Mi hermano es mi Mate©

Capítulo 20: Gran susto

—Deben detenerlo—repito.

Estaba tan asustada, nunca vi ese lado de Erik desde el día en que nos conocimos. Su rostro estaba tan torcido, producto de la ira que lo abrazaba. Sus ojos estaban rojos, llenos de sangre; era como si el mismísimo demonio poseyera su cuerpo. Es que ni a mí me pudo afectar tanto, ¿Cómo es que a él si? Fue algo tan pasmoso que ni siquiera puedo procesar todo esto.

—¿Qué cosas dices Chloë? No te estoy entendiendo.

—¿Qué acaso no escuchas lo que te estoy diciendo? Detén a Erik ¿no viste como salió? ¡Quiere matar a Abel!

—Pero explícame por qué. Estoy muy confundida. ¿Por qué quiere matar a tu hermano?

—¡Tú sólo hazme caso! —le grito— Luego te explico, o al menos ya te enterarás por ahí.

La sostengo de los hombros y la llevo hasta la puerta.

—Dile a los betas que te acompañen. Y por favor, cuídate, cuídate mucho. Si no fuera por mi embarazo me iría contigo, pero esto es muy peligroso para una canina pensante en gestación... Deberías apresurarte. Es probable que se haya ido al territorio Blood Moon.

Cierro la puerta detrás mío y me sumerjo en la más profunda de las angustias, mi madre está yendo a detener a Erik y evitar que todo esto pase a mayores, pero aun así ella está expuesta a cualquier peligro a pesar de que haya formado parte de un ejército de lobos, sin embargo, todo eso fue hace muchos años atrás y tal vez con el tiempo haya perdido un poco de experiencia y es lo que más me preocupa.

En estos momentos siento una opresión fuerte en el pecho, y cada vez que esto ocurre siempre suceden cosas malas. Lo peor de todo es que lo vuelvo a sentir después de mucho tiempo.
No puedo hacer nada al respecto, mi estado actual no me lo permite y más aún cuando estoy en una etapa de gestación muy riesgosa. Ya hice de todo, me expuse al peor de los peligros tanto para mí como para mi bebé, y aunque las cosas salgan mal, no creo poder ayudarles en nada.

Narra Olivia

Estoy tan confundida y asustada. No entiendo por qué Erik quiere acabar con su hermano, ¿Qué habrá hecho? Debe ser algo tan terrible como para que quiera matarlo. No puedo permitir que entre hermanos se masacren, es algo inconcebible.

Chloë me manda a evitar que Erik atropelle a una manada y se forme una gran masacre por culpa de algo que no tengo idea. La incertidumbre me consume por dentro y un lago de preguntas se forma en mi cabeza.

Salgo corriendo hacia el depósito de carrozas, pregunto si alguna está disponible y para mi suerte sobraban tres de ellas. Comunico a los betas presentes sobre el hecho, y que me lleven hasta la manada Blood Moon y detener un posible Armagedón como me lo había dicho mi hija. No entiendo muy bien esa palabra, pero suena como a una confrontación bastante poderosa y peligrosa.

Las alarmas se han encendido y toda la manada aúllan para dar aviso a una salida. Subimos a las carrozas en dirección a aquél territorio vecino, apresuramos el paso antes de que Erik llegue y cometa una locura que posiblemente tenga que arrepentirse luego.

—¿A qué vamos? —pregunta un soldado beta.

—Al parecer no te ha quedado claro—respondo—Está por armarse una guerra entre territorios, no sé cuál sea la razón, pero vamos a impedir que eso suceda.

—¿Pero cómo lo haremos? —pregunta otro soldado.

—Y en eso estamos, hay que evitar que se cometa una locura. No podemos permitir que se arme un lío con otras manadas, nosotros no somos así. No debería haber enfrentamientos con el territorio Blood Moon, somos diferentes manadas, sí, pero somos de la misma raza, y ellos tampoco tienen problemas con nosotros.