Diáfano

Capítulo 9

"El bar"

— Blake ¿Vaughan? —

~19 de Octubre del 2020~

El primer pensamiento que cruza por mi mente al abrir los ojos y recordar todo lo que ha pasado últimamente en mi vida es "No tengo idea quien soy".

Tú vida fue una mentira ¿Cómo vas a saber?

Lo tenía claro hace algunos años.

Las personas cambian, no eres la misma de hace unos años.

Cierto.

Me decido levantar de la cama finalmente y tomar una ducha. No me tardo en arreglarme para el colegio.

Exacto, leyeron bien. El colegio.

Hoy era mi primer día de regreso. Solo había faltado una semana y había estado asistiendo con la psicóloga en línea, y ella no consideraba que la escuela afectara. De hecho, según ella, había habido un progreso.

Bajé las escaleras de la hermosa casa. Aún no me acostumbraba a esto, y al bajar, el desayuno estaba servido además de encontrarme con mi nueva tía llamada Orla Lombard.

Mi tía era esa típica señora que vivía con gatos y, en este caso, perros y loros. Ella era una señora muy cariñosa y abierta hacia todo, había aprendido a quererla en tan solo una semana.

— Buenos días Blake — me dijo con una enorme sonrisa.

— Buenos días tía Orla

— He cocinado panqueques, siéntate. — me indica señalando hacia el taburete con un dedo.

Le hago caso y me siento mientras ella come de su plato, observándome con expresión cautelosa. Sabía que le habían dicho que me vigilara, y ella era muy cuidadosa en ese aspecto, pero había algo extraño en su expresión este día en específico.

— ¿Qué pasa? — pregunté por fin.

— Hmm... hay cosas que debes saber.

Eso me toma desprevenida. Había intentado preguntarle a la tía Orla acerca de mis padres pero todas esas veces obtenía la misma respuesta, un simple "no me corresponde contártelo, pero los conocerás pronto".

— ¿Qué pasa? ¿Me contarás acerca de mis padres?

— No, pero es algo parecido.

La intriga me carcome y espero su respuesta con ansias, aunque no llega. Tomó la iniciativa para preguntar de nuevo.

— ¿Entonces? ¿Qué me tienes que contar?

— Tus abuelos... son mis padres. Es decir... son... eran tus abuelos biológicos.

Así es, la tía Orla siempre siendo directa. Tal vez carecía un poco del tacto, pero al menos me decía las cosas como eran, sin filtro.

No me sorprendió mucho, ya me había hecho la idea desde que vi el cuadro de la mujer. Un momento... la mujer.

— Tía Orla, mi abuelo pintó un cuadro... creo que es mi madre.