni siquiera sé sus nombres.

Ya casi nadie queda en la escuela y me adentro en ella recorriendo los pasillos con el fin de encontrar la oficina del director.

Luego de varios minutos de recorrido, al fin la encuentro.

—Pero vaya sorpresa...—esbozo una sonrisa al ver por la pared las fotos con los nombres de los alumnos. A lo mejor allí se encuentran los imbéciles de aquellos tipos y compañeras de Chloë.

Mierda. No están.

Rebusco unas carpetas que están en los estantes. Encuentro una donde dice "Alumnos Nivel Medio // Turno mañana". Aquí deben estar los datos con foto carnet de cada alumno.

Al fin, encuentro los respectivos documentos de los protagonistas.

Pan comido.

No fue la gran cosa después de todo. Esta oficina si que está muy bien ordenada.
De pronto escucho unos pasos acercarse a la oficina. Yo me encontraba junto con el despacho, traté de dejar las carpetas como estaban y me escondí debajo del escritorio.

—Así mismo es licenciado—por lo visto está hablando por teléfono.—Llegaremos al fondo de todo esto para localizar a los responsables de las agresiones—Veo como su sombra se acerca al escritorio, no sé que hacía pero creo que no se dio cuenta el desorden que dejé en el estante. Al principio me tenso un poco pero luego aquél sujeto se retira, y cierra la puerta.

Mierda.

Me acaban de dejar encerrado con llave.

Meh, es lo de menos. Simplemente hecho la puerta y listo, total, Chloë no volverá a esta mierda de escuela con docentes incompetentes que no toman cartas sobre el asunto, y ni siquiera se percatan de que existe bullying entre los alumnos.

Mi hermano es mi Mate©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora